Llevo sin verlo bastantes días. Incluso aunque llegue más tarde a la parada de autobús, no lo encuentro. Algo en mí se golpea internamente por esperar observar sus bonitos ojos verdes, y me culpo a mí misma por ser tan imbécil.
Alguien me mira por más de tres minutos y ya siento que es posible que sienta algo por mí.
Dudo que hoy sea un buen día.