Dos destinos. (Creepypastas y Tú)

VIII "El plan"

-¿Por qué te preocupa?

-Porque Liu es inteligente, puede adivinar nuestros planes y pagar con la misma moneda-susurró, esta vez intentando mantener su cordura en su sitio-. No creas que te he traído aquí por conveniencia, _____. Eres mi hermana, y me hace bien volver a tenerte cerca.

Nos miramos y pude sentir, por un momento, a mi cómplice hermano a mi lado, como años antes lo era. Sonreí levemente y lo abrace con fuerza, tomándolo por sorpresa.

-Gracias, Jeffrey.

-Sí, claro vamos, no te me acerques tanto-dijo con incomodidad, estaba muy tenso. Me apartó con brusquedad y siguió caminando hasta ir al patio trasero. En resumen, un claro del bosque.

Los árboles rodeaban la cabaña y el bosque era muy espeso y amplio. No todos los campistas o curiosos llegaban hasta aquí, debido a su distancia de la entrada al bosque o, simplemente, porque Slenderman y los otros tres cumplían con su trabajo.

En el claro estaban estos cuatro. Los Proxys alineados frente a mí, Slenderman detrás de ellos, sacándole a los tres al menos cinco cabezas. El primero en hablar fue Masky, como es de costumbre.

-Entrenarás con nosotros, en conjunto. Deberás defenderte de nosotros tres a la vez.

Me sorprendí. Apenas pude con Liu y ahora me piden que ataque a tres maniáticos juntos. ¡Esto es una locura!

-JeJeff t-tú de-debes ir-ir-irte.

-¿Por qué? No me entrometeré, no soy estúpido-respondió de mala gana y se acomodó en la pared, con los brazos cruzados-. Seré un espectador jejejej.

Los Proxys miraron al mismo tiempo a Slenderman. Su mayor no se inmutó, aunque tampoco puede decir mucho.

-So-solo intenta es-es-esquiva-varnos por esta ve-vez.  De a-allí ve-veremos qué ha-hacer más a-adelan-adelante.

Solo me dispuse a asentir y me posicioné con un pie delante y los puños preparados. Realmente no tenía la menor idea de lo que se debía hacer en estos momentos.

Ticci-Toby me sonrió, algo nervioso, y de repente su sonrisa se esfumó. Sus hombros colgaban de su cuerpo, al igual que los de Masky y Hoodie, como si fuesen títeres. El primero en moverse fue Masky, sin emitir ningún sonido. Fue directo hacia mí y preparó su puño. Lo esquivé por poco, sintiendo cómo su velocidad cortaba el aire.

Miré impresionada un corto momento, ya que rápidamente se incorporó y volvió a amagar para un golpe, el cual recibí sin darme cuenta. Caí sentada y éste quiso aplastar mi cabeza, ¡estaba demente! Di un giro entre las malezas del bosque y me incorporé con rapidez. Miré la pierna de Masky a mi lado y la tomé, atrayéndolo hacia mí para desequilibrarlo, y lo hice; su cuerpo pesado cayó sobre el mío entre el pasto. Miré sus ojos debajo de la máscara, y no noté más que unos ojos apagados, sin vida o emociones. Sonreí brevemente, pasando mis dedos por el borde de su máscara, e inmediatamente acompañé mi acción con una patada en medio de su estómago, sacándolo de encima mío.

Masky se fue hacia un costado, adolorido. Pero al instante alguien me tomó por la espalda y tomó mis brazos, dejándome inmóvil. No escuché que hablara, debía ser Hoodie. Mi forcejeo fue débil a comparación de su fuerza, y distinguí unas manos hábiles jugando con sus hachas. Ticci-Toby se acercaba hacia mí. Su cuello crujía una y otra vez, con un sonido escalofriante. Su googles no me permitían ver su mirada, pero con acercar sus hachas sobre mi cuello no necesité más para saber que debía hacer algo.

Mis pies estaban libres, por lo que le pisé ambos pies a Hoodie, pero este no se inmutó. Pude oír una risa socarrona de parte de Jeff, quien miraba al fondo. Lo miré y este señaló su cabeza varias veces, sin borrar esa sonrisa astuta de su rostro. Era cierto, tenía que pensar.

Pero eso no fue posible ya que Hoodie me volcó en el piso, me dio una fuerte patada en las costillas, como venganza por lo ocurrido con su compañero y Toby se posicionó sobre mí, con ambas hachas cruzadas por mi cuello. Yo lo miré, sorprendida y adolorida a la vez, ese golpe me dejó muerta en el piso, y forcejear con Toby no serviría de mucho. No me quedó otra cosa que darle un puñetazo en su rostro. Su mejilla giró, pero no pareció afectarle. Se quitó su bozal poco a poco y dejó a la vista una sonrisa amplia y psicópata... Nunca lo vi sonreír de esa forma.

Se acercó hasta mi oído y susurró, para mi sorpresa, sin tartamudear y con una voz ronca.

-El dolor solo lo sienten las personas cobardes...

Sus brazos se levantaron al mismo tiempo, con sus hachas preparadas y bajaron en dirección a mi cuello con una velocidad increíble...

-¡SLENDERMAN!

El grito de Jeff fue lo único de lo que me percaté antes de que Toby se quedara helado sobre mí, con sus hachas presionadas en mi cuello, pero sin haberme hecho más daño que un simple hilo de sangre. Parpadeó varias veces y luego, al ver la situación, se apartó de repente de encima mío y tiró sus hachas al césped.

-¡_____! Lo-lo-lo...lo si-sien-to yo-yo-yo...

Masky se acercó junto a Hoodie, claramente adolorido por la patada que logré darle. Yo aún estaba tirada, sin saber qué hacer o decir... Casi muero por un entrenamiento... ¿Qué les había picado a los Proxys?

-Ya te hubieran matado-comentó Masky.

-¿Q-...quienes?-pregunté sin saber bien qué responder.

-Los ayudantes de Zalgo. Eres inservible con tu defensa personal, y tendremos que trabajarlo a fondo-sin más que decir miró a Slenderman, asintió con la cabeza y se retiró hacia la cabaña, seguido de Hoodie.

Ticci-Toby levantó sus hachas y me miró, arrepentido, antes de marcharse con el resto.

Jeff se acercó y me ayudó a levantarme. Él le gritó a Slenderman que los Proxys pararan, ¿entonces Slenderman los manipula? Lo miré agradecida de que me haya ayudado, pero él solo me miró con seriedad.

-Te entrenaré yo. Soy el mejor asesino de todos estos, y también tu hermano. Debo enseñarte al menos... Pero no creas que me superarás jejejjej.

Asentí, más aliviada con su comentario. Si él me ayudaba, posiblemente sobreviva unos días más.