Más allá de los secretos [COMPLETA] ✔️ (Draco Malfoy, fanfic)

-Capítulo 09-

❤️Voten si les está gustando la historia❤️
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Hope miró hacia la oscuridad del bosque prohibido frente a ellos, evitando la incrédula mirada de Draco. Ya está. Lo dijo. Draco lo sabe.

—¿Remus Lupin...? —repitió Draco varios segundos después—. Hope, ¿qué estás diciendo?

—Sí, Remus Lupin, el que fué nuestro profesor de DCAO en tercer año, él es mi padre —confirmó la chica.

—¿Lupin? —Draco sonrió con diversión—. ¿El hombre lobo? ¡No te creo!

Pero en la expresión de Hope no había ni pisca de gracia, pues acababa de confesarle a Draco su mayor secreto.

—Es por eso que nadie más lo sabe. Remus me dijo que si alguien más se enteraba, se reirían de mí y me marginarían por su condición. Anda, síguete burlando.

—Lo siento, no quise...

—Está bien. Yo también me reí cuando lo supe, porque no lo creí al principio. Después lloré durante días.

—No puedo creerlo. ¿Por qué no te criaste con él? —preguntó Draco.

—Él y mi verdadera madre no estaban casados cuando ella quedó embarazada, y en sus planes no estaba formar una familia. Remus se asustó cuando lo supo, pensando que el bebé heredaría su condición, así que la abandonó a su suerte. Ella tampoco tuvo el apoyo de su familia, su padre la despreció por involucrarse con un hombre lobo; cayó en depresión y se debilitó... pero nunca quiso abortar. James Potter y su esposa Lily, los padres de Harry, lo sabían, no la dejaron sola y... y cuando mi madre dió a luz... falleció. Los Potter se quedaron conmigo pero un año después ellos también murieron... Dumbledore me llevó con esa familia muggle, los Davis. No sé cómo los conocía, pero ellos no podían tener hijos así que me aceptaron de inmediato, y me criaron como a su hija.

—¿Por qué no me lo habías dicho antes?

—No es algo de lo que me sienta orgullosa.

—¿Porque tu padre es un hombre lobo?

—Porque es un cobarde. Su condición de hombre lobo no me importa; no lo hace menos que otros, pero su cobardía sí. Si él no hubiese abandonado a mi madre... tal vez ella estaría viva. Yo habría crecido sabiendo que pertenecía al mundo mágico.

—¿Cómo supiste que Lupin era tu padre?

—Cuando a fines del tercer año escolar nos enteramos de que Remus era un hombre lobo y que había renunciado, fuí a despedirlo a su oficina, ya que se había convertido en mi profesor favorito. Antes de entrar lo escuché hablando con Harry. Le pedía que me cuidara porque yo era muy importante para él. Entonces, ante la confusión de Harry, le confesó que yo era su hija y le contó la historia, pero nadie más lo sabía, y Harry debía guardar el secreto.

—Entonces, ¿cómo es que Weasley también lo sabe?

—Harry no tiene secretos con Ron y Hermione. Y al parecer, Ron no tiene secretos con su madre. No me sorprendería que todos los de la Orden lo supieran.

—¿Y ahora Lupin quiere pasar navidad contigo? —Hope asintió—. Mira, es complicado, pero... no creo que debas llamarlo cobarde.

—¿Por qué no?

—Puede que no actuara bien al abandonar a su novia embarazada, pero eso ya pasó y no puede arreglarse, Hope. Ahora quiere arreglar las cosas contigo y no es justo que le niegues esa oportunidad.

—¿Quién eres y qué hiciste con Draco Malfoy? —Draco sonrió. Hope suspiró y él la abrazó—. Gracias por no rechazarme. Te quiero.

Era la primera vez que uno de los dos decía algo así, y Draco se sintió mal por estarle guardando secretos a Hope.

—¿Tú a mí no? —preguntó ella alejándose un poco al ver que Draco no respondía.

—Claro que te quiero -sonrió Draco volviendo a abrazarla—. Te has vuelto muy importante para mí. Y no me interesa si eres hija de muggles, un hombre lobo o si desciendes de lo más noble del mundo mágico. Te quiero igual.

Hope sintió que su corazón se inflaba de alegría al escuchar eso; y el cariño que sentía por Draco aumentó.

—Entonces, ¿no eres una mujer loba?

—No, no lo soy —rió Hope—. Si aún tienes dudas, recuerda la noche en que salimos a volar en escoba. Había luna llena.

—¡Cierto! Entonces no me preocuparé cuando me muerdas —agregó el rubio con picardía y Hope se sonrojó.

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Su conversación con Draco hizo que Hope se sintiera muy optimista en los siguientes días. Tan optimista, que sin mayores dudas le envió una carta a Lupin confirmándole que pasaría navidad con él en la Madriguera, pero que debía ir a buscarla a su casa en Londres porque también quería pasar unos días con su familia muggle.

—¡Hope! ¡Eh, Hope!

—¡Hola, Harry! —sonrió la castaña.

—Oye, yo... ¿Quieres ir conmigo a la fiesta de Slughorn?

—¿Qué?

—Ya sabes, como amigos.

—Bueno, hum... Sí, claro que sí.

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—¡Claro que no! —exclamó Draco horas más tarde, cuando Hope se lo dijo.

—Es sólo una fiesta, Draco —replicó ella.

—¡Pero Potter no es tu novio!

—No iremos como novios, sino como amigos —explicó ella sin levantar la voz.

—¡Pero irán juntos!

—Draco, cálmate...

—¡No! ¿Por qué con Potter? ¿Por qué siempre él?

—¿De qué hablas?

—¡Hablo de que estoy cansado de que Potter me quite todo! ¡Siempre llamando la atención, es el favorito de todos...! ¡Todos lo prefieren! ¡Todos lo quieren! ¡Y ahora me quita a mí chica! —el rubio comenzó a patear las mesas que se encontraban a su alrededor, pues no estaban en la sala de menesteres sino en un aula vacía.

—¡Draco! —Hope se puso de pie y se acercó a él—. Escucha... —tomó la cara de Draco entre sus manos e hizo que la mirara—: Yo no prefiero a Harry, él no es mi favorito y no me haré su novia. ¿En serio desconfías de mí?

—No quiero perderte. Hope... eres lejos lo mejor que me ha pasado en la vida, y yo... Temo a que me dejes por alguien mejor.

—¿Y por qué piensas que hay alguien mejor que tú?

—Porque los hay. Potter, Boot, incluso Weasley... todos son mejores que yo.

—¿Lo dices por tu padre? Draco, no dejes que sus errores te representen. Eres más que un apellido...

—Lo digo porque soy uno de ellos— dijo el rubio con voz queda.

—¿Uno de ellos? ¿A qué te refieres con...?

Draco se desabrochó la manga de la camisa y se la levantó, dejando al descubierto su antebrazo izquierdo, donde la Marca Tenebrosa yacía marcada con fuego.

Hope, instintivamente dió dos pasos hacia atrás, asustada.

—Sabía que reaccionarías así —dijo él—. Pero ya no podía seguir ocultándotelo. Entenderé si no quieres volver a verme.