Capítulo 12

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-¿Cómo que ha desaparecido?- I-shui miraba de un lado para otro como esperando ver a su hermana tras alguna de esas puertas.

-Fue poco después de que llegaran las sombras.- Le explicó Akari.- A Saiko le preocupo ese cambio de la naturaleza, iba al bosque todas las tardes buscando una explicación. Una tarde no volvió. Intentamos  buscarla pero nos encontramos el puente destruido y para cuando llegamos al bosque era de noche. Estuvimos yendo por allí durante unos días, pero no ha vuelto.

I-shui cerró los ojos y dejo caer la cabeza entre sus manos. Sintió una mano en su hombro pero no se volvió a ver quién era. Estaba desconsolado, sabía que Saiko no era feliz pero aún así la dejo vivir allí. Era de esperar que se fuera algún día, sin embargo si hubiera aguantado unos días más se hubiera ido con ellos. Habían estado muy cerca. Se levantó y fue hasta el patio interior de la casa, se tiro junto a la fuente e intento pensar que había podido pasar con su hermana. ¿Dónde habían estado hacía un mes? Fuera de Norland, demasiado lejos de ella. ¿Y dónde podría a ver ido? ¿A buscarlo? No, eso sería inútil, la habrían traído de vuelta. ¿A buscar a Lein? Estaba muy lejos y no sería prudente ir por allí. Akari había mencionado a las sombras, igual que el chico de la entrada. El chico, ahora entendía esa mirada de tristeza que les había lanzado cuando menciono a Saiko, seguramente no había querido decirles nada. ¿Podía haber ido tras esas ¨sombras¨? ¿Para qué? Ella no podría hacer nada contra ellas, debía de saberlo, era demasiado pequeña, demasiado inocente… No podía estar metida en medio de una pelea, donde podrían hacerle daño. Nunca debió dejar que sucediera esto, no debió separarse de ella. Es lo que Lein siempre le dijo, que la cuidara, que la protegiera, que estuviese siempre con ella.

Las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas antes de que pudiera hacer nada, antes de que quisiera hacer nada. Himerish podía vestirlo como le antojase, darle armas de valor y enseñarle a comportarse con honor, pero él seguiría siendo un huérfano asustado de la vida y demasiado estúpido para acostumbrarse a la pérdida. Los había perdido a todos poco a poco y ya no le quedaba nadie.

-A Saiko no la has perdido.- Dijo una voz a su espalda.

I-Shui se dio la vuelta bruscamente para encontrarse con Bella, que lo miraba con la tristeza reflejada en los ojos. Este hecho (al fin y al cabo no conocía a Saiko, no podía extrañarla) le sorprendió casi tanto como el hecho de que hubiera adivinado sus pensamientos.

-¿Qué diferencia hay? ¿Qué posibilidades tenemos de encontrarla?-Le contestó intentando controlar su temblorosa voz, sin conseguirlo del todo.

-No tan pocas como parece. Himerish le ha preguntado a su hermana y parece que se llevo víveres, algunos utensilios varios de supervivencia y una espada corta. Por lo que ha dicho Akari da la impresión de que busca a los mismos hombres que nosotros, buscándolos a ellos la encontraremos. Es inevitable.- Concluyó tranquila.

I-Shui la miró deseando creerla, tal vez no la haya perdido, quizá solo se había alterado por la noticia y en verdad no era tan horrible como él había pensado…Asintió y se levantó. Sí encontrando a esos hombres encontraría a su hermana no quería perder ni un segundo.

 

 

Los siete templosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora