Capitulo 1: Un Deceso Mortal

Start from the beginning
                                    

Adriana era mi mejor amiga desde preescolar. Con sus lindos ojos negros tan expresivos, el cabello lacio marrón que se prolongaba en una sola capa casi hasta su cadera. Era de tez morena, un poco más alta que yo y con un cuerpo de infarto, no esquelético como la mayoría de las chicas en la escuela, ella tenía curvas y gracias a su estatura le sentaban de maravilla.

Después de mi madre ella era lo único que tenía.

- ¿Qué pasa? - dije un poco aturdida por mis pensamientos.

- ¿Cómo sentiste el examen? - Adriana no era fanática de los exámenes, pero no era tan mala.

- Pues... fácil- mentí. Durante todo el examen mi cabeza estuvo dando vueltas pensando en mi madre. Tenía una sensación extraña en el pecho y la aspirina empezaba a perder efecto, así que no logré concentrarme en el examen.

- Ash, eres una matadita presumida - dijo con un tono de burla en su voz.

Sonreí y traté de poner atención a la clase.

Después de el examen nos tocaba la clase de literatura del Sr. Stader.

El Sr. Stader era bastante joven para ser maestro, apenas unos cuantos años mayor que yo. Era un verdadero erudito, el graduado más joven de su generación en Yale. Era realmente guapo y extrañamente simpático.

Sonreí a medias ante ese pensamiento.

Justo cuando levanté la vista para ver al Sr. Stader la directora Donger entró al salón.

- Buenos días Sr. Stader, siento interrumpir su clase, pero ¿podría hablar con usted en el pasillo por favor? - dijo con tono de angustia en su voz.

-Claro que sí Srta. Donger - dijo él un poco confundido –. Chicos, repasen lo que está en el pizarrón. Ahora vuelvo – y ambos salieron del salón.

Todo el lugar se llenó de ruido inmediatamente.

- ¿Qué crees que haya pasado? - dijo Adriana volteándose hacia mí.

Me encogí de hombros.

- ¿Amenaza de bomba? - dije algo burlona.

-Eres hilarante Kat – dijo Adri rodando los ojos. Ambas nos miramos por un segundo y después nos reímos.

Adriana estaba a punto de articular una palabra cuando el Sr. Stader entró al salón.

-Srta. Lander, ¿podría venir un momento por favor? - dijo con un tono de frustración en su voz.

El salón se quedó en completo silencio de repente. Le di una mirada rápida a Adri de "¿qué pasó?" y ella me miró diciendo un "no lo sé" con sus ojos.

Me levanté de mi asiento y todas las miradas se posaron sobre mí mientras avanzaba hacia la puerta.

- ¿Hice algo malo? - pregunté desconcertada.

-No, no no no, claro que no- dijo la directora Donger.

-Es... otra cosa - contestó el Sr. Stader. Pude notar algo de tristeza en su mirada.

El efecto de la aspirina se había pasado y yo estaba poniéndome muy nerviosa con las miradas de los profesores.

-Entonces, ¿qué pasa?

-Es... tu madre - dijo el Sr. Stader.

- ¿Mi madre? ¿qué pasa con ella? – dije arqueando la ceja. La sensación que había sentido en el pecho toda la mañana se intensificó.

- Katheryn tranquila ¿está bien? Necesito que estés calmada – no entendía por qué decía eso. La última vez que me habían llamado de esa forma había sido 3 años atrás para decirme que a mi padre le había dado un ataque fulminante al corazón mientras iba de regreso a casa.

Nada Es Para SiempreWhere stories live. Discover now