La Persona Superior a Dios.

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Prologo: 8 Caminos.

Una nueva mañana iluminaba a Ciudad Academia con tanta calidez que podría derretirla.

Ubicada al oeste de Tokio, Japón, la ciudad era la cúspide de avances científicos con 30 años de ventaja que el resto del mundo.

Pero fuera de eso, lo más interesante de Ciudad Academia era el peculiar programa de desarrollo ESper; un programa diseñado para crear habilidades sobre humanas desde cero con nada más ni nada menos que con ciencia pura. Para un amante de la ciencia ficción, estás habilidades caían en la categoría de "psíquicas", todo debido al concepto de como la Realidad Personal podía afectar al desarrollo de la habilidad.

Como su nombre lo indicaba, la ciudad estaba llena de academias para los jóvenes ESper de los cuales solo un 20% recibían clases comunes. La población era muy variada: desde usuarios de Meltdowner, Electro Masters hasta... Jóvenes "ordinarios", los Nivel 0.

La mayoría de estos Nivel 0 vivían de forma tranquila a la espera de desarrollar su habilidad ESPer mientras estudiaban, otros caían en malos pasos... y luego estaba este sobre el que cae el reflector.

—Déjame ver si entendí... ¿Othinus y tú intentaron cocinar?

De nombre Kamijou Touma, era un estudiante "promedio" destacado por una cosa: su mala suerte.

Aquellos que sabían la verdad creían que su mala suerte era causada por la misteriosa fuerza que residía en la mano derecha de Kamijou, una "habilidad" o "poder" que negaba tanto poderes ESper como magia y por consecuencia, a las bendiciones de Dios o las maldiciones de Satanás.

Llevaba por nombre Imagine Breaker.

—¿Y bien? Estoy esperando una respuesta —el chico con cabello de erizo preguntó esto mientras apretaba tan fuerte los dientes que, sin darse cuenta, se había retirado una pequeña capa del labio.

—... Si...

—Y entonces, Orsola llamó, solo para saber cómo estaban las cosas por acá.

—Aja...

—Por causa de eso, tú te distrajiste en la llamada mientras Othinus escapaba de Sphyx, por ende, no le puso atención a la comida y está se prendió fuego junto con una veinticinco por ciento de la cocina...

—Si... así pasó...

La persona con la que Touma estuvo hablando todo este tiempo era una monja de rizos plateados vestida con un hábito blanco lleno de bordados dorados que la hacían parecer una taza de té.

Su nombre era desconocido, pero siempre se referían a ella como Index y a la misma ya le parecía algo común.

—Comprendo.

Con el sonido de "thump", el chico estrelló la puerta del departamento al salir con una cálida sonrisa en su rostro.

Eso no era buena señal.

—Parece que se lo tomó bien.

—¿Tú lo crees, Othin-?

—¡Lo sabía, esto es una desgraciaaaaaaaaaaa! —gritó a todo pulmón a los 4 vientos.

... ... ...

... ... ...

—Ya, ya. No es nada que no se pueda reponer

Una pequeña chica —demasiado pequeña, no pasaba de 13 centímetros— intentaba consolar a Touma mientras estaba tirado en el suelo sin energía.

Su nombre era Othinus.

Cierta Ilusión de un Dragón.Where stories live. Discover now