Narradora:
31 de Agosto, 1999 [Gravity Falls, Oregon]
El sonido de la puerta siendo tocada se escucho por toda la cabaña, para luego cesar, y dos hermanos quienes se encostraban en la cocina se miraron confusos. Stanley, quien en ese momento esta desayunando, tenia la boca llena, solo alzo los hombros negando con la cabeza, sin saber de quien se trataba, y Stanford, quien estaba por sentarse para desayunar, rodó los ojos divertido, para dirigirse a la puerta, abriéndola, encontrándose solo con pinos, animales y criaturas a varios metros de él, lo curioso es que miraban hacia su dirección, mas específicamente a sus pies, cosa que se le hizo extraño y bajo la mirada, asombrándose por lo que encontró.
—¡STANLEY!.
El sonido de un vaso caer contra el suelo se escucho, junto con unos pasos acercarse rápidamente hacia él.
—Maldición Ford, no puedes gritar así de la nada, que casi...
y no termino de completar la frase, gracias al gran asombro que se llevo al llegar a la puerta y encontrar una canasta a los pies de su hermano, pero no era eso lo asombroso sino lo que tenia dentro de esta.
—...¡¿QUE HACE UN JODIDO BEBÉ EN UNA CANASTA Y EN LA ENTRADA DE NUESTRA CABAÑA!?.
—¿¡Y YO COMO VOY A SABERLO?!.
—Ok, ok, esta bien, vamos a calmarnos primero y hablar como personas civilizadas.
—Valla Stanley, parece que el sombro por fin hizo reaccionar tu cerebro.
—Cállate Ford.
—Tú empezaste.
—Sabes que no es verdad.
Y hay estaban, discutiendo el uno con el otro para ver quien tenia la razón y quien no, asta que el llanto de un bebé los interrumpió, mirando hacia el pequeño, para luego mirarse entre si.
—Sera mejor entrar. Esta haciendo mucho frió y el bebe puede enfermar.
Stanley solo asintió, para tomar la canasta y entrar a la cabaña con su hermano cerrando la puerta detrás de si.
—¿Eso significa que tengo razón al decir que tú empezaste?.
—Por favor Stanley, no empieces.
—Jump.
Este solo hizo un mohin, acelerar el paso hacia el comedor y dejar a su hermano atrás, quien negó con la cabeza mientras se llevaba la palma de su mano a su frente, murmurando de como el contrario podía ser su hermano si su personalidad ni siquiera estaba cerca de ser igual al suyo, contrario a su físico, que prácticamente era igual.
—¡Te escuche Ford, y eso de tener personalidades iguales solo por ser gemelos no puede ser!.
—¡¿Ahora me saliste con que tienes el oído mas desarrollado que el de un humano normal?!.
—¡Sip!.
—Jódete Stan.
—¡Vocabulario, Ford!.
—¡Vete a...! ¿Sabes que?.
—¿Que?.
—Púdrete.
El contrario solo pudo reír divertido, mientras un bebé lo miraba silencioso y curioso, por como eran aquel par de hermanos, eh inconscientemente sonrió.
