Él me sonrió, una sonrisa que derretía a cualquiera, o al menos a cualquiera con el nombre de ______ Dawson. Me acerqué a él y le besé la comisura de los labios, aunque él me tomó de la cadera acercándome a él y me besó ardiente. Fue en busca de una corbata y terminó de vestirse frente al espejo, yo lo miraba atenta, atenta a cada uno de sus movimientos. Observé su rostro, sus ojos mieles, sus labios deseables, su cuello largo, sus manos atando el nudo de la corbata color azúl. Él sonrió mientras me miraba a través del espejo, luego se acercó a mí y volvió a besarme, yo puse mis brazos alrededor de su cuello y él me rodeo la cintura. -Te veo en la noche. -Susurró sobre mis labios y yo asentí.- Tienes que ir por las compras. -Sí, me encargaré de eso. ¿Camille regresó? -Hoy, en no más de una hora. -Se alejó de mí y se dirigió a la puerta de la habitación.- Y _____, estuviste increíble anoche. Sonreí mientras veía al hombre más hermoso que mis ojos vieron alguna vez, salir por la puerta para ir a su más famosa empresa. Sí, él era Justin Bieber. Me dirigí a su baño como si fuera el mío y me duché rápido, me vestí sencilla y comencé con el trabajo. Primero ordené las ropas que anoche nos habíamos sacado y las llevé a la lavandería, cambié las sábanas de la gran cama King de Justin y luego aspiré su habitación. No había mucho que hacer en su dormitorio porque el día anterior Scarlette y yo habíamos hecho un aseo profundo. Se escuchó el ruido de la puerta y supuse que sería Camille, una chica de veinte años que volvía de sus merecidas vacaciones. Parecerá absurdo tener a tres mujeres al servicio de limpieza en una sola casa, pero no señores, no era una sencilla casa. Si no que era la mansión de Justin Bieber. Mientras Scarlette se dedicaba completamente al gran jardín delantero y trasero del lugar, Camille era la encargada de la cocina y también de hacer el aseo al igual que yo, que limpiaba y me encargaba de las compras. Camille subía las escaleras para ir a su habitación seguramente -sí, cada una de nosotras tenía una habitación- y me la topé en el pasillo. -¡Volviste! -Ella asintió sonriente y me saludó de beso en la mejilla. -Fue increíble. ¿Cómo va todo por aquí? -Muy bien, cansador porque me ha faltado tu ayuda. -¿Y con Justin? -Mejor de lo que esperaba. -Ella asintió sonriente. -Ten cuidado. -Camille, realmente si me vas a dar consejos dime la razón. -Es... ____ no puedo. Confidencial, firmé un contrato y... -Ya. -Giré los ojos.- No soy una niña. -Como sea. ¿Pidió algo en especial él? -Se refirió a la comida, era la misma pregunta de casi todos los días. -No, yo iré por las compras. Camille asintió y yo fuí hasta la cocina, saqué la lista de compras guardada en un cajón y tomé el dinero que Justin había dejado anoche en la mesa para las compras. Salí y me subí a mi auto para ir al mercado. Mi celular vibró. -¿Hola? -_____. -Sentí un calor atravesar mi cuerpo al oír su voz, tal cual como el primer día.
Flashback
-Tú eres ____ Dawson. -Sentí un calor atravesar mi cuerpo, mi nombre en su boca sonaba tan... Sexy. -Sí, señor. -Veinte años, de California, estudió administración de empresas... -Leía mi currículum y un informe que realmente no sé de que lugar sacó.- Muy buenos colegios, señorita Dawson. -Gracias. -Mejor puntaje nivel nacional... ¿Por qué no siguió en la universidad? -Me puse nerviosa, ese era un tema privado el cual no quería hablar. -Problemas personales. -Él asintió. -Trabajaste como cajera en una cafetería, y cuidaste niños por la noche. -Asentí. -Disturbios en vía pública. -Frunció el ceño, ¿De dónde obtuvo esa información?- ¿Se puede saber la razón? -Eh... Una huelga. -Dije evitando detalles, asintió. -Tu padre falleció hace dos años. -Mierda, ese tema no quería hablarlo, ese no. Me miró fijamente y por más que quise, no pude ocultar mi cara triste.- Vives lejos de aquí, ____. -Sí, una hora apróximado. Disculpe, ¿De dónde obtuvo toda esa información? -Él sonrió. Y si estaba nerviosa cuando había llegado, ahora con esa sonrisa sentía que me derretía. -Soy multimillonario, ____. Puedo obtenerlo. ¿Por qué quieres trabajar en mi hogar? -Oh. -¿Qué decía? ¿Qué era para poder entrar en su cama? Claro que no.- Necesitaba un empleo, y estoy disponible los siete días de la semana. -Camille me habló de ti. -Asentí. -Es una amiga de muchos años. -Así me dijo, ¿No es por ella que entrarás? -¡No, claro que no! Es por ti. -No. -Me limité a responder. El tiempo con este hombre pasaba lento y no quería más preguntas. -Ya veo... ¿Trabajarás a tiempo completo? -Asentí y él sonrió.- Excelente. -Tomó su teléfono de escritorio y marcó un número.- Habla Bieber, ya está... Ahora. -Colgó y me miró sonriente, oh Dios esa sonrisa, le sonreí de vuelta, bastante nerviosa. -¿Alguna otra pregunta? -Mordí mi labio. -Troy West vendrá a hacerte un examen sicológico. -¿Pretendía que estoy loca? Oh, claro. El típico examen de sicología antes de ingresar a un nuevo trabajo. El golpe leve a la puerta me alejó de los pensamientos. -Pase. -Un hombre de unos cuarenta años se asomó, Justin se levantó de su silla y salió de la habitación. -Buenos días, soy Troy West. Esto será rápido, comencemos. Luego de unos veinte minutos ya me encontraba fuera de la gran mansión de Justin Bieber con una sonrisa gigante en mi rostro, tenía el empleo. Cuando subí a mi auto solté un gran suspiro que no sabía que había contenido, recordé el tacto de su mano al saludarme y despedirse, sus ojos mirándome fijamente, y su sonrisa perfecta. Dios, este hombre era lo más cercano a la perfección.
Fin Flashback
-Sí, ¿Pasa algo? -Sentí su sonrisa al otro lado de la línea. -Esta noche vas a cobrar. -¿A qué se refería? -¿Por, señor? -Era ridículo llamar a Justin por Señor Bieber, siendo que cada noche gemía su nombre sin vergüenza. -Me has dejado una hermosa marca en el cuello. -Abrí mis ojos de golpe y casi pierdo el control del auto. -Lo... Siento. -Aunque realmente no lo sentía. -Oh, no lo haces. -Sonreí.- ¿Fuiste por las compras? -¿Por qué siempre me llamaba por teléfono para preguntarme cosas así? Según Camille él jamás llama a sus empleadas, y ella sabe de esto, trabaja con él desde los dieciocho. -Voy por ellas. -Está bien. Y ____, no quiero volver a escucharte hablar con Camille de lo nuestro. -¿Cómo lo supo? Parece ser cierto que las paredes tienen oídos. -Eh, yo no... -No vuelvas a hacerlo. -Asentí aunque él no podía verme. -Sí, señor. -Me encanta oír esa frase de tu boca. -Oh por Dios a mi me encata escuchar mi nombre en su boca. -Sí, señor. -Oí su risa del otro lado. -Tengo una reunión, te veo en la noche. -Hasta luego. -Colgué y seguí mi camino con las piernas como gelatinas luego de escuchar su voz, y por saber que sabe que habló sobre él y yo con Camille. De todas formas esta mañana no dije nada fuera de lo normal. Tal vez me escuchó en otra ocasión, suspiré.
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ESTE CHATPER VA DEDICADO A @Niallgirlbabe. GRACIAS POR LA PORTADA TE QUEDO MUY CHIDA
