SINOPSIS

184 18 14
                                    

Elmal nunca queda sin castigo, pero a veces el castigo es secreto

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

El
mal nunca queda sin castigo, pero a veces el castigo es secreto.

—Agatha Christie—

No recuerdo qué pasó exactamente esa noche, mi mente estaba en blanco, solo se que aparecí cerca del rio, a lado de un camino abandonado, estaba en pésimas condiciones aún no se cómo pero sobreviví.

¿Que fue lo que olvide?

¿Por qué siento que estoy perdiéndome de algo?

Quisiera poder recordarlo, solo así podría sentirme mejor, tal vez solo así podría estar en paz conmigo misma y mi estabilidad emocional que se desmorona ante mis pies al igual que toda mi vida.

Tratando de aparentar que todo está bien cuando por dentro todo esta destrozado.

***

—Tienes que creer lo que te digo.— le contestó sutilmente, mi corazón latiendo frenético. Estaba asustada. Aterrada.

Llevaba días estando en sus manos, encerrada en un agujero oscuro con olor nauseabundo por doquier, en el sitio no había ventanas solamente una puerta de metal, la salida, la única, me encontraba encadenada a un tubo en medio del horrendo lugar. Había un baño y unas mantas en el piso donde trataba de dormir, pero él no me lo permitía, no soportaba este lugar, esta tortura.

—¿Como puedo creer en alguien como tú?.—su voz era hostil peligrosa, el ya no era el mismo, ya no era cariñosa como solía escucharla.

—Es la verdad, todo lo que te digo.—le veo directamente a la cara.—No recuerdo nada sobre esa noche, no sé qué pasó, no sé qué me pasó, debes de creer en mi.—más lagrimas caen por mi rostro, no quería estar ahí no quería estar en esa situación, esto era una pesadilla.

Un infierno.

Se acerca a mi evaluándome, poco tiempo después me aprieta el cuello bruscamente, cortándome la respiración al instante.

Que le pasaba.

—A mi no me puedes mentir.—sisea apretándome la mandíbula, causándome dolor.—Te conozco.

No, él no me conocía.

¡Maldita sea!

Al notar que estaba quedándome sin aire él me suelta, tirándome al suelo, riéndose de mi, toma su arma apuntando con ella yo camino por instinto hacia atrás alejándome de lo inevitable, su mirada cambio, dentro de él había algo más, algo cruel y calculador.
No podía creer lo que estaba viendo, comencé a temblar terror de lo que me pasaría, no quería morir así, pero veía su intención.

El no me quería viva.
No saldría viva de este sitio.

—Yo no tuve nada que ver; te lo juro.—susurro en desesperacion.—Ella era una de nosotras, no le haría algo malo, ni a ella ni a nadie. Tienes que creerme.—suplico.—Yo no soy una asesina.

—No intentes convencerme, se muy bien lo que paso.—me observa con odio.

—¿Porque lo haces? ¿Por que?—le pregunto en un intento de valentía. Esto parecía frustrarle.

Si esta noche moría quería saberlo, saber el propósito de todo lo que hizo.

Medita unos segundos antes de responder fríamente.

—¡Porque ella era mi hermana!.—me grita.—Alena era mi pequeña y ustedes me la arrebataron esa noche.—sin previo aviso me da un fuerte golpe en mi cabeza dejándome inconsciente.

—sin previo aviso me da un fuerte golpe en mi cabeza dejándome inconsciente

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.
Lush// Saga Dark Secrets I Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz