11. Las bases

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En cada historia hay algunas cosas básicas que nos acompañan durante toda la lectura y dan sentido al texto, son cosas implícitas, de esas que se dicen pocas veces pero no se paran de sentir en ninguna palabra.
Algunos ejemplos de estas bases pueden ser los siguientes: las descripciones físicas de personajes, alguna característica de la personalidad del protagonista, un echo del pasado que marca toda la historia, las normas del universo alternativo donde tu novela toma lugar, etc.

Como su propio nombre indica, estas cosas son básicas y es importante que el lector las sepa de forma temprana para que faciliten la comprensión de la lectura. Como esto es así es muy fácil incurrir en el típico de error de tratar de decirlo todo rápido y de golpe, en el primer capítulo o incluso en la sinopsis. No digo que esté mal, sino que mayoritariamente es muy difícil hace esto bien. Debemos introducir la información de forma gradual y pertinente y, si lo hacemos de golpe, debe ser coherente con la trama o un apunte externo a la trama.

Ahora me explicaré mejor, con ejemplo.

Si es importante para ti que se sepa cómo son tus personajes físicamente no empieces la novela con un ''Matt sale de clase, mide 1,66cm, tiene el pelo rojo y es gordito'' porque entonces quedará de forma antinatural, parecerá más un libro de anatomía que una novela. No hace falta ni que digas tu las cosas, muéstralas, haz que las diga otro personaje, dales un contexto.

Si quieres decir que Matt tiene los ojos azules, haz que alguien le halague por ello, si quieres decir su altura con centímetros exactos haz que el personaje esté de visita en el médico o tomándose medidas para un traje, si quieres hablar de su complexión haz que se mire en un espejo y piensa sobre ello. Cosas así.


Después estaría también el tema de describir la personalidad de los personajes, no lo hagas. No digas que Matt es tímido, haz que se sonroje, que mire al suelo cuando le miran a los ojos, que juegue con sus mangas cuando alguien le hable. No digas que Matt es cruel, haz que patee a un animal abandonado, que se ría de una persona desvalida, que tenga una erección cuando su mejor amigo se hace daño ¡Lo que sea! Pero no lo digas, muéstralo, porque el lector, cuando lee, quiere sentir, quiere conocer él mismo al personaje, no que le venga descrito por un tercero, un narrador que parece externo al mundo. Pondré un ejemplo para que sea más fácil sentir la diferencia.

''Julián es un chico cruel, siempre se ríe de sus compañeros de clase más débiles.''

''Julián atisba como el profesor, mientras cierra la puerta, no ve que afuera  hay un chico con silla de ruedas tratando de subir la rampa del colegio para llegar puntual a clase. La risa burbujea en su estómago cuando las manos del minusválido dan más y más vueltas a las ruedas y su rostro se pone rojo por el esfuerzo. Se recuerda a sí mismo poniendo aceite en la rampa esa mañana para que sea resbalosa. No le gusta madrugar, pero cuando ve que la silla de ruedas se desequilibra y el chico sale disparado, cayendo al suelo y arrastrándose cual gusano hacia la silla, estalla en una poderosa carcajada y decide que ha merecido la pena''

¿Ves? En el segundo texto no he dicho que es cruel, pero seguro que has pensado que Julián era un cruel hijo de satán y le has odiado un poco, sin embargo, en el primer texto solo sabes que es cruel, pero no lo sientes, no le odias. Se te hace indiferente.


Cuando se trata de explicar las bases de un universo alternativo la cosa se complica y las diferentes opciones se adecuan a diferentes gustos. Explicar como funciona un mundo entero es algo que te llevaría páginas y páginas, no las gastes todas en el primer capítulo, el lector puede aburrirse pensando que está leyendo un frío tratado científico de otra galaxia. 

Yo he escrito un omegaverse en el que lo que es sorprendente para nosotros es rutina para los personajes, por eso instalar aclaraciones de por qué los hombres se emabrazan o cosas así en medio de la historia quedaría raro. Los personajes ya saben el por qué, si el narrador mete la explicación sin más parece que la historia se interrumpe, se pausa para que el narrador te susurre al oído algo que necesitas para entender la historia y después continúe explicándola. Eso hace que la lectura sea poco inmersiva, así que he decidido hacer una especie de guía de las cosas básicas del omegaverse antes de la historia, como una pequeña introducción, un diccionario de términos que no conoces si no eres parte de ese universo.

Esa es una idea, otra de ellas es que el personaje principal sea arrojado a un mundo tan nuevo para él como para el lector y el descubrimiento de cómo funciona sea lento y conjunto, eso ayudará al lector a empatizar con el protagonista: se sorprenderán a la vez, aprenderán a la vez.

Hay miles de formas más, una de ellas es la que estoy usando yo para una nueva historia que aun no he publicado. Se da tras una guerra entre vampiros y humanos y, quien nos lo explica es uno de los supervivientes, que ha sido encerrado y escribe su historia en un pedazo de papel de váter que hay en su celda. Escribe eso no para el lector, eso sería extraño e incoherente con el resto de mi historia, sino por si alguien más ocupa esa celda cuando él no esté, para que esa otra persona no se sienta sola y, si esa persona no ha vivido la guerra y es encerrada desde que nace, que comprenda qué le pasó al mundo. Así tenemos las bases del mundo explicadas desde el primer capítulo, pero no de forma fría, sino llena de los conmovedores sentimientos del autor de esa carta y, además, es algo que se integra con la historia.


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