UN AÑO |Ukyo Ibuki y tú|

♦1° MES♦

||AGOSTO||

Tres días desde que ella se había marchado, y en la cabeza del de cabellos celeste estaba su imagen, al despedirla, antes de que partiera al aeropuerto con su familia.

Miraba perdidamente el cielo y con pocas nubes pasajeras. ¿Qué estaría haciendo ahora? Se preguntaba, mientras ladeara un poco su cabeza, aún en el más allá de su mente.

—¡Ey!

Escuchó el llamado de su alegre amigo, Xander Shakadera. Desconcertado, volteó a verlo, esperando a que continuase a lo que estaba por decir.

—Veo que estás algo perdido, Ukyo— rió un poco para tomar asiento en el césped, a un lado de su amigo.

—No mucho— confesó para volver a ver hacia el cielo.

Era agradable el clima esos días, y estar bajo las sombras de un árbol, lo hacía mejor.

—¿La extrañas?— preguntó repentinamente el que tenía el cabello de color rojo.

—Mucho...— volvió a decir, sintiendo como en su pecho, su corazón, golpeaba cada vez más y más fuerte.

El grande se quedó viendo con pesar al ninja, que comenzaba a humedecer involuntariamente sus ojos con lágrimas, que en cualquier momento salían despedidas. Él no sabía bien que era experimentar esa sensación de no tener a la persona que tanto amas, ya que nunca tuvo la oportunidad de estar con alguien. La única idea que cruzaba su mente para animarlo, era una juntada entre amigos, como en los viejos tiempos.

Esbozó una gran sonrisa y le dio una palmada en la espalda, haciendo que el joven Ibuki se pusiera en una posición recta, aguantando el dolor de hacía unos instantes.

—¡Vamos, Ukyo! Con los chicos quedamos en ir a la ciudad más tarde, ¿vienes?— preguntó esperando una respuesta afirmativa.

El de ojos celestes, volteó a verlo un poco pensativo. Ella nunca quiso verlo desanimado, y menos escuchar de que lo estuvo ya que eso la hacía sentir mal.

Lentamente, fue dibujando una sonrisa en su rostro. No recordaba tampoco la última vez en que había estado con sus amigos, charlando de cualquier cosa y/o entrenando sin preocupaciones.

—Esta bien— aceptó asintiendo con la cabeza.

La sonrisa en la cara de Xander, creció un poco más. Le indicó que lo esperarían en el dojo. Se incorporó y se fue de allí, a avisarle a Yugo Nansui y a Quon Limon que él iría con ellos.

Con cautela, el de cabellos celeste se fue levantando, aún sin despegar su mirada del hermoso cielo.

—Aun falta 362 días... pero te esperaré— sonrío confiado y seguro, para luego dirigirse hacia donde estaban sus amigos, con calma.

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Besos ♥