Stop

Tu y yo

Camila estaba acostada boca abajo sobre la cama sin saber que más hacer, ya había probado ejercitarse, no pudo ni con la primera lagartija. Era un asco en eso y ella lo sabia, luego probó jugar cartas...pero descubrió cuando todo estaba listo que necesitaba otro jugador y literalmente estaba sola allí, tres días, los había contado.

¿Donde estaba Lauren?.

__Llevo tres días sin comer, ni beber...hablaba en serio con lo del castigo__  se arrepintió de haber tenido algo con la hija de la ojiverde cuando su estómago gruñó en protesta como siempre

Maldición, necesitaba beber algo, o comer lo que sea.

Volvió a levantarse y decidió buscar por décima vez en el día algún rastro de comida o agua...todos los días hacia lo mismo desde que estaba encerrada en ese departamento.

Moriría deshidratada si seguía así.

Oyó como abrían la puerta y giró su mirada hasta ella, Lauren Jauregui entraba con varias bolsas a la mano, Hank también entró con ella junto a otras bolsas, al parecer comida y agua para la morena.

Camila nunca se había alegrado tanto de verla.

__Pequeña esclava ¿como estas? Te veo demacrada ¿has dormido bien?__  se burló, Lauren realmente se sentía mal por no haberle podido llevar de comer, pero tenía cosas que hacer y Camila debía esperar

Aún no había resuelto lo de la policía, hace tres días le dio la grabadora y la niña a su madre Antonia Marconi. Le dijo que por desconfianza había estado siguiendo a su esposo y que le "sorprendió" lo que descubrió, y para su suerte, la niña la apoyó y le contó a su madre sobre la llamada, todo salió bien pero Antonia no había echo lo esperado...llevar las pruebas a la policía.

__¿Lauren?.

La pequeña morena la sacó de sus pensamientos y negó varias veces tratando de olvidar aquello y confiando que la mujer haría algo pronto, eso era lo que esperaba.

__Si...no había venido por negocios pero salió bien ese castigo inesperado que recibiste y si vuelves a equivocarte, el castigo será peor Cabello ¿comprendes?__  amenazó acercándose lo suficiente a la menor

Camila pensó sus opciones, el castigo no había sido duro, bueno, dejarla con el miembro erecto fue horrible y el que no haya comido y bebido era por mucho peor ¿que tan mala sería? ¿le dispararía como a su hija? Negó, jamás querría ser castigada de verdad por esa mujer, por su ama.

__No se va a repetir...ama__  susurró al final y la ojiverde la miró rápidamente, una punzada de deseo se apoderó de su vagina y sonrió

Nececstiba un buen polvo, muchos días llenos de estrés la tenían de mal humor, era hora de sacar todo con mucho sexo.

__Necesito que comas y recuperes fuerzas amor.

Besó su oído haciéndola temblar, Camila asintió y se dirigió rápidamente hasta las bolsas para buscar algo relativamente rápido de preparar.

__Vaya...esta obediente hoy, que milagro.

Su celular sonó y se alejó un poco para luego contestar.

__¿Si?.

__¿Señora Jauregui?.

__Soy yo ¿quien es?.

__Soy la detective Sienna Mills y quisiera hacerle un par de preguntas sobre el rescate de Lisa Marconi y las pruebas que usted encontró señora Jauregui.

Lauren golpeó fuertemente su frente al escuchar eso...esa Antonia era una inútil ¡Maldita sea!.

__Por supuesto ¿Lisa y Antonia están bien?.