Capítulo 58

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Finalmente se escuchó la puerta de mi habitación cerrarse y seguido de esto los tacones de Hermione sobre el piso de madera anunciaban su llegada.

Su cabello estaba en grandes, largos y perfectos caireles. Portaba un largo vestido rojo con lentejuela simulando un cinturón por el frente y por la espalda un sensual escote. No llevaba gargantilla o collar, dado a que era estilo halter, algo así ella había mencionado. Pero era algo que yo no entendía del todo.

— Estás hermosa — dije y el corazón se me estrujó.

— Gracias — dijo sonrojada — Tú te ves guapísimo — dijo al momento de estar a solo centímetros de mí. -Si claro como digas- pensé sarcástico.

— ¿Nos vamos? — pregunté haciéndome a un lado

*Hermione*

¿Era mi imaginación o Draco me estaba evitando? Seguramente es mi imaginación. Tomé su mano y este volteó a verme. Le sonreí y no era mi imaginación... Forzó una sonrisa. Seguramente era porque esto de los bailes no le gustaba, pero sería el último que tendríamos y no me lo quería perder. Y él tampoco debía perdérselo.

Todas las miradas se posaron en nosotros al entrar al enorme lugar, pero ya no me interesaba mucho que los demás me pusieran atención. Ahora lo único que quería era la atención de Draco.

El lugar estaba decorado como si realmente estuviéramos en el casino Montecarlo, desbordaba elegancia. Había mesas de Black Jack, Póker, ruletas entre muchas cosas más.

La mirada despectiva de Lavender me recorrió de pies a cabeza, mientras que podía jurar que Ron estaba rojo de la rabia.

Había unas cuantas mesas al aire libre, y Draco prefirió esa zona. Claramente no me negué. Vuelvo a repetirlo: Ahora solo me interesaba él.

El clima estaba increíble, el viento corría levemente pero no hacia ni frio, ni calor. Estaba perfecto.

— ¿Qué tienes? — le pregunté ya que estaba muy serio.

— Nada — sonrió y pasó su brazo sobre mis hombros.

A los pocos minutos Harry atravesó la puerta acompañado por Ginny, que lucía un hermoso vestido anaranjado, que quedaba perfecto con su nuevo tinte de cabello, café.

— Hermione tengo que hablar contigo — dijo saludándome y después estrechó la mano de Draco. Quien seguía con su alarmante silencio sepulcral.

— ¿De qué? — pregunté.

— Ven — dijo tomando mi muñeca — Te la devuelvo en un segundo — se dirigió a Draco antes de alejarnos unos pasos.

*Draco*

— Te la devuelvo en un segundo — sujetó a Hermione de la muñeca y se la llevó un par de pasos dejándome con Ginny, quien tomó asiento.

Este era el momento. Hermione quería ganar una apuesta. Yo la ayudaría.

Noté que Harry y Hermione habían terminado de hablar. Me disculpé y me puse de pie para caminar hacia ellos. Ella me recibió con una enorme sonrisa. Hipócrita.

— Hermione te amo — dije de golpe y de la misma manera sus ojos se abrieron.

— Bueno chicos yo los dejo solos — dijo Harry dándose la media vuelta.

— No — dije secamente sin romper la conexión de mi mirada con la de Hermione, que cambió de la sorpresa a la intriga — Creí que debías estar presente para comprobar quien ganaba la apuesta ¿No? — La mandíbula de Hermione si no estuviera pegada a su cráneo hubiera perforado el piso — Me enamoré como un imbécil de ti — le dije con un severo tono y noté como sus ojos comenzaban a cristalizarse — Así que ganaste. Felicidades y suerte con Ron — me di la media vuelta y entré al salón inundado de gente ignorando los llamados de Hermione. -Wow fue más rápido de lo que me imaginé- qué mejor manera de cubrir mi dolor que con ironía.

Caminé por el estacionamiento, solo quería llegar a casa. Tal vez dormir, tal vez ver televisión, cualquier cosa que sacara de me cabeza a la falsa de Hermione Granger.

— ¡Draco detente! — escuché su quebrada voz a mis espaldas. Me detuve y me di la media vuelta — Por favor déjame explicarte, yo...

— ¡No quiero que me expliques nada! ¡No me interesa escucharte! ¡No me interesa verte! ¡No me interesa absolutamente nada que tenga que ver contigo! — Grité y solo encogió los hombros, estaba asustada — Así que ten — dije bajando mi tono de voz. Tampoco quería que creyera que la golpearía — Son las llaves de tu auto. Toda tu ropa está en tus maletas y las maletas están en el auto. Te facilité el trabajo. Así que ahora facilítamelo tú a mí y desaparece de mi vida.

Tomé bruscamente su mano y puse las llaves en esta.

*Hermione*

— ¡Draco! ¡Por favor escúchame! — le supliqué.

— ¿Que te escuche? — Rió amargamente — ¿No te basta haberme mentido estos últimos tres meses? — Mi llanto no cesaba — ¿O qué? ¿Me vas a decir que la apuesta era un juego? ¿Una broma? — volvió a reír y sentí miedo — ¡Claro! ¡Ya sé! ¡Te enamoraste de mí! Y renunciaste a la apuesta ¡Claro! ¡Qué estúpido que eres Draco!

— Solo...

— ¿Pero sabes qué es lo peor? — se acercó a mí. Solo cerré los ojos, me dolía tanto que me hablara así. A pesar de merecerlo — Lo peor es que yo sabía cómo eras y no me equivoqué — negó con la cabeza — Me equivoqué al creerte. Al creerte que sentías algo por mí. Al creerte que apreciabas a mis hermanos. Al creerte esos besos, abrazos y caricias — miré sus ojos. Estaban llenos de coraje y de lágrimas.

*Draco*

— Como te has de haber reído de mi — le había mostrado otra parte de mí que nadie conocía. Me había entregado a ella sin careta pensando que ella lo había hecho también... pero solo había sido un juego, solo su diversión — Hermione Granger me arrepiento de todo lo que dije — caminé hacia mi auto y abrí la puerta — Me arrepiento de todo — enfaticé — De todo lo que pasó entre nosotros.

Me, Myself & I [Dramione] (Primera temporada)Where stories live. Discover now