"Un trauma difícil de olvidar" - Emiliaco

"Te odio Emilio Osorio"

Emilio.

E: ¡Padre entiéndeme! ¿¡Por que no me dejan verlo?! Ya a pasado un mes desde que despertó ¿no? ¡No pasará nada porque lo vea!

O: Emilio su cuerpo tiene que recuperarse, lo están atendiendo lo mejor que pueden para que salga pronto del hospital, lo qué pasó no es fácil y es mejor mantenerlo en un estado tranquilo sin muchas emociones

E: No haré que se exalte papá, por favor ¡Quiero verlo! Quiero saber si esta bien, como a progresado, quiero estar con él

O: ...Está bien, la semana que viene verá a unos especialistas fuera del hospital, son psicólogos que hablarán con el, podrás ir conmigo pero con la condición de mantenerte calmado ¿bien?

No pude evitar ir a abrazarlo con fuerza, era el mejor, estaba ayudando en todo lo posible a la familia de Joaquin, tanto en su rehabilitación física como emocional y mental, estaba emocionado de verlo nuevamente y esta vez podré hablar con él, no puedo esperar por decirle todo lo que siento.

E: ¡Gracias papa! Prometo comportarme. Por cierto, ¿como va con su rehabilitación?

O: En lo físico va muy bien, después de su operación parece mejor, obviamente a sido duro pero es un chico muy fuerte, apenas va a ser su primera cita con los psicólogos, esperemos salga bien

E: Es admirable sin dudas, en las redes sociales no dejan de mostrar apoyo y esperan ansiosos su regreso, el de Aristemo también claro, aunque eso todavía no se vea claro

O: Exacto, dejemos que el tiempo acomode las cosas

Esa semana fue una de las más esperadas de mi vida, había arreglado una lista de cosas por hacer y platicar con Joaquin, después de todo teníamos que ponernos al corriente, aunque claro manteniendo mi palabra de no ser tan intenso. De solo imaginar que volvería a hablar con él, a sonreír juntos y de estar a su lado me ponía muy feliz, estaba ansioso que sentía que me desmayaría en cualquier momento, pero era fuerte y no dejaría que eso pasara, nada arruinara mi día con Joaco.

O: ¡Emilio! ¿Ya estás listo? Nos vamos

E: ¡Ya voy!

–Baje corriendo las escaleras con mi mochila en la espalda, a la vez que guardaba mi celular en el bolsillo frontal de mi pantalón–

E: Estoy listo.

–El camino rumbo aquellas oficinas era largo o quizá solo era mi imaginación por llegar rápido, publiqué varias historias en mi Instagram diciendo que estaba muy contento y que iba en camino a ver a Joaco, recibiendo rápidamente mensajes de saludos para él por parte de las fans y buenos deseos para verlo pronto en pantalla, en definitiva eran las mejores.
Una vez llegamos, me dediqué a seguir a mi padre, no conocía el lugar pero era muy pulcro, se notaba el profesionalismo de aquel edificio a kilómetros y eso me aliviaba, pues Joaquin estaría en buenas manos.
Al llegar nos pasaron a un cuarto en forma de rectángulo y yo no miraba a Joaquin en ninguna parte, supongo que no llegaba todavía, pero al girarme noté que estábamos en una especie de cuarto de espionaje, como esos que tiene la policía para ver cómo interrogan a un delincuente, solo que en este caso estábamos viendo un cuarto blanco con dos sillones; uno frente al otro, donde se encontraba una señora con una coleta y unos lentes, bata blanca y una tabla donde parecía anotar cosas, mientras que en el otro sofá estaba Joaquin.
Mi corazón latió a mil de solo verlo, se notaba mejor, su color había vuelto y su peso igual, su cabello había sido perfectamente recortado como comúnmente, pero algo era diferente, su mirada lucia perdida y la sonrisa brillante no estaba, su encogimiento de hombros me decía que se sentía inseguro o con miedo, ¿miedo? ¿a qué?.–