"Un trauma difícil de olvidar" - Emiliaco

"Aristóteles Córcega"

Joaquin.

Han pasado casi tres semanas desde que estoy en este lugar, un hospital mental o al menos eso es para mí, sé que tengo que superar el accidente que me pasó pero no me gusta estar vigilado todo el tiempo, aunque no la paso mal, es un sitio bastante agradable y me tratan bien, mi familia viene a verme y mis amigos también.
Pero sigue sin gustarme del todo, la doctora Ximena es muy amable conmigo, siempre platicamos y es una persona de fiar, lo único que me molesta es que hable de Emilio tan a la ligera ¿no se da cuenta del daño que me hizo? no quiero saber de él nunca más y ella insiste, de solo escuchar su nombre comienzo a temblar y es imposible controlarme, nadie me entiende.
Por alguna razón cuando trato de acordarme del rostro de Emilio no puedo, todo es borroso, pero basta con el nombre para reconocerlo pues se grabó en mi cabeza de una manera que espero jamás pasar nuevamente. Mi cuerpo por otra parte se está recuperando muy bien, hago las terapias y tomo mi medicamento puntualmente, aún tengo cicatrices en mi piel y más en mis muñecas por lo que trato de cubrirlas siempre, creo que se volverá un complejo si no desaparecen pronto.

X: Hola Joaquin, ¿Cómo te encuentras?

–La psicóloga entró a mi cuarto con la sonrisa característica suya, tan reluciente y blanca como la ropa que siempre traía. Yo devolví la sonrisa amablemente mientras me sentaban en la orilla de mi cama–

J: Buenos días, amanecí bien gracias ¿a qué se debe la visita? aún no es hora de mi cita...

–Pregunte algo confundido, no me molestaba que estuviera ahí pero con esfuerzo podía aguantar hablar con ella todos los días a la misma hora que me gusta mi tiempo a solas–

X: He venido porque quiero presentarte a alguien, era un paciente de aquí y estoy segura que se llevarán bien

J: ¿Un ex paciente? ¿Por qué habría de conocerlo?

X: Es bueno que conozcas gente nueva, te ayudará a desenvolverte nuevamente poco a poco

–Sé que después de haber sido rescatado de aquella situación mi inseguridad se desarrolló bastante, pero no podía evitar que me asustaran las personas nuevas, no podía confiar en ellas, es mejor quedarme con mis conocidos que sé que no me harían daño–

J: Pero...

X: Vamos, no querrás que se sienta mal ¿verdad?

J: ...Pues no

X: Bien, acompáñame

–Solté un bajo suspiro antes de levantarme para poder seguirla, en el lugar había varias habitaciones y estancias donde pasar el rato, pero yo siempre me quedaba en la habitación, aquí afuera había demasiada gente extraña.
Salimos al jardín, no había notado lo lindo que era y lo pacífico que se veía, realmente era sorprenderte que yo estaba embobado mirando a todas partes hasta que la doctora se detuvo, levante mi vista y entonces lo vi, era un chico más alto que yo pero lucia de mi edad, su rostro me parecía conocido pero no recordaba de donde–

X: Joaquin, él es Aristóteles Córcega

J: Aristóteles... mucho gusto, soy Joaquin Bondoni

–Traté de mostrar una sonrisa amable y portarme de manera respetuosa pero era incómodo, me sentía vulnerable–

A: Él gusto es mío Joaquin

–Me devolvió la sonrisa y yo sentí que un calambre recorría toda mi espalda, era atractivo y sonriendo lo era aún más, transmitía simpatía pero no me podía fiar tan rápido–