Permaneció sobre el frío suelo durante unos minutos, con su cuerpo temblando bajo la lluvia. No moriría por ello. Al menos él lo creía así.

La pequeña pantalla entre sus dedos se iluminó, una lágrima resbalando por su mandíbula segundos antes de rechazar la llamada.

Contuvo la respiración. Quizá tanto que su cabeza comenzó a dar vueltas, quizá también porque todo aquello estaba siendo demasiado para alguien tan herido como Kim Taehyung.

Golpeó el aparato contra el piso débilmente cuando volvió a sonar.

¿No podía dejarlo en paz?

Se hizo un ovillo en el suelo, se rodeó con sus brazos, al menos lo suficiente para no sentir frío su rostro.

Cerró los ojos.

--¿Estás bien?

--Vas a alterarlo, déjame hacerlo --oyó un bufido--. ¿Estás bien?

Presionó los ojos antes de abrirlos debido a la intensa luz.

Una habitación blanca, la misma que el pelirrojo había mencionado aterrado. Una clínica, quizá un hospital, no quería saberlo.

Llevó una de sus manos a sus ojos, queriendo acelerar el proceso de acostumbrarse a la iluminada habitación.

Era irónico que Taehyung odiara los hospitales si era él quien debía ser atendido, sin embargo había escogido aquella como su vocación desde la secundaria.

Taehyung asintió, no sintiéndose capaz de hablar debido a su garganta seca y sus labios lastimados luego de haberlos mordido demasiado.

--NamJoon casi muere del susto --suspiró el rubio--. Y yo... Mierda, Taehyung, a veces siento que debo ponerte una correa.

El pelirrojo asintió con una pequeña sonrisa, aclarando los pensamientos en su cabeza antes de poder formular palabra.

Y no hacía falta que Jimin le diera aquella mirada porque Taehyung ya sabía que hablarían, quizá demasiado para su gusto, pero era necesario.

NamJoon acarició su rostro, captando los ojos hinchados de su hermano, quien desvió la mirada cuando supo que el mayor le daría una reprimenda.

--Voy a castigarte.

El menor asintió con los ojos las mejillas rosadas, sintiendo decepción de sí mismo por siquiera pensar que el cariño de ambos no era suficiente.

--Espero que sea por mucho tiempo, hyung --sonrió con los labios de nuevo entre sus dientes. No estaría mal si se quedaba en su habitación por al menos una semana.

--Jungkook también esta aquí. Supongo que quieres verlo --susurró en su oído, alejándose para darle su espacio.

El pelinegro caminó hacia él con las manos hechas puños, notando como Taehyung quiso evadir su mirada.

--¿Por qué estás aquí? Te veías muy cómodo en la fiesta.

--Jungkook te trajo aquí, él fue el contacto más reciente --explicó NamJoon, pero al no recibir respuesta, supo que debía limitarse a ver la escena.

Taehyung no tardó en hacerse una idea de lo que había ocurrido.

--Lo siento.

--Ya había escuchado eso antes, no te molestes.

Jungkook captó sus ojos, pero solo bastaron unos segundos para que el menor lo empujase débilmente cuando intentó tomar su mano.

--No diré que puedo explicarlo porque no sé por qué lo hice, solo pasó y yo solo...

--No quiero escucharte.

Taehyung se removió, presionando la cabeza con el respaldo de la cama. Gruñó.

--Yo solo me dejé llevar.

--Está bien --sonrió sin gracia--. Solo vete.

--Lo siento --murmuró, haciendo caso omiso a las palabras del pelirrojo.

--¡Maldita sea! ¿No lo entiendes? Solo vete --Taehyung habló, bajando la cabeza porque diablos, era muy pronto para dar la cara--. No arruinaré tu reputación, no iré por allí contando lo nuestro si es lo que te preocupa. Gracias por traerme aquí, pero haré las cosas por mi cuenta desde ahora. Buena suerte, Jeon.

El pelinegro asintió, rendido porque no podía interpretar de una mejor forma esas palabras. Rechazo.

Suspiró.

--Es bueno que no haya sido algo grave, cuídate, Kim --sonrió apenas--. Yo ya no estaré para hacerlo.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora