Anden 9 3/4

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Había llegado el día, los señores de la casa se levantaron muy temprano en la mañana a preparar todo lo que no terminaron de arreglar el día anterior, incluido un delicioso desayuno. Subieron las escaleras hacia la recamara que se encontraba el final de el pasadizo principal, se acercaron a la puerta sin hace ruido y la abrieron lentamente. La señora se adentró en la habitación, la cual gozaba de una tenue luz proporcionada por una ligera abertura de las largas cortinas color pastel situadas en el gran par de ventanas. Se acerco a la gran cama cubierta por un dosel que hacía juego con el color verde de las sabanas de la cama, la mujer de cabellera rojiza se metió entre las mantas y abraso fuertemente a quien se veía cubierta por estas, mientras le besaba la mejilla, el varón por otro lado se quedó parado con los brazos cruzados sobre su pecho mientras sonreía cálido – Es hora de levantarse, susy – dijo el, la mujer empezó a destapar a la pequeña quien aún dormitaba – vamos cariño, ven a desayunar con tus padres – le susurro al oído. La niña despertó y paso sus manos sobre sus grandes ojos color miel.

-Susy querida, Tu madre te preparo panqueques.

Solo vasto mencionarlos para que saliera de la cama. Mamá río por lo bajo y papá solo suspiro.

El desayuno acabo tranquilamente, papá empezó a recoger los platos y los dejo lavándose en la coladera con un simple hechizo, para el cual no tuvo que coger su varita. Mamá, por otro lado, empezó a arreglar el comedor, lanzando algunos encantamientos a la escoba y trapos. A su lado estaba yo, mirando con mucho entusiasmo una muestra más de como la magia era posible y parte de la realidad en nuestra vida diaria. El sentimiento de fascinación que está creaba en mi seguía presente cada vez que la sentía y presenciaba.

-lili, el uniforme de Sue está listo? - pregunto mi madre a ningún punto en particular mientras nos dirigíamos a mí habitación, con un puff la pequeña elfina apareció atrás de nosotras siguiéndonos el paso.

- todo está listo para la señorita Susy, mandan - contesto con su vocecilla un tanto chillona.

- gracias lili - Agradeciendo mi madre con una pequeña sonrisa.

- gracias Lil - la secunde, mi cuarto ya estaba perfectamente ordenado y con las cortinas abiertas, la luz se colaba por todos los rincones desde la ventana dando una mejor apreciación de mi pieza. Desde la ventana se podía apreciar el hermoso gran jardín de mamá lleno de flores de diferentes tamaños y colores, junto a un par te árboles que papá había hecho crecer para que dieran sombra a unas bancas donde solíamos pasar las tardes frescas en familia. Mientras yo andaba perdida en mis pensamientos, mamá había terminado de empacar algunas cosas más en mi baúl, el uniforme que lil dejo en mi cama ahora se encontraba en manos de mi madre - Mamá - la llamé, y vi como soltaba un poco el agarre de mis prendas y me sonrió dulce y amorosa, entonces sentí culpa, corrí hacia ella, la abracé y sonreí - te quiero mamá.

- oh mi querida Sue, no sabes cuánto te adoro - me abrazó con fuerza mientras llenaba mi frente de besos - ahora, vamos a cambiarte, el expresó de Hogwarts no espera a nadie - mencionó ella.

- lo sé - pensé.

Tardamos alrededor de 15 minutos en lo que mamá se sentía satisfecha sobre cómo me quedaba la túnica y otros 5 minutos para peinar mi cabello y ponerme una cinta de color negro con un adorno dorado que mamá escogido de los que Lili trajo junto con otros muchos más que resaltaban en mi pelo rojizo. Finalmente bajamos y encontramos a papá esperando en la puerta principal de la casa ya con su saco puesto.

- mi pequeña Susy, estás lista? - dijo agachándose a mi altura posando una de sus manos en mi mejilla.

- lista!

Papá retiro su mano de mi mejilla y saco algo de su bolsillo, una hermosa cadenita de oro con un hermoso colgante en forma de gota con un pequeño Ruby en el centro.

Susan BonesWhere stories live. Discover now