ERSTE WUNDE

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En medio de la maleza se escuchaba el incesante llanto de un infante, un infante ajeno a lo que sus padres estaban planeando, un infante rebosante de inocencia.

-Solo has truncado mis sueños, solo sirves para llorar, me tienes harta, debería matarte ahora mismo- decía la mujer que sostenía él bebe en sus brazos, en su rosto se enmarcaba la ira.

Decidió dejar al pequeño ser al lado de una carretera casi deshabitada, si corría con suerte puede que alguien la viera y se apiadara de su humanidad, de lo contrario... bueno, no se perdería mucho. Una vez hizo lo pensado, dio media vuelta y abordo su vehículo ¿posible destino? Quien sabe, solo tenía certeza de estar mejor sin ese saco de llantos y problemas.

Pasaron horas y el pequeño ser seguía llorando, su llanto se escuchaba cada vez más tenue, la temperatura era más baja con el acontecer del tiempo. Los autos pasaban, pero no se logra dilucidar si sus ocupantes eran indolentes ante la situación o simplemente no veían al pequeño bultito, el pequeño ser desistió de llorar, tal vez, en medio de su ignorancia entendió que lo mejor era rendirse, cerró sus ojos para sumergirse en un largo y tal vez feliz sueño. Pero, por obra del destino o una jugada maquiavélica un auto estaciono a pocos pasos de donde se encontraba el aletargado bebe, de el emergió una mujer, la cual se inclinó para tomar la canasta entre sus manos, sus ojos vieron al indefenso ser, acaricio sus mejillas heladas mientras susurraba cosas, camino de nuevo al auto y pidió al mayordomo que siguieran su camino.

Dentro del vehículo, la mujer observaba atentamente al bebé que acogió en sus brazos, pidió al mayordomo que la llevara al supermercado más cercano, pues debían comprar cosas de primera necesidad para el infante antes de llevarla con un doctor, este hizo lo solicitado, compraron frazadas, biberones, leche de formula y otras cosas más, terminada la labor decidieron irse a casa.

Ya en su hogar, pidió al personal preparar un biberón y un baño caliente, pues la bebe aún se sentía fría al tacto, la bañaron, alimentaron y ataviaron en las ropas anteriormente adquiridas

-eres un bebé muy hermoso- decía la mujer al bebé mientras acariciaba sus escasos cabellos rubios, -es una pena que no puedas quedarte conmigo- suspiró mientras le dejaba sobre la cama.

Llamó a su mayordomo y emprendieron el camino hacia el hospital, un médico debía verla antes de entregarla a las autoridades. Dentro de la consulta el pediatra hizo las revisiones pertinentes, mencionó que la niña tal vez era prematura y no había sido correctamente alimentada, puesto que estaba demasiado pequeña. La mujer miro con pena a la niña que descansaba sobre la camilla, rogando que Dios u otra deidad se apiadaran de aquel pequeño ser, ella no podía adoptarla, sus padres la matarían. Se despidió del médico y se llevó a la niña, en el auto pidió rumbo a un orfanato, era doloroso dejarla, solo esperaba que alguien más pudiese adoptarla y que fuera muy feliz, llegó a aquel sitio de sombría apariencia y luego de una muy amplia respiración decidió subir los corroídos peldaños, mordiendo su labio inferior con nerviosismo toco la puerta.

Una mujer de rostro arrugado y mirada impasible abrió la puerta

- ¿Qué desea? - preguntó de manera agresiva

-buenas tardes, he venido a dejar a esta pequeña n...

- las madres de ahora, tan irresponsables- interrumpió la anciana mujer

-creo que se equivoca- no soy su madre, la he encontrado en la carretera y he decidido traerla a este sitio- respondió la joven de manera seria

- ¿ya ha ido a la policía? - volvió a preguntar la encargada

-no, pensé que...

-primero debe ir a la policía, hay que esperar a que alguien reporte a la niña como desaparecida y luego servicios sociales se encargará del resto- volvió a interrumpir la malhumorada mujer.

- Pero...-

-Tenga buena tarde- acto seguido le cerraron la puerta.

-Ahora que haré contigo pequeño conejito- dijo la joven observando al bultito entre sus brazos.

Volvió al automóvil, indicando rumbo a la comisaria, en el sitio, le pidieron llenar unos cuantos formularios, y después de muchas conversaciones donde tenía que aclarar que ella no era la madre el policía llamó a servicios sociales, tuvo que esperar un par de horas más hasta que la trabajadora llegó, se sentía terriblemente observada, todos pensaban que ella era la madre de aquella inocente criatura –que más quisiera- pensó.

- ¿Dónde dijo que la encontró- volvió a preguntar la trabajadora social

-en la vía al kilómetro 5- respondió

-muy bien, gracias por traerla, ya puede irse- dijo la trabajadora sin siquiera mirarla.

- ¿puedo despedirme de la niña? - dijo la joven

- claro-

Se dirigió a la habitación contigua donde el pequeño conejito descansaba.

-adiós pequeña, espero encuentres una familia y seas muy feliz- acto seguido dio un largo beso en la frente del infante, salió de la habitación de manera rápida, se despidió de los agentes y se fue rumbo a su oscuro y frío hogar.


hola a tod@s... aquí he publicado el primer capitulo por favor háganme saber si les gusta para seguir publicando, cualquier cosa relacionada con ortografía o temas de otra índole por favor díganmelo, espero voten y comenten que piensan de esta nueva historia.

gracias por leer y hasta un próximo capitulo. :D 

Wunder der seeleTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon