#9 Alborotado corazón

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POV RIN
Me quedo callada, mirándolo en silencio, él me evade, me doy la vuelta con las manos pegadas en el pecho, miles de preguntas me atraviesan, tengo un sinfín de emociones, mi mente es un torbellino de ideas, escucho pasos tras de mí.
-Amo Sesshomaru lléveme a la mansión por favor-pido sin mirarle.
-Rin-escucho su voz, esa que me ha venido acompañando desde hace años.
-por favor-pido de nuevo, necesito estar sola, necesito asimilar todo.
-deberás regresar en mi lomo, estamos bastante lejos para ir andando-dice.
-de acuerdo-respondo, pese a todo se me hará más fácil mirarle como lobo que como humano.
Escucho un crujir extraño tras de mí, no volteo a pesar de la curiosidad, necesito poner distancia, para aclarar mis pensamientos, temo revelar más de lo que debo si le miro, siento su presencia a mi lado brindándome calidez, mi mano acaricia su pelaje blanco, ante esta absurda situación me reconforta tenerle a mi lado, no puedo evitar abrazarle, aunque ya no es mi pequeño lobo, sino un gran animal, apenas alcanzo a pegarme con los brazos abiertos a lo largo de su estómago, ni siquiera soy tan alta para llegar con facilidad a su lomo, se mantiene quieto mientras una lágrima resbala por mi mejilla, lloro porque no entiendo que pasa, porque no quiero ser la esposa de Naraku, porque yo siempre he querido a mi lobo.
-no llores por favor-su voz resuena en mi cabeza con gentileza.
Me muerdo los labios para no sollozar, me seco con la manga de la chamarra las lágrimas y me suelto, me encuentro con sus ojos dorados, mirándome con intensidad.
-estoy lista, vamos –menciono.
-Rin-pronuncia mi nombre y evado su mirada.
-puedes leer mi mente-pregunto-dime que al menos tengo la habilidad de Bella-trato de bromear.
-lo siento, pero no soy Jacob, ni vendrá Edward y mucho menos tienes ese tipo de habilidades-responde.
-qué mala adaptación de luna nueva somos-contesto mirándolo.
-Bella era solo una niña sin emociones, tú en cambio no puedes ocultarlas-menciona.
-que sabes tú de mí-hablo con rudeza-que sabes de lo que siento, y de que me sirve tenerlos, si al parecer vale nada para tu clan, tanto que me han prometido con un sujeto fresón del cual claramente no estoy enamorada.
-pero Rin tú…-le callo tapándome los oídos.
-no quiero saber más-hablo-sácame de aquí.
Le veo flexionar sus patas y quedar a mi altura, subo a su lomo con cuidado de no lastimarlo, me sostengo de su cuello, antes de irnos le veo lanzar tierra a la fogata con su pata, casi grito cuando dio un gran salto y emprendió el regreso.
-puedes saber lo que pienso en todo momento-cuestiono.
-sí-contesta.
-también Naraku puede-pregunto con repudio ante la idea.
-no.
-¿Por qué tú sí?-interrogo sin entender.
-porque desde tú nacimiento el alfa de mi manada me ordeno ser tu guardián, debido a ello hemos estado ligados en todos estos años, mi misión es mantenerte sana y salva para el futuro alfa que es Naraku-explica.
-JA-bufo airada ante aquello, es imperdonable que desde mi nacimiento me hayan comprometido y yo viviendo sin saber nada.
-hace años se dio una gran guerra entre clanes, las mates fueron asesinadas, hoy en día son pocas, por ello es importante cuidarlas y hacer la unión debida para crear el lazo con su pareja destinada-comenta.
-y resulta que soy la pareja destinada de Naraku-menciona burlona.
-Rin, tú lo sentiste, cuando él apareció tu mundo tomo sentido-su voz se escuchó extraña y el recuerdo vino a mi mente, en efecto yo-nacieron para estar juntos-dice con una voz triste.
Mi corazón se encoje ante su voz, una tristeza atroz me atraviesa, mi cuerpo tiembla ante la sensación de vacío, no entiendo que me pasa, pero duele, duele mucho.
-desde aquí puedes ir sola-dice y me veo en el jardín de la mansión.
-gracias-contento bajando, no espero respuesta alguna, corro a la cabaña.
-Rin ¿Dónde estabas? -Mi abuelo me mira al entrar, se encuentra jugando solitario.
Quiero gritarle que ahora se la verdad, exigirle que me cuente todo, pero no puedo, Sesshomaru puede meterse en problemas, suspiro.
-estaba con Sango-respondo y me voy a mi habitación.
Me dejo caer en la cama sin molestarme en prender la luz, me quedo mirando el techo, abrazo a mi oso POLAR, y que, si me gusta esa absurda caricatura de escandalosos, me abrazo a él, es tan pachoncito como mi lobo, hundo la cara en el gran oso, estoy perdida, porque yo… yo le quiero, me conoce mejor que nadie, ha estado conmigo en todo momento, ha sido constante y como no sentirme atraída por él, si siempre está ahí para cuidarme, abro los ojos al escuchar el aullido de un lobo, mi corazón se agita porque sabe que es él, y de nuevo me siento desfallecer, como si el aire me faltara, me siento abatida y destrozada, las lágrimas resbalan y me aferro de polar como si de mi lobo se tratara.
POV SESSHOMARU
Duele, esto que siento me rebasa, es una locura, pero no puedo evitarlo, ella solo esta confundida, su lado humano la ciega, en realidad no me quiere, nunca podría, corro por el bosque afligido, llego a una montaña y aulló a la luna, maldigo mi suerte, porque estoy enamorado de la mujer de mi hermano, si alguno lo supiera, sería castigado o tal vez asesinado, y maldita sea lo aceptaría, porque al menos muerto no les vería juntos como una pareja feliz.
-la amas-la pregunta resuena en mi cabeza.
-lárgate Naraku, quiero estar solo-respondo.
-Sesshomaru piensa en el clan-contesta parándose en forma de lobo negro junto a mí.
-vaya, me resulta cómico como me pides ello, si tú nunca has pensado en el clan-hablo rabioso.
-no te engañes, hermano ella es mía, y aunque tú la amaras, ella es mi destinada.
Gruño al cielo con enojo, porque él tiene razón, aulló para sacarme esta frustración, lo mejor que puedo hacer es alejarme de Rin, cuidarla a distancia y evitarla todo lo posible, esa idea duele, más de lo que pensé.
POV RIN
Me levanto decidida, me pongo un pantalón café, unas botas bajas negras, mi blusa amarilla de mangas largas y el abrigo beige, miro a POLAR y le sonrío guiñándole el ojo, tomo mi bolso de correa larga y me la cuelgo atravesando mi cuerpo, salgo de la cabaña y entro a la mansión, Kaede me mira y le doy un beso tronador, sin más sigo hasta subir las escaleras, sé bien cuál es su habitación, respiro hondo antes de tocar la puerta, me quedo de piedra cuando abre y le miro tan atractivo con solo su pantalón.
- ¿Rin? -dice sorprendido.
-te debo un helado-contesto-pero como vivimos en un clima frio, mejor te invito un café.
-no puedo-comenta bajando la mirada.
-entonces no soy tan agradable como decías-respondo.
-ese no es el caso, tú eres…
-toma un café conmigo-le interrumpo-te espero en mi coche-ordeno y me doy la vuelta para dejarle con la boca abierta.
Estoy decidida, aclarare mis sentimientos hacia él, y que mejor forma que pasar tiempo con su compañía, sonrió bajando feliz por las escaleras.
Él la mira sonreír, se pega a la barandilla mientras la cruda verdad le golpea, una que solo él y dos personas más conocen, suspira enojado, se mete a beber a su habitación, no quiere pensar, solo perderse para no sentir culpa.
Continuara…

Mi querido guardián *FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora