Capítulo 1.

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Después de la partida de Morgan las cosas volvían a la normalidad, todos hacían su trabajo lo que mejor que podían. Para sorpresa de mucho Prentiss volvió a la unidad.

El equipo se sentía reunido, pero faltaba alguien. Cada uno de ellos afrontaba la pérdida de diferente manera. Pero García y Reid fueron los más afectados. Ambos fueron cercanos al ex-agente federal y ahora sentían que una parte de sus vidas faltaba.

Durante las primeras semanas tanto García como Reid hablaban por mensajes con Derek, saber cómo se estaba tomando la vida en familia y como estaba el pequeño bebé.

Hank Spencer Morgan, el genio no podía dejar de pensar en ese nombre. Derek había llamado a su hijo como el, se sentía alagado a la vez que se sentía egoísta. Sabía de sobra que Savannah no estaba muy feliz pero lo oculto por Derek, la última vez que hablo con ella pudo notarlo. Había molestia y rencor en su voz, como si le hubiera quitado algo. Trataba ni pensar mucho en eso, su trabajo le da demasiado para pensar además de su madre.

Entre sus preocupaciones siempre sobresalía la condición de su madre. Solo es cuestión de tiempo antes de que lo olvidará, y no había algo que hacer para evitarlo. Se sentía solo, la única persona que sabía de eso se había ido.

Mientras tanto en Chicago los Morgan estaban felices con el recién nacido. Fran, Desirée y Sarah cuidaban día y noche al pequeño. Las chicas Morgan atendían al bebé cada que podían, llevando todo lo que llegara a necesitar. Derek las ayudaba a la vez que aprendía como cambiar pañales, preparar un biberón o cambiar de ropa a su hijo.

En casa todo giraba en torno al niño. Todos lo llamaban Hank, excepto Derek que de vez en cuando lo llamaba Spencer. Lo hacía cuando estaba a solas con su hijo y creía que nadie escuchaba. Pero Savannah lo escuchaba a través de la pequeña radio, sabía que su esposo llamaba a su hijo por el nombre de otro, le contaba sobre el doctor, sobre sus torpezas y sus habilidades. Hablaba con cariño y añoranza, como si una parte de su corazón se hubiera quedado con el. La doctora se quedó callada, temiendo perder al hombre de su vida y a su hijo.

La siguiente en descubrirlo fue Fran, la madre de Derek lo escucho hablar sobre sus amigos del FBI al niño, sobre como los extrañaba y cuánto amaban al bebé. Pero siempre hablaba más de Spencer, la mayor sabía lo mucho que el niño significaba para su hijo. Pero llamar a su hijo como el significaba algo más que amistad. Fran no era tonta, todo apuntaba a un enamoramiento entre los dos hombres. Algo contra lo que lucho durante unos días, pero termino aceptando que su hijo estuvo enamorado del otro. Pero ahora está casado y confía en su hijo lo suficiente para saber que no sería infiel a su mujer.

De esta manera pasaron las semanas, después de una fuga de numerosos asesinos Spencer no tuvo tiempo de hablar con Morgan. Además de la integración de un nuevo miembro a la unidad, todo eso solo lograba agobiarlo.

-¿Todo bien Spence? Te vez palido- JJ se acercó al doctor mientras lo veía preocupada.

-Claro, solo que no me he sentido muy bien estos días.- Reid trato de tranquilizar a su amiga a la vez que ocultaba las náuseas que le causaba algún olor en el ambiente.

-De acuerdo, trata de cuidarte.- JJ se dió la vuelta para dirigirse a la oficina de García.

Algo raro pasaba con Spencer y lo descubriría, pero necesitaría ayuda de sus amigas.

¿Demasiado tarde?Where stories live. Discover now