Capitulo 3.

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Aunque Spencer intento mantener su estado en secreto, sus amigas no tenían la misma idea. En cuestión de días el equipo entero estaba enterado del embarazo del doctor. Cada quien expresa su alegría de distinta manera, pero todos estaban emocionados por el nuevo bebe.

Así pasaron los días, con toda la unidad, en mayor o menor medida, al pendiente de que el doctor y su bebe estuvieran bien. Desde la emoción de García hasta la mas discreta preocupación de Alvez. Los mas cercanos al castaño lo acompañaban a sus citas con el medico, lo llamaban cada cierto tiempo el mismo dia, lo acompañaban a comprar las cosas necesarias para su bebé.

Sin embargo las cosas no son fáciles, Reid olvidaba tomar vitaminas o alguno de sus cuidados por estar pensando en su madre enferma. La esquizofrenia y el alzheimer empeoraban cada día y no parecía haber una luz al final del túnel. Su hijo merece conocer a la magnífica mujer que es su abuela, pero el tiempo les jugaba en contra. 

Dedicaba su tiempo a estudiar y leer todo lo que pudiera sobre el cuidado de niños pequeños y a investigar sobre nuevas formas de combatir la esquizofrenia y el alzheimer. Hasta que encontró un método experimental sobre el cuidado de esta enfermedad, parecía una buena oportunidad para ayudar a su madre. 

Sintió a su hijo de 5 meses de gestación moverse inquieto, durante las últimas semanas se sentía mas solo que nunca. Quería tener lo mismo que Savanha tuvo, quería a Derek con el y con su hijo. Las hormonas hacen estragos en la mente del genio, la sensación de abandono, la ansiedad de pronto tener a su niño en sus brazos, la nostalgia de tener a Morgan a su lado, entre muchas otras cosas. 

El sonido de golpes en la puerta lo despertó de su ensoñación. Se levantó para ir a abrir la puerta. No es una buena idea seguir con esa línea de pensamiento.

Al abrir la puerta encontró a García esperándolo. Parte de su nueva rutina es recibir visitas de algún miembros de su equipo al menos una vez al día. En parte le agradaba porque lo hacía sentir menos solo y, desde la partida de Hotch, le daba cierta estabilidad a su vida.

Sin contar que su madre viviendo con el no hacía las cosas más fáciles. Tener a un bebé inquieto y a su mamá esquizofrénica en la misma casa es agotador, tanto mental como físicamente. Y sumando a los asesinos en serie con los que tiene que lidiar por trabajo, el resultado es estar al borde de un aborto espontáneo.

Dejo que la analista técnica entrará a su apartamento. Las cosas eran un desastre, libros, libretas y juguetes esparcidos por toda la sala, lo único en aparente orden es una cartulina rosa que tenía escrito las visitas al médico y cosas por hacer en su embarazo, regalo de Penélope. Junto a la cartulina rosa estaba una celeste con fotografías de los miembros de la unidad, nombres, teléfonos de cada uno y de emergencia para su madre.

García entró y dejó una bolsa llena de juguetes y peluches para bebe, la cuarta desde que se enteró del embarazo.

-Hola dulzura, ¿como está mi chico maravilla y su fiel compañero?- García entró feliz de ver al doctor y notar su creciente estómago. Parece que su futuro sobrino o sobrina crece sin dificultades. Una sensación de alivio la lleno al saber que ambos estaban bien.

-Estamos bien, solo que ha estado algo inquieto.- Spencer acarició su aun no tan abultado estomago. Aunque su bebé se movía sin parar durante el día y descansaba toda la noche, no quitaba el hecho de que el día era complicado tener al bebé con el.

-Bueno, es algo normal considerando a sus padres.- En automático vio como el rostro de su amigo cambio. Aun es muy doloroso que Derek no este con Reid, pero esa fue la decisión del genio. -No, me refiero a que tu no eres exactamente quieto. Es decir, Morgan debió ser muy inquieto pero tal vez tu también. Pero no pienses en el.-

-Garcia, esta bien. No importa, puedes hablar de Morgan conmigo, quiero que el bebe sepa de su otro padre.- Spencer sostuvo su vientre mientras intentaba distraerse del padre de su hijo.

-De acuerdo.- Garcia suspiro tratando de calmarse. -En otro tema, ¿ya sabes que va a ser? Porque necesito saber para comprar su ropa.- Penélope se acerco al castaño para acariciar su vientre, una costumbre que adoptó en los ultimas semanas.

-No, iré al medico hoy para el ultrasonido. Supongo que hoy sabre que es, pero no necesitas comprar nada.- Spencer sonrió al sentir como su bebe se movía al sentir el toque de García. 

-Claro que si, es mi nuevo sobrino y tal vez la primera niña.- La analista chillo con alegría al pensar que el próximo bebe podría ser niña -Pero, en otro tema. ¿Listo para irnos a trabajar? porque los malos no descansan, por mucho que nos gustaría.-  

-No creo ir hoy, necesito hacer algunas cosas. Y mamá no esta en su mejor momento, me necesita aquí.- Spencer se alejó de su amiga, sabía que necesitaba trabajar pero durante los últimos días solo estaba empeorando.

-Lo entiendo cariño, esta bien. Solo recuerda que también te extrañamos en el campo.- García sonrió con tristeza, lo último que necesita el genio es estresarse por su madre. 

La rubia salió del departamento del castaño rumbo a las oficinas del FBI,  mandó un mensaje rapido a Prentiss avisando la ausencia de Reid. Algo la inquietaba sin estar segura de que era.

Por otro lado, Derek Morgan no se sentía más cómodo. El tiempo en casa no era tan bueno como lo imaginaba, al parecer Rossi tiene razón y después de tanta emoción el descanso y la paz son aburridos.

Claro que disfrutaba pasar el día con su hijo, adora a Hank más que a nada en el mundo, pero no es fácil asentarse en una vida con una rutina establecida. No tener que llevar una maleta a todos lados, temiendo tener que salir al campo y no saber si volvería a ver a su hogar. Y aunque disfruta de cuidar a su hijo y poder verlo crecer, extraña la emoción de ser parte del FBI, saber que estaba salvando la vida de alguien y deteniendo a, al menos, un criminal.

La vida de casado tampoco le resultó tan placentera como esperaba. Vivir con otra persona a la vez que se acostumbran a cuidar de un niño es estresante, por decir algo. Las peleas eran cada vez más comunes, las diferencias más importantes y los silencios más incómodos. Las maneras de criar a su bebé son tan diferentes que a veces no podían ponerse de acuerdo sobre su hijo en común.

La idea del divorcio a veces rondó por su mente, pero siempre la dejaba antes de pensar en esto demasiado. Recordando que dejó la UAC para criar a su hijo con su esposa, no podía dejar a su familia después de que abandonó su trabajo y a sus amigos por ella. No era correcto.

Un sentimiento extraño se apoderó de el, un escalofrío que le recorrió la columna, todas sus alertas encendidas. Algo había pasado. Busco a su hijo y lo vio dormir, sano y salvó, llamo a Savannah, ella solo le dijo que estaba bien y tenía trabajo que hacer. Llamo a su madre, le respondió que ella y sus hermanas estaban bien.

Esa sensación era tan familiar como desconocida, sabía que algo había pasado pero no estaba seguro de que. Esa presión en el pecho la había sentido antes, en el FBI y siempre era una mala señal. El disparo a García, el accidente del antrax, el secuestro de Reid, la "muerte" de Emily, entre muchas otras cosas. Pensó en llamar a Penélope, pero decidió esperar a que esa sensación desapareciera, tal vez solo estaba exagerando. Sin embargo, no solo Derek se sentía diferente, Hank estuvo inquieto todo el día, lloraba más seguido y sin razón aparente. Esto solo logro distraer a Derek a la vez que se preocupaba.

En las oficinas de la UAC, Penélope García recibía una llamada de la policía de México. Arrestaron al doctor Spencer Reid.

¿Demasiado tarde?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora