Capitulo 40: Un plan

Start from the beginning
                                    

Megan.

Han pasado dos días desde que aquella mujer me llamo y aun no me ha vuelvo a llamar, estoy pasando un infierno peor al que estaba viviendo hasta que me llamo, no quiero que mis niños estén con esa loca, porque fue ella quien puso su vida en riesgo desde un primer momento. La casa está llena de gente, nadie se ha ido desde que sabemos quién tiene a los trillizos y por una parte me reconforta tener a todos aquí, por otro lado me encantaría estar sola y poder llorar, gritar o terminar de volverme loca, pero tengo que mantenerme fuerte por ellos.

Tomo mi teléfono de la mesa de noche y salgo de la habitación para poder ir a la playa un rato, necesito estar sola y poder escuchar a mis pensamientos, porque ahora mismo no lo puedo hacer y más por las discusiones entre Ethan y sus padres, estas se han hecho más frecuentes. Sus peleas son cada dos horas o menos y eso me está cansando, entiendo que todos estamos los nerviosos pero no creo que discutir sea la solución para eso.

Al salir de la casa la brisa choca contra mi rostro, al sentirla una paz llega a mí. Camino hasta poder tocar la arena con mis dedos, cuando estoy frente al océano no puedo evitar avanzar hasta poder tocar el agua. Llevo una hora aquí pero no quiero regresar a la casa y sé que no le hago falta a nadie allí adentro pero a las únicas que me necesitan realmente no las puedo ayudar como me gustaría.

El sonido de mi teléfono hace que me sobresalte pero lo tomo con rapidez y veo que es nuevamente aquel número privado y sé que es ella, me limpio las lágrimas que se me habían escapado y contesto rápidamente.

–Ya está todo hecho –musito con rapidez.

Me gusta que seas rápida, aunque eso ya lo sabía –espeta con burla pero lo paso por alto –ahora escúchame bien. Haremos todo esta noche, tú me entregas los papeles del divorcio y yo te llevo a tu malditos bastardos.

–Está bien –le digo con la voz apenas audible –, dime donde nos vemos y a qué hora e iré.

Esto no será nada fácil maldita –la voz de Kenia paso de divertida a aterradora –primero tienes que salir de aquella maldita casa, no quiero que nadie sospeche nada porque supongo que no has dicho nada ¿no es así?

–Nadie sabe nada –sollozo

Bien –continua Kenia –, entonces en una hora una camioneta estará esperando por ti en la esquina. Te subirás a ella y no preguntaras nada, tienes que llevar contigo solo los papeles porque no quiero que nadie te rastree o algo.

No pude preguntarle nada sobre mis niños porque cuando termino de explicarme como seria el coche que vendría por mí termino la llamada abruptamente, me quedo unos minutos más en la playa viendo cómo se oculta el sol. Cuando entro en la casa veo que solo tengo treinta minutos antes de que lleguen a recogerme, me meto en mi habitación y voy directo al baño para poder tomar una ducha rápida, de alguna manera me quiero sentir limpia y bien para mis niños.

Salgo unos cinco minutos después porque ahora quiero hacer todo rápido, me visto con solo unos vaqueros de mezclilla, una blusa blanca, una sudadera y unas converse negras. No me peino ni nada, mi cabello apenas y me enmarca la cara, así que lo dejo como esta, ya cuando estoy lista miro mi teléfono para mirar la hora y veo que solo faltan diez minutos para que pases por mí.

Ahora solo tengo que pensar cómo salir de esta casa sin que nadie me vea, sé que tendría que decirles a todos lo que está pasando pero ya he puesto en riesgo a mis hijos por decirle a Ethan sobre la primera llamada y sé que si le hablo sobre esta nueva llamada muchas personas me dirán que no vaya o que me estarán vigilando y no quiero eso. Salgo de la habitación y bajo para ver quienes están cerca de la puerta o como puedo salir, cuando llego veo que hay muchas personas en la sala así que no podré salir por aquí, pienso en otra salida y la única que me queda es la del patio así que camino hasta la cocina, así podré salir al patio trasero.

Nunca Me Dejes ||Libro 2|| Trilogía Nunca ✔Where stories live. Discover now