EVAN, PUNTO DE VISTA.
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El viaje de regreso a nueva york fue agotador, en el trascurso del viaje me la pase pensando en Taissa, en sus suaves labios, en su piel provocativa y en sus ojos cautivadores, aunque por otro lado, también pensé en Emma… ¿Crees que se puede amar a dos personas al mismo tiempo? Yo no creía, pero con tantas cosas en mi interior ya no se en que creer.
Al llegar al departamento que compartía con Emma, me encontré en una soledad terrible, Emma no estaba y no sabía a donde habría ido. Desempaque mis cosas y me recosté en la cama, deje perder la mirada en el techo y recordé a Taissa sentada en mi regazo, tomando una corta siesta en mis brazos, queria mas de eso en este momento.
Quería saber cómo estaba así que le tome mi celular y le envié un corazón, mientras respondía, observe su foto de perfil, era una frase que decía “mientras más ames, más fuerte será el dolor futuro” ¿ella me amaba? Y ¿por qué no me lo ha dicho? ¿O es que acaso ama a alguien más? Miles de dudas y temores surgieron dentro de mí, no soportaría ver a Taissa con otro hombre, eso me encolerizaría y no conocía mis límites cuando me cegaba la ira.
Mis pensamientos fueron interrumpidos con el sonido de la puerta, Emma había regresado… Cuando entro en el cuarto me saludó efusivamente, como si no nos viéramos hace años.
Emma: ¡Bebe! (chillo)
Se tiro encima mío y me dio un beso, cuando se puso caliente la situación me aleje de sus labios y volvi a sentarme en el colchon suave.
Evan: Hey amor, ¿dónde estabas? Llegue hace como una hora.
Emma: Ouh Bebe, estaba de compras, te extrañe mucho.
Volvió a tumbarme en la cama, estaba ves me ataco con besos el cuello, me sentía incómodo, sabia a donde terminaría esto…
Emma: Te extrañe tanto… (Susurraba caliente)
Evan: Emm si… yo igual.
Permanecía inmóvil en la cama, no sabía cómo decirle que no quería hacerlo.
Cuando sus manos se deslizaron a mi cinturón me pare de un brinco.
Emma me miraba confundida y algo alterada.
Emma: ¿qué diablos sucede contigo?
Evan: Cariño estoy cansado, el viaje fue largo… comprende.
Emma me miro decepcionada. Yo me dirigí al baño para terminar con la situación incómoda. Me mire al espejo y frote mis manos con agua y jabón, me di palmadas en los cachetes y regrese al cuarto.
“Oh mierda”
Emma agarraba el celular con fuerza, en su mirada se reflejaba su profunda ira, su rostro estaba rojo, parecía tener bolas de fuego en los ojos.
Evan: Emma… sabes que no me agrada que tomes mi celular. (Trate de lucir como si nada pasara)
Emma me miro furiosa, me tiro el celular al pecho y se levantó de la cama, se dirigía hacía mí, me sentía como un ciervo cuando va a ser atrapado por su depredador.
Me pego una bofetada y me llamo desde “marica” hasta “hijo de puta”, la odiaba en estos momentos, cuando la ira se apoderaba de ella trataba de calmarme primero yo, porque si no lo hacía, tal vez podría golpearla e insultarla también.
Emma: ¿ASI QUE LA VISTE EN LOS ANGELES? ¿TE LA FOLLASTE? ¡PARA QUE LO PREGUNTO, LA RESPUESTA ES OBVIA!
Evan: Cálmate quieres… (Trate de sonar calmado)
Emma: ¡NO ME CALMARE PEDAZO DE BASURA! VETE CON ELLA ENTONCES, VETE DE AQUÍ, NO QUIERO VERTE.
Si eso era lo que quería, a mí no me molestaba, agarre mi maleta más grande y empaque de nuevo la ropa recien doblada. Ni siquiera sabía Taissa que había respondido, supongo que algo comprometedor. Detrás de mi escuche sollozos, me voltee para mirar a Emma quien lloraba en el suelo, al lado de la cama.
Evan: Sabes algo Emma… Estoy comenzando a cansarme de ti.
Tome la maleta, recogí el celular del suelo y al salir del apartamento cerré la puerta con fuerza. En el elevador, eché un vistazo a los mensajes de texto.
Taissa: ♥
¿Eso era todo? ¿Un corazón? ¿Qué tiene de malo un corazón? ¡AGH! Eso sí me encabrono, tanto drama por un puto corazón, Emma estaba comenzando a perder el juicio, tenía razón en todo lo que dijo, pero ¿con que argumentos me hecho a la calle?... Esta loca.
Llame a Dylan quien tenía un piso de soltero en Nueva York cerca del empire state, le explique lo que había sucedido asi que le pedí prestado su pequeño apartamento por unos días, mientras Emma se calmaba.
Dylan: por supuesto bro, llamare al recepcionista y le diré que te quedaras, relájate…
Evan: Gracias Dylan, en serio, te lo agradezco mucho.
Dylan: No hay problema.
Al colgar me dirigí al apartamento, el recepcionista me dio una copia de la llave que Dylan le dejaba por si no encontraba las suyas en medio de las borracheras.
Subí al onceavo piso, abrí la puerta número 11-13 y recordé instantaneamente aquel pequeño apartamento. Chimenea, cocina moderna, sala de estar con una gran vista, baño con jacuzzi y cuanto licor te puedas imaginar. Aquí me sentía mejor que en aquel departamento de mierda, decorado con flores y colores pasteles, todos elegidos por Emma… Vaya mierda, tal vez las personas tenían razón… Emma me manipulaba solo para conseguir lo que queria.
El teléfono vibro en mi bolsillo, espero que no fuera un mensaje de Emma suplicando que volviera porque esta vez no lo iba a hacer tan fácil… Pero no era Emma, era Taissa.
Taissa: ¿Por qué no respondes?
Evan: Lo lamento cariño, es solo que estaba conduciendo.
Taissa: Oh… Yo estaba tomando un baño y no tenía nada que hacer así que… me saque unas fotos… ¿quieres verlas?
Mi cambio de humor cambio en un segundo…
Evan: por supuesto que quiero verlas.
Taissa: no puedes enseñárselas a nadie más… son solo para ti.
