O4━¿Por qué lo hace?

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Ya había pasado una semana desde lo ocurrido con Kageyama, aunque él actúa cómo si nada hubiera pasado, no puedo evitar avergonzarme, era imposible, y ahora mirarlo era un reto, trataba de evitarlo lo máximo que fuera posible, pero en este momento era simplemente inevitable ya qué nos habían citado a los dos a la sala de profesores donde se encontraba Takeda sensei dándonos un sermón, por nuestras malas calificaciones y que si seguíamos así no íbamos a poder ir a los partidos hasta que nuestras notas fueran buenas, si era cierto que no soy bueno en las materias y no tenia escusa para eso, así que no pude defenderme y sólo escuchaba sus sermones con la cabeza baja.

—Mierda—rezongo Kageyama con fastidio—, ¿tienes una idea, enano?

Sentí cómo me había estremecido por su llamado e intente ignorarle alejándome. No quería hablarle en ese momento con él.


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Habían tocado el timbre anunciando que la hora del almuerzo del aproximaba. Mayormente me dirigía hacía Kageyama para comer con él mientras que hablábamos de voleibol, pero hace unos cuantos días lo había dejado de hacer y ahora me limitaba a irme hacía  el salón de la rubia para que me ayudase a estudiar, no permitiría que no lo dejaran participar en los partidos, preferiría mil veces no comer y copiar los apuntes que ella le dejara en su cuaderno para entender mejor.


Hinata—me había llamado la chica enfrente de mí, a lo que yo levanté la mirada.—, a ti... ¿A ti te gusta Kageyama?


Debo admitir que estaba un poco sorprendido por esa pregunta, no sabía que decirle, estaba dudoso y sentí como mis mejillas empezaron a arder y si le decía la verdad ¿Cómo se lo tomaría? pero decidí tomar el riesgo y decirle a la rubia que me miraba esperando una respuesta.


La verdad es que yo...


Un ruido me había alarmado haciendo que ambos mirásemos, era el sonido la puerta abrirse con ira, cómo si un demonio la abriese; Sí, era él, Kageyama. La pregunta era, ¿por qué había venido acá y con ése carácter?, sentí cómo se acercaba a mí con pasos apresurados y fuertes.


—¿Por qué no has venido a comer?, te he estado esperando todos éstos días. —Musitó furioso por mis acciones mientras se acercaba aun más.


-Lo siento es que...he estado estudiando.—Nunca pensé que se pusiera así, creía que sólo lo ignoraría cómo tantas cosas que deje de hacer por el simple hecho de estar ambos solos por un largo tiempo. El sólo me tomo de la muñeca para alejarme de ese lugar y dirigirnos a un lugar a solas.


Espero que estés aquí cuando regrese. —y prosiguió a darme un golpe leve en la cabeza, para retirarse dejándome en ése lugar avergonzado por sus acciones.


Cuando él  regresa, había traído cuatro sándwiches y dos bebidas en una bolsa de la cafetería que me arrojo en el lugar donde ya me había sentado y lo sacó de la bolsa.


Debes de comer bien, sino te vas a enfermar y te puedes enfermarte, no podría...


¿No podrías...?—Interrogué.


no podía soportar que te desmayases en pleno partidoseriamos una vergüenza—dijo con una risa ladeada.


vale, lo haré. —Hablé indiferente y le di la bolsa que ahora tenía solo dos sándwich y una bebidas, para empezar a comer en un silencio incomodo, eso hizo que me hiciera pensar en él ¿Por qué?, ¿Por que se había puesto de esa manera?, en éste momento él estaba con sus cejas fruncidas. Vaya al parecer si le molesto.


no vuelvas a hacer eso.


¿de qué hablas?  —dije con un poco de confusión por lo que había escuchado mis oídos


sabes de lo que hablo, si sigues haciendo boberías te juro que ni te voy a pasar el balón.


eeeh, no seas tan malo—aunque me había avergonzado lo dicho, no quería que él se diera así que me gire asiento un puchero y curvé mis cejas hacia abajo tratando de imitarlo.


¿qué piensas hacer el sábado?—me preguntó mientras me miraba de reojo llevándose la comida a la boca.


voy a salir con Yachi-chan a estudiar.


¿Por qué con ella?, ¿Te gusta?—se había enojado lo note por su tono de vos demandante y su ceño fruncido nuevamente levantándose de el asiento.


¡CLARO QUE NO!


es que quiero seguir jugando—esto lo dije casi como un susurro


entonces te gusta


que no


Entonces ¿por qué ella?—sentí su respiración muy cerca de mí, estaba muy cerca y hacía una expresión que nunca le había visto, como si fuera... ¿preocupación será? Mientras que mis mejillas se encontraban teñidas como un tomate, no podía articular palabras, su rostro exigía una respuesta pero simplemente no podía.


—Me lo imagine—musitó dando un suspiro para luego retirarse del lugar sin antes lanzarle una servilleta toda arrugada—, ya he terminado adiós


Después de ese mal entendido no lo había vuelto a ver y aunque me cuestione toda la semana en ir con la  rubia, decidí ir al lugar acordado, era necesario, no estaba mintiendo cuando dije que tenía que estudiar.

Me encontraba en la puerta del local acordado con la  rubia, decidí tomar un suspiro y abrí la puerta.


¡¿PERO QUE HACES AQUÍ?! 




[Editado]

Sueños impuros. [Kagehina]Where stories live. Discover now