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—¿Te puedo contar un secreto, princesa?

Mi vida se había reducido a esto: un sótano si me portaba mal y a una habitación donde Ayato se aprovechaba de mi si estaba de buen humor.

Llevaba mucho tiempo aquí, ya había perdido la cuenta. Sólo sabía que un día pasaba cuando el sol se ocultaba por la ventana. También, me daba cuenta de la hora ya que Ayato volvía de la escuela y me podía dar una idea de que horas eran.

¿Qué estarán haciendo mis padres? ¿Seguirán buscándome? Sinceramente creo que ya no..

—¿Princesa, estas ahí ~? — volvió a preguntar cuando vio que estaba perdida en mis pensamientos.

Levanté la mirada y caí en cuenta que estábamos "comiendo". Él estaba a mi lado, con un poco de comida en su tenedor, quería alimentarme él, jamás me dejaba algo filoso a mi alcance, no sabía si era para su bienestar o simplemente para que no acabara con mi propia vida.

—¿Qué decías? — respondí en voz baja. Con este tiempo aquí, me había rendido a resistirme a él, así que... Me había rendido ya.

—Quería decirte algo importante, ¿Podrías acompañarme fuera?

—¿Fuera? — esa palabra me parecía extraña, algo muy lejano a mi realidad.

—Si, solo ven — dejó el cubierto y extendió su mano para así proponerme  tomar su mano.

Ya sin oponerme, la tomé y me levante de mi asiento. Mi ropa había sido cambiada a una pijama vieja de Ayato, así que podía lucir más normal para la gente de alrededor.

—¿De qué quieres hablar? — trague saliva y lo vi de reojo.

Me estaba llevando a la puerta trasera, jamas le había prestado atención así que no sabía que había detrás de ella. Seguí caminando junto a él, le quitó el seguro a la puerta y ambos salimos.

Habia un precioso y cuidado jardín justo ahí. Era muy lindo y con el atardecer en ese momento, lo hacía lucir más mágico. Habían muchos tipos de flores, muchas de ellas eran perfectas para esta estación y las hacían relucir más

—Quería mostrarte esto, estuve algo ocupado haciendo esto por ti. Se que.. Pronto será tu cumpleaños y quería darte algo especial, algo como... ¿Tu pequeño pedazo de cielo?

—Ayato...

No sabía que decir en ese momento, mis palabras se habían quedado atoradas en mi garganta, en el fondo sabía que no debía mostrar ningún agradecimiento hacia mí captor pero... ¿Porqué mi corazón late con fuerza?

—No tienes que decir nada, solo quiero que lo veas y lo disfrutes

Bajé mi mirada hacia sus manos, estas estaban algo maltratadas ; era la primera vez que me fijaba en pequeños detalles suyos. ¿Enserio se había tomado esa molestia solo para mí?

—No se que decir... Solo... Que es hermoso — continúe. Fijé mi mirada en la flor más cercana: un lirio que brillaba con la luz del atardecer.

—Vamos, siéntate — tomó mis dos manos y me llevó a una pequeña banca para dos personas, me sentó ahí y se colocó a mi lado — Pensé, que tal vez te gustaría ver algo más lindo, no solo una aburrida habitación

Ni que me lo digas... Llevaba atrapada mucho tiempo aquí, todo se me hacía monótono cuando dejé de intentar escapar.

—Y... Bueno, quería contarte algo...

—¿Hm? — lo mire de reojo y alcé una ceja, curiosa de lo que me diría esta vez

—Quiero explicarte porque eres tan especial para mí...

—Oh... — trague saliva y coloqué mis manos en mis rodillas, apreté los puños y bajé la mirada, no quería hablar de eso

—Desde siempre, e sido el inadaptado del lugar. Me criticaban y abusaban de mi, muy en el fondo esperaba que eso cambiara cuando me cambié de escuela, pero... ¿Sabes que sucedió? — me miró a los ojos y me dedicó una sonrisa  —No fue así.

"Verás, quizás no lo sepas pero Kuro no era una buena persona . Contigo podía fingir ser alguien amable, sin ningún defecto pero... Cuando te dabas la vuelta, le encantaba molestar a la gente débil como yo"

"Hizo muchas cosas de las que nunca supiste, él no quería que lo odiaras tanto como yo lo hacía, así que dije: ¿Porqué no deshacerme de una basura como él?"

"Tu fuiste la que me dio esa motivación, tu fuiste la única que se acercó a mi sin querer nada a cambio, fuiste tu... Tu me ayudaste a soportar esos días de angustia que me hacía pasar tu amado Kuro."

Habia escuchado esos rumores... Pero me negaba a creerlos. Kuro había sido una persona amable conmigo todo el tiempo, yo... Lo conocía desde pequeña, y pese a eso... No sabía nada de él

—Solo se que... Ahora todos a los que molestaba les va mejor, pese a que "sufrieran" su pérdida, ahora quedó completamente en el olvido.

—Por favor... No digas eso — seguí apretando los puños hasta que mis nudillos quedaron blancos y mi mano doliera por culpa de mis uñas.

—¿Porqué? Es la verdad, no quiero que te culpes por la muerte de alguien como él.

—Por favor... No quiero que lo insultes así... — quizás todo el tiempo en el fondo sabia que Kuro no era una buena persona, pero una parte de mi no lo quería aceptar.

—Supongo que ahora estas en negación pero.. Te puedo prometer algo :

En ese momento, Ayato tomó mis manos y me hizo mirarlo a los ojos cuando colocó una mano en mi barbilla. Él sonreía tiernamente e hizo que mi corazón latiera rápidamente

—Yo jamás te mentiré, te lo prometo. Yo soy la única persona sincera aquí...

Al verlo a los ojos, esa mirada tan sincera... Me hicieron creer en él, jamás me mentiría... No como Ryo...

Sostuve las manos de Ayato, justo como él sostenía las mías y las lágrimas salieron sin previo aviso.

Él sonrió y las limpió con delicadeza. Luego, colocó su mano en mi mejilla y me acercó a él para poco después unir nuestros labios en un beso.

Él... Nunca me mentiría.

Sick Love [YandereXReader] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora