-Capítulo 04-

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❤️Maratón 1/5❤️
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Cuando Draco y Hope llegaron al séptimo piso; el chico hizo lo necesario para que la puerta de la sala de menesteres se materializara ante ellos, luego tomó la mano de Hope y la guió hacia el interior.

Se encontraban en la misma habitación de objetos en desuso en la que Hope había entrado hacía unos días. Continuaron caminando entre las montañas de objetos aún tomados de la mano, pero por alguna razón, ninguno se sentía incómodo.

—Escucha —dijo Draco volteándose y mirándola serio cuando llegaron frente a un armario negro—, si quieres quedarte, habrá condiciones.

—Fuiste tú quien me invitó —replicó Hope. 

—Sí, te invité, pero no te obligué a venir —se defendió el rubio.

—Bien, te escucho.

—No debes decirle a nadie que yo paso tiempo aquí. Ésto es súper secreto. Y... tampoco puedes hacerme preguntas.

—¿Puedo hacerte preguntas antes de aceptar que no debo hacerte preguntas? —sonrió Hope, y Draco la miró confundido—. Sólo quiero saber si estás enfermo o algo.

—¿Enfermo?

—Bueno... Te ves... delgado.

   Draco se tensó.

—Estoy bien. Es sólo que... con lo que está pasando con mi familia no me he sentido bien de ánimo, eso es todo. ¿Algo más que quieras saber?

—¿Qué te traes con éste armario tan raro?

—Debo repararlo —respondió Draco con sinceridad—. Pero es en serio, Hope, nadie puede saberlo.

—Está bien. Nadie lo sabrá, al menos no por mí.

Draco asintió conforme, y en ese momento ambos se dieron cuenta de que seguían tomados de la mano.

—Lo siento.

Hope se sentó en un sillón a un lado del armario y sacó su cuaderno de dibujo, mientras Draco se quitaba la túnica y se ponía a trabajar.

Se ve bien en camisa, ¿cómo se verá sin ella? ¡Maldita sea, Hope!, ¿cómo se te ocurre pensar eso?

—¿Puedo hablar? —preguntó la chica minutos después.

—Ya lo hiciste —murmuró Draco.

—¿Cuál es tu color favorito?

—¿A qué va eso?

—Sólo quiero saber más cosas sobre tí.

—¿No te basta con lo que dice la gente? —preguntó el rubio de mal humor.

—Pues no. ¿Acaso todo lo que dicen de tí es verdad? Lo dudo... Aunque las chicas que dicen que eres guapo y misterioso tienen razón.

   Draco la miró sonriente.

—¿Crees que soy guapo?

—Sí —contestó Hope—. No soy ciega.

—Ni reservada —agregó él con un tono divertido.

—Digo lo que pienso, eso es todo, pero si no quieres decírmelo...

Hope volvió a dedicarse a su dibujo, aunque sentía la constante mirada de Draco sobre ella.

—El azul —dijo Draco—. Siempre me ha gustado el color azul.

—¿Por qué no llevas ninguna prenda azul, entonces?

—Mis bóxers son azules.

—Oh... —Hope volvió a mirar su dibujo, con las mejillas teñidas de un intenso color rojo, imaginándose a Draco en bóxer. ¡Santa madre!

—Es broma —rió Draco—. En realidad son blancos.

—Aah, qué bien— murmuró Hope sin levantar la cabeza.

Draco sonrió y la miró detenidamente mientras Hope dibujaba, notando cómo poco a poco las mejillas de la chica volvían a su color normal, cómo fruncía el ceño recorriendo la hoja con el lápiz, con la boca entreabierta, cómo arrugaba la nariz si se equivocaba... De verdad era hermosa. ¿Por qué no la había apreciado antes?

—¿Qué relación tienes con Potter?— inquirió Draco.

   Hope lo miró.

—¿Con Harry?

—¿Hay algún otro Potter en Hogwarts? —preguntó Draco con molestia.

—Bueno... sólo somos amigos.

—Aah... ¿segura?

—Sí. ¿Por qué lo preguntas?

—Los ví coquetear hoy en Pociones.

—¿Estabas observándonos?— rió la chica.

—A tí, no a él. Quiero decir... no. No, no estaba... sólo... Miré y te ví... Tú me entiendes —dijo Draco casi metiéndose adentro del armario para no mirarla. ¿Qué le pasaba?, ¿desde cuándo se ponía tan nervioso con una chica?

—Sí, igual me pareció raro lo que hizo —dijo la castaña distraídamente—. Incluso me dijo que me veía linda. No es usual en Harry.

Draco no contestó, frunció más el ceño y continuó su trabajo.

—Puedo ayudarte si quieres— comentó Hope al rato. 

—¿Qué hay de tu dibujo?

—Ya lo terminé.

—No, está bien. Puedo hacerlo yo.

Hope continuó allí sentada mirando a su alrededor; aquel lugar cada vez le parecía aún más extraño.

—¿Cómo encontraste éste lugar? Es inmenso. 

—Necesitaba un sitio dónde esconder éste armario —respondió Draco.

Hope miró la hora y decidió que ya era tiempo de marcharse si quería alcanzar a cenar.

—Ya es tarde, ¿vamos a cenar?

—Tú ve antes —dijo el rubio—. No quiero que nos vean juntos.

—Oh... —tras esas palabras, la castaña no pudo evitar sentirse mal—. Sí, claro... Bien, como quieras.

—Oye, espera... —Draco se dió cuenta de lo que habían provocado sus palabras y se acercó a ella, pero Hope tomó sus cosas y se dirigió a la salida—. ¡Espera! Me expresé mal, me refiero a que sería raro que nos vieran entrar juntos al gran comedor, eso es todo.

—Está bien, no importa —dijo ella no muy convencida, y al mismo tiempo que abrió la puerta, Draco le tomó el brazo impidiéndole irse.

—¿Vendrás mañana? —la pregunta del rubio sonó casi como una súplica.

—¿No prefieres trabajar sin distracciones?

—No eres una distracción, Hope.

Draco le acomodó un mechón de cabello tras la oreja, de una forma mucho más delicada y lenta a la que lo había hecho Harry en Pociones.

—Potter no debió decirte que eres linda, esa palabra no te hace justicia— sonrió Draco—. Entonces, ¿espero verte mañana?

—Sí, aquí estaré —dijo ella, sonriendo como boba—. ¡Ah! —la castaña se apresuró a abrir su cuaderno y le sacó una hoja: la hoja en la que había estado dibujando—. Lo hice para tí.

Draco recibió el dibujo: era él, sentado en una mesa, en clases de Pociones. Al parecer Hope también lo había observado durante la clase. 

—¿Por qué no me dibujaste una sonrisa?

—Porque nunca te he visto felíz— Hope se acercó y le dió un tierno y rápido beso en la mejilla—. Nos vemos, Draco. 

Más allá de los secretos [COMPLETA] ✔️ (Draco Malfoy, fanfic)Where stories live. Discover now