Capítulo 26: Calvin el sacerdote

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Se suponía que seguía castigada y tenía prohibido ver a Calvin, mi mamá se enfadaría muchísimo ¡estaba en mi habitación!

—Es mi mamá —susurré agarrándolo del brazo para levantarlo de la cama, corrí al closet pero era muy pequeño, debajo del espejo, detrás de la peinadora, no podía ocultarlo.

Calvin señaló la cama y se tumbó al suelo hasta deslizarse debajo, cuando de repente la puerta de mi habitación se abrió y yo me quedé ahí parada frente a mi cama con las manos en mi cintura y mis mejillas comenzando a cosquillar.

—Hola mami, ¿Cómo te fue en tu cita con la sacerdote Calvin? Perdón... Requena, quise decir sacerdote Requena...

Mi mamá tenía el ceño débilmente fruncido y se encogió de hombros con una pequeña sonrisa.

—Era una reunión en la iglesia, estuvo bien —dijo—, ¿Qué estabas haciendo?

Escuché un teléfono vibrar, no era el mío debía de ser el de Calvin.

Mierda.

—Debe haberme llegado un mensaje —expuse— ¿Que qué estaba haciendo? Nada, estaba dando volteretas en mi cama, vi en un programa de televisión que funcionaba para atraer la buena suerte, así puede que la UIC me envíe otra carta de aceptación diciendo que reconsideraron mi oferta...

Mi mamá abrió un poco más la puerta y aguanté la respiración de que entrara y viera a Calvin oculto ahí debajo de la cama.

—Bebé —murmuró con un poco de lástima—, estoy segura que podrás estudiar eso que tanto deseas, solo debes pedírselo a Dios de todo corazón, y él puede hacer el milagro.

¿Él podía?

—Se lo pediré antes de dormir —prometí—, buenas noches mamá, te amo...

—Yo a ti —dijo con una débil sonrisa—, y cierra la ventana, la brisa está muy fría.

Mi madre cerró la puerta y solo entonces pude soltar un fuerte suspiro de alivio, Dios mío, eso había estado muy cerca.

Me apresuré a pasarle el seguro a la puerta mientras Calvin salia de debajo de la cama y sacaba el teléfono de su bolsillo lanzándolo a la cama.

—Es tan típico que suene un teléfono mientras estás oculto —susurró Calvin girando los ojos.

—Ocultar a un chico debajo de la cama creo que es el cliché de la chica desaliñada.

—No lo creo, ya no eres desaliñada —dijo Calvin—, y no es como si fuera tu novio.

Definitivamente ya no me parecía graciosa la situación, que enfatizara que no era mi novio marcaba mucho la linea entre los dos.

— ¿Te veo mañana? —continuó Calvin.

¿Cómo podía seguir insistiendo en vernos?, quería alejarme de él, necesitaba desistir de que me gustara.

—Claro, así cuando vea mañana a Brian, podré decírtelo y podrás aconsejarme —murmuré fingiendo alegría—, aunque sinceramente nunca planeamos algo mas allá después del plan de robarle el novio a Trami y hacerla sufrir.

—Pues conócelo, no te mentiré, a mí me sigue pareciendo todo un superficial, pero si sigues enamorada de el, entonces dejate llevar...

Al parecer de verdad yo no le interesaba, confirmarlo y comprenderlo por fin, me destrozaba.

—Claro, siempre fue mi primer Crush —esas palabras se sintieron agrias en mi boca—. Deberías irte...

—Sí... yo, te veo mañana —murmuró acercándose a mí, su mano rodeo mi cintura y sus labios se acercaron a mi rostro, pero yo fui más ágil y giré el rostro de modo que sus labios chocaron contra mi mejilla.

Él fue mi crush primero(#1) [Completo]Where stories live. Discover now