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¿Que se supone que haces cuando estás enamorado de alguien que busca a alguien más?
Nunca en mi vida me había detenido a pensar en aquello y creo que era porque nunca me había enamorado de alguien, no como lo estaba de Rose y es que no era como cualquier enamoramiento, no, aquello era real y deseaba quedarme con ella para siempre y si ella no me quería a mi lo único que podía hacer era ayudarla a encontrar a su amor.

Nunca había sacrificado nada por amor, pero ya no tenía tiempo para ser egoísta con las personas y menos si se trataba de Rose. No podía destruir la felicidad de una chica que empezaba a experimentar lo que se sentía ser humano, no podía destruir sus sueños.

—¿Quieres una galleta de chocolate?— pregunté en un susurro. Ella asintió lentamente y le dió un sorbo a su café.
Se veía perfecta. Rose siempre tenía un aspecto despreocupado y eso era bueno e interesante, nunca parecía estar pensando en algo y eso me intrigaba demasiado.

—¿ Estás bien Tom?— preguntó sin mirarme.

—Si ¿Por qué lo preguntas?

—No has hablado mucho desde que dijiste que estabas enamorado de mi— dijo con un hilo de voz.

—Estoy bien Rose, es solo que me parece extraño todo esto— confesé y aquello era real, ya que no quería que ella se sintiera mal.

—No sé que esperas que haga— dijo en un susurro y eso me paralizó por un segundo. Ella tenía razón y yo era un tonto porque esperaba que me quisiera y me había olvidado de que no era humana y que apenas estaba conociendo como funcionaba todo aquello.

—Tienes razón Rose— dije en un susurro—. No espero que me digas que estás enamorada de mi, es solo que seguí tu consejo y dije lo que sentía.

—¿Crees que puedas llevarme fuera de Seaside?— preguntó con interés—. Quiero que me muestres como es la vida fuera de este pueblo.

—Por supuesto que sí— dije sonriendo.
                                  🌠
  Marqué un punto exacto en el mapa y me puse en marcha. Ella estaba sentada en el asiento del copiloto y me observaba asustada. Nunca había viajado fuera de Seaside y entendía su temor, siempre te sientes aturdido cuando vas a dar el siguiente paso, sin importar lo que sea y supongo que así se sentía Rose.

Yo estaba acostumbrado a viajar, ya que lo hacía todos los veranos y cada vez que quería escapar de todo aquello. Viajar era como reiniciar la vida. Los viajes en auto me hacían querer huir por siempre y no regresar a todo lo que ya conocía, pero sabía que eso simplemente no se podía porque no quería decepcionar a mis padres ni a la gente que tenía fe en mi, yo quería ser como mi padre, quería ser alguien en la vida y sabía que huyendo no iba a lograrlo.

—¿Puedes poner música?— preguntó Rose mientras nos dirigíamos a la salida de Seaside.

—Claro— dije en un susurro y rápidamente encendí la radio. Las estaciones no eran muy buenas, así que empecé a pasarlas todas rápidamente hasta que Rose me detuvo en una estación de radio que no conocía, pero sonaba una canción bonita y sabía el nombre de aquella canción, ya que Tyler solía escucharla siempre, se llamaba Talos on time de Bound by blood. El sonido era demasiado perfecto y hacía que el ambiente de la carretera se hiciera más perfecto a medida que avanzabamos.

Rose tamborileaba de vez en cuando y yo estaba concentrado en el volante, ya que no quería sufrir ningún accidente. Los árboles que estaban a los costados de la carretera lucían intactos y no tenían aspecto de ser reales, pero en realidad nada de aquel lugar tenía aspecto real y eso era extraño, quizá Rose tenía algo que ver con eso, ya que siempre estaba ocasionando que me olvidará de todo y eso resultaba extraño. Quizá estaba olvidandome de lo que era real y no sabía si aquello era algo bueno, ya que podía acabar perdiendo la razón y perder eso no me convenía mucho. No quería acabar en un psiquiátrico.

Fugaz© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora