Entre Angeles y Demonios. Un Amor Prohibido (HIATUS)

Amor prohibido. Pt.1

Luego de esa declaración un pequeño, pero incómodo, silencio se apoderó de aquella habitación, ninguno sabía que decir, todos estaba dicho, todo estaba descubierto.

- Escucha, no me importa. - Habló quebrando aquel silencio. - No me importa lo que me digas, y me importa menos que sea mi enemigo, nada me hará cambiar lo que siento. - Habló de manera firme.

- ¿Ciel-sama está hablando en serio? - Cuestionó un tanto desconcertada ante tal declaración.

Ciel sin decir nada asintió sin vacilar, él amaba a ese demonio y nadie podría evitar que lo hiciera, se había enamorado y estaba claro. No le importaba si alguien lo quisiera evitar se enfrentaría a quien fuera, ya sea los demonios o su propia gente, ya no existía alguna forma de romper ese sentimiento.

- ¿Y bien? - Tras no recibir respuesta volvió a hablar. - Entiendo, supongo que no estás dispuesta a aceptar tal cosa y es razonable, pero. - Pausó. - No importa quién sea, si se interpone, estará en mi contra. - Concluyó.

- Ya entiendo, así que, esa es su decisión. - Comentó. Ciel solo volvió a asentir. - Con que así es. - Murmuró, en eso Christa se acercó a un paso un poco rápido y en ese instante el contrario se puso a la defensiva.

Estaba dispuesto a atacar incluso si se trataba de su mano derecha y mejor amiga, no se daría hacia atrás. Listo para defenderse se esperaba cualquier cosa pero, grande fue su sorpresa al sentir uno brazos a su alrededor.

- Chri-Christa - Musitó un tanto confundido ante tal acción. Y nuevamente, el silencio invadió aquella sala, aquel gesto estaba presente mientras solo se escuchaba la respiración de cada uno.

Tras unos pocos minutos en ese ambiente una parte decidió romperlo de una vez.

- Usted no sabe mentir, bueno, al no menos a mí. - Se separó un poco para verle a la cara. - Esta mirada, es una que no he podido presenciar desde hace años. - Colocó una mano en el rostro del contrario. - Y ahora, la vuelve a mostrar y todo gracias a aquel ser. Si es ese ser - Comenzó a alejarse. - el que lo hace feliz, tanto como para volver a ser lo que era en el pasado, entonces yo no puedo hacer nada para retenerlo. - Detuvo el paso hasta llegar a un ventanal que había en esa sala, y, casi al instante, dió media vuelta, dándole así la espalda a su señor.

- Christa yo... - Trato de hablar pero fue cortado al instante.

- ¡Pero! - Exclamó un poco alto, aún dándole la espalda. - Le pediré que tenga un cuidado absoluto a partir de aquí, si alguien más lo descubre, no serán tan considerados, al menos no como yo. - Volvió a tomar una pausa para ahora poner su vista ante el Ciel, a la vez que, pequeñas gotas cristalinas hacían presencia. - Por que al final de cuentas, usted, usted y su padre son más que similares, cuando se trata de curiosidad. - Completó para así soltar aquellas gotas saladas dejándose ganar por las emociones y desplomarse. Rápidamente Ciel se acercó a ella, devolviéndole un gesto que Christa le demostró tantas veces, mientras pronunciaba un pequeño "tranquila" - Lo siento, es...es solo que, si usted sigue ese camino existe una gran posibilidad de que termine de una forma no muy agradable. - Soltó a la par que aceptaba aquel abrazo.

- ¿Estás segura de que aceptarás esto? - Un asentamiento de cabeza fue los que recibió, aquella acción daba a entender que así lo haría.

Aquella plática do volvio un secreto que ocultar, y una promesa que guardar.

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