CAPÍTULO 28

10.2K 1.1K 264
                                    


El silencio inundó la habitación de hospital, el estruendo de la puerta siendo azotada, otorgándole un final a la escena que el pelirrojo se encargaría de repetir en su cabeza las próximas horas con el fin de probarse que alguna vez tuvieron algo.

Y era cruel saber que solo bastaban dos minutos para que Jeon lo echase de su vida, pero al menor le tomaría al menos un mes sentirse mejor.

"Te lo dije, bebé. Nadie va a quererte si no llevas unos pantalones ajustados contigo"

Taehyung se recostó sobre las almohadas blancas, presionando los ojos ante las ligeras punzadas de dolor en su cabeza.

"Debo terminar contigo, Minjae"

--Pensé que ustedes estaban... bien --bufó NamJoon, recorriendo los cortos pasos que lo separaba de su hermano, pero frunció el ceño cuando este se negó a devolverle la mirada--. Jungkook estaba muy preocupado por ti, no lo entiendo.

--No significó nada para él. ¿Por qué a mí debería importarme más?

"¿Por lo que pasó? ¡Vamos, bebé! Pensé que conocías tu lugar"

--¿Sucedió algo en la fiesta? --interrogó Jimin y el pelirrojo negó con la cabeza. No iban a hablar de aquello ahora.

Llevó ambas manos sobre su regazo, entrelazando y peñizcando sus dedos en señal de nerviosismo al tener dos pares de ojos sobre él. Se sentía tan pequeño estando allí. Tan débil.

Y para cuando por fin notó el atuendo celeste que llevaba bajo las sábanas blancas, intentó levantarse para buscar su ropa.

--Estoy bien.

NamJoon alzó una ceja, no creyendo por completo aquello. Nadie iba a creerle mientras aún tuviera los ojos hinchados.

Llevó las manos a la parte inferior de su cabeza, rogando por no encontrar señales de una protuberancia y así fue, tiró las sábanas a un lado para revisar su pantorrillas, solo descubriendo marcas moradas en su piel.

--Ya podemos irnos, quizá contraiga un resfriado, pero eso es todo.

No por nada Taehyung estaba a un año y medio de obtener su título como doctor.

--Podremos irnos cuando un doctor te revise. Uno graduado.

Taehyung bufó, pero antes de que pudiera replicar, un hombre con bata blanca irrumpió en la habitación.

--¿Kim Taehyung?

Asintió.

Llevaba el cabello oscuro, quizá era más alto que el promedio, una sonrisa encantadora, labios gruesos y una carpeta gris en sus manos.

--Un gusto, soy Kim SeokJin --reverenció ante los presentes, entrecerrando los ojos mientras observaba con detenimiento las hojas dentro de la carpeta--. Necesito que alguien vaya a llenar la información necesaria. La recepción no está lejos.

--Es un gusto, soy Kim NamJoon --extendió una de sus manos hacia el hombre, quien sonrió abiertamente al tomarla--. Iré a llenar los papeles.

SeokJin asintió, no apartando la mirada hasta que el hombre desapareció por completo de su campo de visión.

--Ya recibí los resultados de las placas, solo para asegurarnos de que no haya ninguna fractura de por medio.

--¿Ya puede irse?

--En efecto, pero si presentas alguna molestia en los próximos días, regresa de inmediato.


Jungkook suspiró adentrándose en su casa, asegurándose de no hacer ni el más mínimo ruido al cerrar la puerta, rogando por no toparse con su madre cuando decidió ir por algo de agua.

--¿Fue una buena fiesta? Yugyeom insistió en que no fuéramos --rió su madre--, pero no podría dormir antes de que estuvieras en casa.

Jungkook suspiró, y es que el cosquilleo en su nariz era una verdadera molestia que solo provocaba que sus ojos ardiesen.

--Supongo que sí lo fue --echó el líquido en el vaso, limitándose a decir lo necesario porque debía ir a su habitación y dormir lo que le quedase antes de la universidad.

--¿Todo bien, cariño?

--Discutí con Hoseok.

No era del todo falso, ya que su amigo probablemente no le dirigiría la palabra por los próximos días. Jungkook sabía muy bien sobre el profundo desagrado que Hoseok le tenía a las mentiras.

--¿Hubo una razón en específico? --preguntó la pelinegra, tanteando el terreno, pero al no ver un cambio en su expresión, continuó--. ¿Una muchacha quizá?

Vio a su hijo tensarse, pero terminó por negar.

--Hice algo malo --susurró, abultando los labios sin siquiera notarlo--. Yo... hice algo muy malo y él no va a perdonarme.

Aquello era lo que obtendrías de Jeon si presionabas, solo una parte de la verdad, pero nunca más que eso.

--Ustedes han sido amigos desde siempre, sí lo hará.

--¿Aunque lo haya lastimado demasiado? --preguntó, dejando salir una risa sin gracia--. ¿Aunque no valiera la pena hacerlo? Soy malo para él, mamá. Todo lo que hago está mal. Todo lo que hago lo lastima.

Jungkook cayó de rodillas, quizá la impotencia de no poder hacer nada para conseguir aquel juguete nuevo en la cima del estante. Dejó salir solo una lágrima porque nunca nada se le había sido negado, sin embargo le era imposible alcanzar aquel juguete roto y usado por su cuenta.

--Son las cuatro de la mañana. Duerme un poco y te diré cuando ya sea hora, ¿bien?

El pelirrojo negó, dándole una última mirada a su móvil para luego ponerlo sobre la mesa a su lado.

--No iré a la universidad. Nos vemos mañana, Jimin.

--Pensé que querías irte de aquí --replicó.

--Quiero ir a casa. Será difícil caminar con la pierna así.

--Buen intento, pero ambos sabemos que lo único que quieres es no verlo, pero ¿te digo algo? Deberías demostrarle que estás bien, que lo que sea que haya sucedido no te afecta.

Taehyung puso una almohada sobre su rostro y cubriéndose con las sábanas hasta sus hombros.

--Sé que duele, pero si me lo dices ahora, te sentirás mejor cuando hayamos terminado de hablar, ¿bien?

Sintió brazos a su alrededor, y aunque el pelirrojo negó, el rubio le ofreció el tiempo necesario para que comenzara a hablar.

--Fui tan estúpido, estuvo frente a mí todo el tiempo y aún así no pude ver que era una farsa --rió con sus ojos aguándose--. Fue tan ingenuo por creer que alguien iba a amarme.

--Mírame --bufó cuando el menor se encogió--. No importa si Jungkook y Minjae no fueron capaces de ver la valiosa persona que eres porque yo lo veo puedo verlo. A veces quiero guardarte solo para mí, para que nadie pueda lastimarte. Para que yo pueda cuidar de ti. ¿Me dejarías hacerlo?

--Incluso teniendo dieciocho debes cuidarme. ¿Cuando dejaré de ser tan débil?

--No seas tan duro contigo, todo esto algún día te hará más fuerte. Lo prometo --extendió su dedo meñique hacia el menor--. Créeme.

El pelirrojo enredó su meñique con el de su amigo, tratando de ignorar la lágrima que resbalaba por su mejilla.

--Estarás bien, si no confías en ti mismo, al menos confía en mí. Todo estará bien.

El menor giró, ocultando su rostro en el pecho contrario con los brazos ajenos rodeándolo. Taehyung inhaló profundo, la escencia masculina que Park Jimin usó esa misma tarde quedando en evidencia cuando el menor hundió la nariz en su camiseta, consiguiendo por fin descansar bajo la suave respiración del mayor sobre su cabello.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVWhere stories live. Discover now