01.MAR.19

458 22 1
                                    

Era el cumpleaños de Justin y no podía parar de pensar en cómo se sentiría. ¿Estaría emocionado, triste o ansioso? Yo esperaba que estuviera feliz y en paz.

Sus amigos le habían organizado una fiesta ese viernes por la noche, Dan me había invitado pero estaba claro que no iría. Ya todos nuestros amigos en común sabían que nos habíamos separado y trataban de no juntarnos cuando se reunían. Entendían que después de tantos años juntos, sería difícil vernos. Qué ironía, Justin no había querido que fuéramos novios para que si nos separábamos no se volvieran incómodas las cosas y terminó peor.

Estuve todo el día con la tentación de enviarle un mensaje de felicitación pero recordé que él ya estaba bien y que no tenía ningún derecho a perturbar su día. Cuando llegó la noche, me puse a ver películas con Hanna para evitar pensar en aparecerme por su fiesta. No podía hacerle eso.

Me la pasé viendo historias de las personas que estaban en la fiesta, Justin se veía feliz y al parecer se estaba divirtiendo mucho. Sonreí al ver un video en el que estaba soplando las velas de su pastel. Más tarde Hanna y yo decidimos ir a dormir.

Una constante vibración me despertó, seguramente era mi teléfono. Abrí los ojos y me di cuenta de que lo había dejado hasta el tocador, donde la pantalla estaba iluminada, me levanté y caminé hacia él. Era una llamada de Charlotte y cuando vi que eran las 4:24 a.m, me alarmé, pues recordé que había ido a la fiesta de Justin y quizá necesitaba algo, tenía sólo 16, tal vez necesitaba alguien que la llevara a casa.

— ¿Hola? —dije al responder

— ¡Reeshi! Por favor no cuelgues, lo suplico —era Justin indudablemente y entonces suspiré preparándome para lo que se venía—, necesitamos hablar —escuché que arrastraba las palabras así que supuse que estaba borracho.

— Justin, estás tomando, ¿por qué no hablamos mañana? —me senté en la esquina de cama.

— ¡No, no, no! Necesito hablar contigo ahora, por favor, escúchame —la música se escuchaba a través del teléfono y no podía imaginar cómo es que Justin había dejado la fiesta de lado para llamarme a mí—, lo siento ¿de acuerdo? Sé que he sido un imbécil, lo arruiné, lo entiendo, perdón. Pensé que si nunca éramos novios yo podría protegerte porque sabes lo cabezota que soy y como arruino todo, pero no me di cuenta de que en realidad no era así, de que era todo lo contrario y te estaba lastimando. Fui un idiota, perdón —escuché que le pedían que parara y él les decía que lo dejaran en paz—, desde que te fuiste de mi vida siento como si algo dentro de mí estuviera muerto, cuando dijiste que se había acabado lo nuestro me fui a acostar y lloré toda la noche, veía las fotos con tus amigas, me hablaban de ti y no podía parar de pensar en cómo fui tan estúpido para dejarte ir. ¡Lo siento! —gritó en la línea y algo dentro de mí se partió—. Nunca me sentí tan solo como cuando quise contarte algo y ya no estabas ahí para escucharme, o como hoy, rodeado de todos éstos que no entienden que no necesito alcohol, música ni mujeres para ser feliz, ¡te necesito a ti! —algunos alrededor le reclamaron y otros rieron, no podía imaginarlo borracho, quizá yo también estaría riendo—, por favor Reeshi, vuelve. Me haces falta —escuché que empezó a llorar y entonces entré en pánico—, no te he visto desde hace... Julio, Agosto, Septiembre —escuché que empezó a susurrar e imaginé que estaba contando los meses con sus manos—, Octubre, Noviembre, Diciembre —los demás empezaron a gritarle la respuesta pero él seguía contando—, Enero, Febrero, ¡Marzo! ¡9 meses! Yo sé que quieres ser feliz, sé que quieres dejarme pero por favor, no lo hagas, no me dejes —siguió llorando—, regresa conmigo, por favor. Sé que mereces algo mejor que yo, pero puedo cambiar, puedo ser lo que mereces, lo que quieres.

—Justin —lo detuve—, ya. Escúchame, no estaría bien que regresáramos porque nos hacemos mucho daño, ¡mira cómo estás por mi culpa! Durante mucho tiempo pensé que el único que lastimaba eras tú, pero la verdad es que yo también era muy dura contigo, yo también te he lastimado mucho. ¿Recuerdas en décimo grado, cuando salí por unas semanas con otro chico sin importarme lo que tú sintieras por mí? ¿Y todo por qué? Sólo porque quería ponerte celoso para ver si de esa manera me pedías que fuéramos novios, pero no sirvió, aun así no lo hiciste y sólo te hice sentir mal. Yo creo que estamos bien por separado, he visto que te va muy bien.

—Es mentira Reeshi, tú y yo metidos en nuestros propios asuntos, diciéndole a los demás que ya no nos queremos, que ya nos olvidamos y que estamos bien sin el otro no es más que una mentira. Yo sé que me extrañas tanto como yo te extraño a ti.

— No Justin, ya déjalo así —me negué a seguir hablando con él porque no estaba bien—. De verdad. Disfruta tu fiesta y sigue adelante —colgué y apagué el teléfono.

Fui un idiota, perdón | J.B |Where stories live. Discover now