UN TROPIEZO CON OJOS JADE:

12.5K 798 533
                                    


I

Kakashi terminaba de reportar su última misión al Sandaime, había sido un éxito, lo que no era de extrañar con él al mando de la situación. El Hokage lo felicitó por su dedicación y los buenos resultados.

-Te has convertido en un líder – el Sandaime asintió satisfecho – Minato estaría orgulloso.

El ANBU asintió y desapareció dejando tras de sí, una nube de hojas, su marca personal. No le gustaba su pasado.

Era joven, más que la mayoría de los ANBU, pero si era menor que el resto, su talento los superaba con facilidad. Tenía habilidades específicas que lo ayudaban a sobresalir y ser reconocido por el resto. Era respetado, y no había nadie que se atreviera a cuestionar que fuera el líder de uno de los equipos ANBU. Su futuro era en extremo brillante, él mismo lo sabía, y debía quedarse justo donde estaba, en ningún otro lugar encajaría tan perfectamente como en el grupo élite.

Terminada su misión, sabía lo que le esperaría, unos días de descanso, cuatro o cinco y después lo requerirían. Su grupo ANBU, era uno muy especial, uno que sólo se encargaba de ciertas misiones que no eran tan frecuentes, pero que sin duda eran de las más peligrosas. Así que lo mejor que podía hacer era seguir entrenando; fue directo hasta el campo de entrenamiento dedicado a ANBU, muchos de sus compañeros ya se encontraban allí, y comenzó de inmediato. Ninguno era rival suficiente, pero era una buena manera de mantenerse en forma.

No era muy común que se viera a un ANBU paseando, mucho menos a dos, pero Kakashi necesitaba comprar su cena, y una compañera había insistido en acompañarlo. Era una joven bonita, la conocía sin máscara y aunque su belleza no deslumbraba, sin duda que llamaba la atención. Estaba claramente interesada en él, su comportamiento la delataba, y Kakashi no era ajeno a ella, disfrutaba de su compañía, podían hablar durante horas, algunas veces paseaban juntos y pasaban un buen rato, y eso era bien apreciado por el ninja. Ella era inteligente y decidida, segura de sus habilidades y las usaba siempre que podía, eran una gran pareja tanto en ANBU, como fuera de el.

Así que ambos fueron a comprar comida, algunas personas los veían con cierta curiosidad, algunos niños se detenían y señalaban sus máscaras, pero ya estaban acostumbrados. No había nada que pudiera interrumpirlos, incluso algunos se apartaban de su camino para no estorbar... entonces sucedió, un grupo de niños que parecían estar jugando, pasó muy cerca de ellos, como si no les importara su estatus élite, corrían y reían fuertemente. Kakashi nunca había sido reconocido por su paciencia, y aunque no le molestaba, prefería alejarse; no tuvo oportunidad de hacerlo, porque algo, mejor dicho, alguien chocó con su pierna derecha.

Kakashi bajó la vista, tenía el rostro cubierto por la máscara, pero su mirada no tardó en encontrar el problema, una niña había terminado por estrellarse con él, claramente un accidente por jugar y correr alrededor de él. Su mirada oscura se encontró con la niña en cuestión, se encontró con unos peculiares ojos jade, unos grandes ojos que lo veían fijamente llenos de curiosidad. El color en su iris, no era la única peculiaridad, esos preciosos ojos estaban acompañados de una melena de color rosa que no hacía otra cosa más que destacarla, aunque ella no lo quisiera así, sin mencionar un listón rojo que le ofrecía un toque sumamente tierno. Sus miradas se encontraron durante algunos instantes que el ninja hubiera jurado, habían sido horas. El tiempo se había detenido sólo para ellos, para se observaran tranquilamente y sin prisas. La pequeña, cualquiera que fuera su nombre, había olvidado frente a quien estaba, olvidaba su descaro al ver directamente hacia la máscara, era como si ella estuviera observando a una estatua, Kakashi no se atrevía a moverse, ni siquiera estaba respirando, ¿Qué le pasaba por la cabeza a esa niña mientras lo veía?

ANTES DEL SIETEOnde histórias criam vida. Descubra agora