Se dio la vuelta rápidamente pero no había nada ni nadie, su mente comenzó a creer que era su imaginación, pero no toda su mente lo creía así que estaba a punto de hecharse a correr pero ya tenia los ojos azules delante de ella.

Era un hombre de tez muy clara con cabello castaño y sus ojos que resaltaban sobre todas sus facciones, confirmó su teoría cuando vio como las venas resaltaban por debajo de sus ojos y se oscurecían, la tomo de los brazos pero por conciencia propia ella logró, después de forcejear, zafarse.

Milagrosamente aun tenia el vaso con agua y con su mejor puntería se la lanzo al vampiro mojándole el rostro y parte del cuello y pequeña gotas escurriendose por su ropa.

Con su mente en alerta logró concentrarse y prenderle fuego al agua, Ameliia se asustó por los gritos agonizantes del vampiro y el vaso finalmente callo al suelo rompiéndose en pequeños fragmentos, la chica pensó que el vaso roto solo había parecido un suspiro al lado del vampiro. El fuego del rostro se apagó y solo quedo el de la ropa que ya estaba gran parte hecha jirones y rota por fuego.

Ameliia no se había movido de ahí y pensó que tal vez había sido un grave error y estaba en lo cierto, se le había olvidado donde estaba, la adrenalina no le recordó que había vampiros originales que la podían proteger. El vampiro estaba de rodillas ya que al prender le fuego cayó agonizando de dolor, la chica sintió náuseas al ver su rostro quemado tenia la piel rosada como la cicatriz de ella pero en mas de la mitad de la cara, faltaba parte de su pelo y uno de sus ojos azules había tomado un color gris.

En un grito ahogado logró decir el nombre de Elijah.

Elijah y Niklaus habían despertado por unos ruidos, el mayor de los Originales pensaba que tal vez no había sido nada mas que un ruido del exterior pero estaba muy equivocado y se dio cuenta hasta que escucho a la chica gritar su nombre. Se levantó alarmado y al tratar de girar la perilla su mano comenzó a quemarse como si la perilla hubiera permanecido mucho tiempo en el fuego o simplemente hubiera verbena en esta.

Lo mismo le pasaba a Klaus que al escuchar unos gritos y no solo de la bruja se había precipitado sobre la puerta pero sin éxito.

Poco a poco, Ameliia vio como su rostro regresaba a la normalidad, se dio media vuelta para empezar a correr pero sintió una mano caliente y húmeda en el tobillo, el vampiro desconocido había tomado su tobillo para evitar que escapara y uso tanta fuerza que la chica calló de frente.

Una mueca apareció en su rostro pues al jalarla, su rodilla había caído justo en los fragmentos del vaso clavándoselos la mayoría en la rodilla, que ya había empezado a sangrar pero no demasiado ya que los vidrios impedían la salida de la sangre, mordió su brazo para no gritar por el dolor y con la poca concentración que le quedaba le provoco una aneurisma al vampiro y después con su pierna ilesa lo pateo en el rostro.

Con todo el apoyo que tenia logró levantarse y cojeando tratando de no mover para nada la pierna mala para que los vidrios no se incrustarán mas hondo. No le funciono mucho ya que sentía punzadas cada vez mas dolorosas en el área dañada, se mordió el labio pero solo consiguió que sangrara por la presión que su colmillo había hecho contra su labio.

Vio a lo lejos unas varillas de fierro que se usaban aveces para la chimenea y esperando un buen resultado la lanzó contra el vampiro que aún se quejaba del dolor, le dio justo en la mano y la varilla se clavó en uno de los pilares.

El hombre tomo la varilla y quejándose del dolor la saco dejando un agujero en su mano que, rápidamente se curó. Estaba enojado, le habían dicho que seria fácil tomar a la bruja y había resultado mas difícil de lo que creía, no soportaba el hecho de que una bruja novata lograra lastimarlo mas de lo que el a ella.

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