Capítulo 46

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Hoy tardé más tiempo eligiendo qué ponerme, pues me vería con Draco. Bajé las escaleras corriendo al escuchar el claxon del auto de Draco.

— ¿A dónde vas? — preguntó mi madre desde la sala, quien leía unos papeles.

— Draco me invitó a cenar — dije con una enorme sonrisa.

— ¿Y cuándo me pediste permiso? — lo hacía intencionalmente ¿Cierto? Podía faltar dos días a casa y no se daba cuenta. Pero no podía ir a cenar y regresar si no le había pedido permiso.

— Te lo dije el martes — mentí, de todos modos no recordaría.

— Está bien — dijo sin despegar la mirada de las hojas. Rodé los ojos y caminé hacia la puerta.

— Wow — levantó ambas cejas al verme — Creo que tendremos que ir a un lugar más elegante de lo que había pensado — ambos reímos.

— Si quieres me cambio — dije señalando hacia atrás.

— No, no — negó con la cabeza — ¿Vamos? — Caminamos hacia su auto, él hacia el lado del piloto y yo al del copiloto. Abrió la puerta y subió, al contrario yo puse mis brazos en mi cintura y lo miraba a través del vidrio frontal. Me miró y rió negando con la cabeza.

— ¿Es de verdad? — preguntó con la sonrisa en sus labios.

— Pues en mis tiempos las cosas se hacían así — dije como si fuera una mujer de noventa años.

— ¿En tus tiempos? — preguntó saliendo del auto.

— Solo hazlo y no preguntes — mordí mi labio inferior reteniendo mi risa.

— Como ordene "princesa"— rodeó el auto y abrió la puerta.

— Ay — dije enternecida — Me dijiste princesa — lo miré con ternura.

— Fue sarcásticamente — puso los ojos en blanco.

— Yo sabía que había un Draco dulce detrás de esto — hice un ademan señalando su ropa.

— Sar-cas-mo — separó en silabas — Lo conoces de sobra — Quería reír a carcajadas, era divertido molestarlo así.

— ¿Y a donde tenías planeado que fuéramos? — le pregunté y subió los hombros en señal de "No lo sé" — ¿McDonald's? — una vez más rió y volteó a verme por un par de segundos y luego regresó la mirada al camino. Condujo al menos cinco minutos.

— Es broma ¿Verdad? — esta vez sí solté una carcajada.

— Tú querías venir aquí ¿No? — sonrió divertido mientras aparcaba el auto en el estacionamiento del mencionado restaurant.

— Draco era sarcas... — bufé y bajé del auto. Se estaba vengando por lo de "princesa"

— ¿No te gusta? — preguntó cerrando la puerta del auto y caminó hacia mí.

— Si lo hubiera sabido antes, no me hubiera partido tanto la cabeza tratando de encontrar un lindo vestido.

*

— Yo quiero una número uno y una malteada de... — dije pensativa tratando de decidir qué sabor — Fresa — dije segura y el chico tocó la pantalla — ¡No! mejor chocolate — reí — Disculpa — le dije apenada ya que ya lo había marcado.

— No te preocupes, tómate tu tiempo — dijo el rubio con una galante sonrisa. Sentí como la mano de Draco pasaba por mi espalda, para llegar a mi cintura y lentamente me apegó a él. ¡Bienvenidos celos!

— Vainilla, si mejor vainilla — dije finalmente y volteé a ver al chico y su galante mirada había sido sustituida por una sumisa mirada — Draco — lo llamé y cambió su intimidante mirada por una más suave. Draco pagó y le entregó un pequeño letrero con el número de nuestra orden.

— Lo bueno es que llamé temprano para reservar una mesa — bromeó pasando su brazo por mis hombros.

— Cielos — fingí estar sorprendida — Creo que te debió haber costado demasiado conseguir esta mesa, es una de las mejores del lugar — nos sentamos en la supuesta mesa especial.

— ¿Se les ofrece algo más? — se refería en específico a mí, ya que sentía su fija mirada.

— No — contestó Draco duramente, de inmediato volteé a verlo — Gracias — dijo mirándome.

— No te pongas celoso — le dije cuando el rubio se fue.

— No estoy celoso — afirmó desenvolviendo su hamburguesa que era dos veces más grande que la mía.

— ¿Ah sí? — Dije con el muy empleado en esta noche: Sarcasmo — Porque la verdad parecía que querías desarmarlo a golpes — suspiré — seguro es mi imaginación.

— Sí, eso es... — seguimos platicando de cosas sin sentido, me hacía preguntas le respondía, le hacía preguntas me respondía. No podía parar de reír. Aunque él intentaba no reír, terminaba haciéndolo.

— ¿Sigues pensando lo mismo sobre mí? — Pregunté cesando un poco las risas.

— ¿Por qué preguntas? — se recargó en el auto.

— Porque... — miré hacia abajo — En realidad me importa lo que piensas tú de mí — mordí mi labio inferior.

— No... — Dijo tomando mi barbilla y alzando mi rostro — No pienso lo mismo — se acercó lentamente con un fijo objetivo. Mis labios.

Me acerqué al igual pero desvié mi rostro y llegué a su mejilla donde deposité un suave beso.

— No beso en la primera cita — susurré entre risas en su oído.

— Me has besado antes sin siquiera tener una cita — dijo también en mi oído.

— Pero ahora la tenemos — golpeé jugando su estómago — Y no hay beso en la primera.

*

— Potter tenemos que hablar— cerré de golpe el casillero de Harry.

— ¡Estás loca mujer! Casi me quedo sin cabeza — exageró.

— ¡Qué lastima! Ahora tenemos que hablar.

— ¿Sobre? — preguntó abriendo nuevamente su casillero.

— Cancelemos la apuesta — dije sin rodeos.

— Tienes que estar bromeando ¿No? — preguntó riendo mientras seguía sacando libros.

— ¡Joder Harry! no es broma — volví a golpear la puerta haciendo que se cerrara una vez más.

— ¿Entonces te rindes? — preguntó abriéndolo de nuevo y matándome con la mirada.

— No... si... bueno no... si pero no de ese modo — ni siquiera yo me entendía — Yo...yo me siento mal por estar jugando con él... — dije con toda la sinceridad del mundo.

— No me digas — dijo burlonamente — Te enamoraste — soltó una carcajada.

— No seas idiota Harry — pasé con desespero mi mano por mi cabello.

— Creí que querías recuperar a Ron y vengarte las que te hizo Draco ¿No? — Tenía razón. No podía olvidar los motivos principales.

— Si...— dije con confianza — estás en lo correcto. Olvida lo que te dije... la apuesta sigue en pie.

Me, Myself & I [Dramione] (Primera temporada)Where stories live. Discover now