Capítulo 20.

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Pero su madre lo miró sin creer una sola de sus palabras. Estaba claro que algo atormentaba a su hijo, y tenía que ser algo muy serio para que le hubiera hecho coger las maletas y salir huyendo. Su chico nunca se escondía de nada. Siempre plantaba cara a los problemas. Pero el instinto de madre le decía que la actitud de Sehun tenía que ver con la señorita Jung.

En ese momento el señor Park irrumpió en el salón y padre e hijo se fundieron en un abrazo mientras ella los contemplaba con una sonrisa. No les corría la misma sangre por las venas pero se adoraban como si así fuera. Recordaba aquellos días grises en los que vagaba sola en el mundo con un hijo adolescente y problemático a su cuidado, y sabía que había tenido mucha suerte de encontrar a un hombre como su marido. Les había salvado la vida a ella y a su hijo.

Sehun desayunó y pasó el día tranquilo con su familia. Lo que no resultó nada fácil. De vez en cuando _____ se colaba en sus pensamientos y tenía que luchar contra su propia mente. Por un momento tuvo el impulso de mandar todo al cuerno y salir a buscarla. Pero pensaba en los años de sufrimiento que había vivido por su culpa, y lo malo pesaba más que lo bueno. Entonces sintió el deseo de llamar a su amiga _____ y decirle, «oye, eres una niña encantadora, pero te saldrán tetas y te volverás en una perra mentirosa. ¿Te importaría no crecer? Gracias». Se le escapó una sonrisa perversa al imaginar la cara que pondría. En cualquier caso se lo había buscado por haberle hecho aquella encerrona telefónica. La muy cabrona.

La señora Oh terminó de colocar la loza en la alacena y al volver al saloncito, vio a su hijo de pie junto a la ventana con una taza humeante entre las manos y la mirada perdida en el horizonte.

-¿Cariño, qué ocurre?

Parpadeó saliendo de su trance y esbozó una sonrisa apagada.

-Nada importante.
-A mí no me engañas, Sehun. ¿Es por una mujer? -se atrevió a preguntar.

Había visto a su hijo otras veces así. Cuando era más jovencito y ni siquiera le había salido la barba, pero ya entonces sufría en secreto por la señorita Jung.

-Sí, mamá, reconozco que hay una mujer detrás de mi dolor de cabeza -confesó con aire apático.
-¿Se trata de la señorita Jung?

Sehun la miró boquiabierto.

-¿Cómo lo sabes?
-Porque siempre ha sido ella.

La señora Oh soltó un suspiro y se acurrucó al lado de su hijo. Enseguida notó el brazo de él rodeándole los hombros. Era tan protector.

-Ay cielo, la señorita Jung ha sido tu debilidad desde que tenías uso de razón. Me acuerdo cuando la viste por primera vez y gritaste, ¡mamá, un ángel! Solo tenías cinco años, pero ya sabías que la querías. La verdad es que siempre fuisteis inseparables.

-Hasta que ella cambió -añadió con aire sombrío.
-Hijo, era solo una niña. No se lo tengas en cuenta.
-¡Pero ella nos arruinó la vida con su mentira! -replicó furioso.

La señora Oh retrocedió asustada al contemplar su expresión de odio. Oh Dios mío, quizás había sido un error guardar silencio durante tanto tiempo.

-Escucha Sehun -dijo con un hilo de voz-. Olvídate ya de eso. Eres un hombre guapo, tienes dinero, un futuro brillante. Deja atrás el pasado y busca a una chica buena con la que puedas formar una familia -le suplicó desesperada.

Sehun se rió con amargura. ¿Buscar una chica? ¿Formar una familia? Estaba claro que su madre no lo conocía en absoluto. Él solo estaba hecho para el sexo ocasional, el sexo salvaje y violento. Notó como de repente se le ponía dura y tuvo que cambiar de postura para disimular la erección. Ninguna mujer en su sano juicio aguantaría sus juegos retorcidos. Sin embargo _____ era tan pervertida como él. Quizás podían combinar estabilidad con depravación. Sacudió la cabeza. Pero qué diablos estaba diciendo. Ni siquiera ella podría entender su lado oscuro y secreto. Y sonrió con tristeza al comprender que estaba destinado a terminar solo.

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#wattpad trollero.

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Amor a Débito ||Sehun y tu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora