Susan Bones

Dumbledore

Su experiencia en el pequeño bote, en el cual también viajaban Hermione y otros de sus compañeros, fue corta pero fascinante, la oscuridad los envolvía en su trayecto por el lago pese a la lampara que colgaba en la parte delantera del pequeño bote, las estrellas se reflejaban en el lago dando una sensación de ensueño. Susan buscaba guardar cada pequeño instante en su memoria, cada aroma, sensación y sentimiento que le provocaba el saberse inscrita en el colegio Hogwards de magia y hechicería, con el cual fantaseo incontables veces en los recuerdos de su otra vida en un mundo donde existía la magia, pero no en la magnitud en la que existia ahora en ella misma. En su mundo la magia existió, era el conjunto de acciones llevadas a cabo con premeditación, era hermosa, pero no era real... o quién sabe, quizá siempre existió pero no fue participe de de esta.

Los botes guiados por la magia fueron llegando poco a poco a su destino, consecuentemente los pequeños magos desembarcaron uno por uno, algunos siendo ayudados por el semi gigante. Ya fuera de la barca y habiendo reconocido el lugar, en la cabeza de Susan solo había una escena que se empezaba a repetir en su mente, el segundo encuentro de Draco y Harry, el primero no fue tan bueno, pero con el segundo el pequeño elegido se ganaba a un rival...

La llegada de los fantasmas cautivó a la mayoría, incluida ella por lo que perdió el hilo de sus pensamientos y olvidó momentáneamente el hecho de el encuentro de los dos, cuando se dió cuenta la escena pasaba frente a sus ojos y la enemistad se había forjado. Pero tal cual recordaba, la minúscula riña fue detenida por la profesora McGonagall, una bruja apenas en sus 50 muy joven teniendo en cuenta la longevidad de los magos, Susan hubiera querido gritar o fingir asustarse por los fantasmas y que esa conversación nunca llegará a suceder, así quizá cada quien hubiera seguido por su lado, pero la fascinación por todo lo que veía la tenía un poco atontada, quizá eso siempre debió pasar, ella lo sabía bien... además necesitaba pruebas si quería ganar la confianza de su director.

Susan siguió a la profesora Minerva junto con los demás niños de primero para su calificación con el sombrero seleccionador, la euforia que sentía era inmensa, más se calmo y pensó fríamente, según pruebas que había realizado en su vida anterior ella debería ser o una Gryffindor o una Ravenclaw, pero ella, pese a todo quería traerles más alegrías a sus padres, Hufflepuff era su alma Mater y ella iría a esa casa. Por otro lado si llegaba a ser ingresada en la casa de los leones posiblemente el curso de la historia cambiase y ella terminaría haciendo cosas de las que seguro no se arrepentiria, pero eso no era lo correcto y eso era lo que menos quería, aún seguía pensando en el como salvaría a varios de sus magos favoritos sin que esto afectara al curso de su ahora realidad. Su tren de pensamiento se detuvo una ves la charla introductoria de la profesora termino con la llegada del grupo al gran comedor. Los dejo un momento en espera fuera de las puertas dónde encontraron más fantasmas entre ellos el fraile gordo de Hufflepuff el cual les dijo que esperaba verlos en su casa, a lo cual Susan asintió con su cabeza afirmativamente y dando una agradable sonrisa a lo cual el fantasma sonrió de vuelta. McGonagall llegó y los hizo formarce para posteriormente hacerlos ingresar al salón.

Era mejor de lo que siempre imagino, el techo iluminado por cientos de velas flotantes, a su lado Hermione susurraba lo del hechizo, los ojos de Susan se cristalizaron de la emocion, unos metros más adelante estaba el sombrero seleccionador, sacudió la cabeza y se centro de nuevo - wau - pensó - esto está siendo fascinantemente difícil - se quejo para si, pese a todo estaba tratando de vivir el momento lo mejor posible. El sombrero empezó su peculiar presentación y la termino lleno de aplausos provinientes de las 4 casas, cerca a ella escucho como Ron se quejaba de sus hermanos.

McGonagall comenzó a llamarlos, si no mal recordaba, la primera en subir sería Hannah Abbott y luego seguía ella. Ahora sí tenía los nervios de punta, que le diría el sombrero, se preguntaba. Hannah fue elegida una Hufflepuff... Su turno había llegado, antes de que la profesora llamara su nombre ya se estaba saliendo de la fila para que le colocarán el sombrero - a lo lejos la mirada curiosa de Dumbledore se asomaba por sobre sus lentes de media luna.