Cariño, por favor, sé real

You show me everything my heart is capable of

Ni Superman ni Batman me pertenecen.

No tengo licenciatura en derecho, así que perdón por mi chafes ☹

Aún es viernes, ¡Yei!

Conner abrió la puerta de la habitación de Tim.

—¡Tim, tenemos que ir a la Baticueva rápido! — Su hermano se levanto de la silla, dejando el libro que había estado leyendo sobre el escritorio.

—¿Por qué? —

—No sé, Bruce me lo pidió— Explicó burdamente para correr a la habitación de Jason (sabiendo que ahí estaba también Dick). —¡Vamos a la Baticueva rápido! — Volvió a exclamar, poniendo alertas a sus hermanos.

—¿Por qué? — Preguntó Jason con seriedad, mientras Dick salía de la cama.

—No sé, Bruce me lo pidió— Y los cuatro corrieron en dirección al punto de encuentro, bajando las escaleras con cuidado.

Bruce estaba sentado en su silla especial de superhéroe frente a la computadora de la Baticueva que le gustaba mucho a Tim y Clark estaba un poco encorvado para poder mantener una mano sobre la pancita de Bruce que había crecido todavía más (y claro que tenía que crecer porque sus hermanitos bebés estaban creciendo mucho).

Bruce estaba sonriendo y Clark también, además de que toda la Baticueva olía mucho a flores y coco y frutas.

—¿Bruce, Clark? — Cuestionó su hermano mayor y sus papás se giraron a verlos, para que su papá alfa los instara a acercarse a él con una mano.

—Pongan su mano así— Les pidió Bruce mostrándoles la palma de la mano, ellos se miraron entre sí, confundidos, para centrarse en la sonrisa de su papá alfa que recién se había enderezado.

Obedecieron la petición mostrando sus palmas.

Bruce tomó sus manos entre las suyas (las de Dick y Conner con la izquierda y las de Jason y Tim con la derecha) y las colocó contra su pancita.

Conner alzó el rostro abriendo la boca.

Jason quitó la mano de golpe.

Dick soltó un grito de sorpresa.

Tim se estremeció girándose a verlos con ojos abiertos.

Bruce y Clark rieron.

Conner sintió algo moviéndose desde el interior de la pancita de Bruce... ¡Conner, Dick, Jason y Tim acababan de sentir a sus hermanitos bebés moverse!

—¡Se movieron! — Gritó Dick con mucha emoción.

—¡No es cierto! — Gritó Jason para volver a poner su mano contra la pancita de su papá omega. Tim soltó una risa bonita y esta vez Jason fue el que se estremeció. —Se siente super raro—

—Se siente bien genial— Dijo Dick en medio de una risa.

—Sí se siente muy genial— Aceptó Clark.

—Pero también es super raro— Aceptó Bruce.

—¡Miden menos de 20 cm y ya son muy fuertes! — Fue el turno de Tim de gritar, provocando una nueva risa en sus padres. —¡Ya quiero verlos en el ultrasonido! —

Conner también tenía muchas ganas de verlos.

Ahora que lo recordaba, había algo de lo que quería hablar con sus papás y sus hermanos acerca de sus hermanos bebés. Recién se había dado cuenta ayer mientras escuchaba los corazones de sus compañeros en la escuela.