Vida normal y aburrida (Yaoi / Gay)

Capítulo XXXVIII

¡Hola, hola, hola!

Cuanto tiempo chicos, no saben cuánto los extrañé…

Muchísimas gracias por tanto tiempo de espera y tanta paciencia, aunque todo el mundo lo diga, de verdad que ustedes son los mejores fans, aunque en realidad yo soy el fan de ustedes.

No tengo palabras para describir mi emoción, al descubrir que luego de tanto tiempo aún contaba con su apoyo y con su entrega a leer todo en la historia de Hugh y Henry.

Aquí les traigo el tan esperado nuevo capítulo, ¡cuántas ansias!

Releí toda la historia pues mi memoria es mala y no quería crear incongruencias en la historia, para los que no siguieron mi consejo de hacer lo mismo, recuerden que Hugh terminó su relación con Henry, Henry tiene una especie de algo con Gabriel, Hugh y Lady están juntos pero sin estar y por ahí va la historia.

Continua narrando Hugh desde la vez que fue arrollado en la playa, poco a poco vamos entendiendo qué sucedió.

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Narra Hugh:

Luego de despertar, por el incesante sonido de puertas abrir y cerrar, me disponía a ponerme de pie cuando un dolor palpitante en mi pierna, me recordó que eso no sería una buena idea.

Sólo me removí en la camilla, tratando de encontrar una posición más cómoda. Cuando el doctor de ayer ingresó a mi habitación luego de tocar la puerta.

-Buenos días Hugh. –saludó alegremente. –Te traigo buenas noticias. Ya vimos los resultados de tus estudios y no tienes fracturas, sólo un esguince que ameritará que uses un yeso por pocos días.

Genial, como mi vida iba tan bien ahora me tocaba lidiar con un yeso.

-¿Es muy necesario el yeso? –pregunté con desgana.

-Claro que sí, para prevenir una lesión mayor. –contestó el joven doctor con una sonrisa. –dentro de un rato pasará el personal encargado por aquí.

-No hay problemas entonces doctor. –afirmé con un leve gesto de manos.

-Cualquier duda, no temas consultármela. –dijo para finalmente salir de la habitación.

-Al menos no es nada grave. –expresé para mí mismo una vez me encontré solo.

Nuevamente me removí en la camilla, esta vez tratando de no mover la pierna en lo más mínimo y comencé a pasar los canales en la televisión hasta que encontré Harry Potter.

Un sonido desvió mi atención hacia el celular.

Nuevo mensaje: Gabriel

¿Qué querrá?

Deslicé mi dedo pulgar sobre la pantalla y abrí el mensaje.

Gabriel: ¿Qué dicen los doctores sobre tu pierna?

Hugh: Todo normal, es sólo un esguince.

Coloqué el celular a un lado y nuevamente comencé a divagar en mis pensamientos, con sólo una pregunta recurrente: ¿Entre Gabriel y Henry sucedía algo?

Rato luego de terminar Harry Potter, una enfermera junto a un doctor que no conocía, entraron a mi cuarto. Después de presentarse y explicarme el procedimiento sobre cómo colocarían el yeso, comenzaron manos a la obra.

El procedimiento fue realmente indoloro, aunque un poco molesto el tener que estar casi como una estatua para que la pierna no se moviera, si esto llegaba a ocurrir, se tenía que comenzar desde cero y bastante tiempo demoraba como para reiniciar.