Capítulo 11.- Castigado.

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Por fin había llegado el día. Para Padre de Todo era importante ya que debía liderar un ejército junto con las valkirias y algunos de sus mas fuertes y ágiles soldados. Pero para nuestro pequeño Loki quien había despertado con entusiasmo y se estaba terminando de alistar para la ceremonia de salida de su padre. Sabía que era un momento importante y del cual debía tomar con seriedad, pero no podía quitarse de la mente que también saldría de paseo con su ahora nuevo amigo Fandral. El día que habían acordado para salir, llegó con mucha alegría al palacio para platicarle a su mamá sobre su nueva amistad. Una vez que le pidió a Frigga permiso para poder salir a caminar con el, su madre lo pensó por un momento y le recordó que debía estar presente en la ceremonia a lo que Loki asintió y prometió obedecer en todo y estar lo mejor presentable posible algo que no había problema, solo con el simple hecho de estar presente y desearle a su padre lo mejor de la suerte. Frigga no pudo contenerse ante aquella carita llena de emoción y felicidad y el saber que su pequeño por fin estaba entablando amistades, no pudo decirle que no, pero con ciertas condiciones a lo que el pequeño no tuvo problema de prometer y poder cumplir.

Llegó la hora de la ceremonia donde algunos soldados, jueces, secretarios entre otros rangos que apoyaban al congreso y a los reyes de Asgard y claro junto con el pueblo estaban reunidos para desearle un viaje lleno de victoria para los valientes guerreros y al rey quienes iban de camino al portal donde Heimdall ya los estaba esperando ya listo para abrirles paso a su siguiente misión. Una vez ahí, Frigga y los niños llegaron con Odín para desearle suerte y pedirle que tuviera mucho cuidado a lo que el Padre de Todo respondió abrazando a su familia y se despidió yendo por fin con todo el gran ejército al portal. –No puedo esperar para tener mi misión de combate. –Dijo un Thor lleno de ilusión imaginándose en un futuro ganando todas las batallas contra esos enemigos que osaran amenazar contra el pueblo de Asgard. En cuanto a Loki lo único que quería era ya regresar para poder recoger sus cosas y verse con Fandral. Un entusiasmo que cabe decir que por mas que quisiera no podía ocultar. Los minutos por fin pasaron y fueron de regreso al castillo. Al llegar, Loki se fue corriendo de regreso a su habitación por sus cosas. Estaba terminando de guardar todo hasta que fue visitado por cierto enérgico rubio -¿A dónde vas, hermano? –Preguntó curioso al acercarse a Loki quien se colocó su costal del lado de su cuerpo.

-Iré a la plaza a dibujar un rato. ¿Quieres venir? –Mintió en la primera parte, pero por otro lado le nació invitar a su hermano al viaje que tendría con Fandral.

-¿Irás a dibujar? Eso es aburrido... -Era de esperar de un niño tosco que no se sentiría atraído por ese tipo de cosas. -¿Irás solo?

-No, iré con Fandral. Quedamos de vernos en la entrada del palacio...

-¿Fandral? ¿El Fandral que yo conozco?

-Eeehh... ¿Si?

-No sabía que se hablaban. –Dijo sorprendido el rubio.

-¿Hay algo de malo? –Terminó de empacar y volteó a ver a su hermano con la ceja arqueada.

-Bueno... -Thor sabía bien que Fandral y Loki no compartían tanto en común como para poder armar una buena química y entablar una amistad, lo cual por una parte estaba equivocado ya que su amigo no tenía alguna mala intención en hacerse amigo de Loki.

-¿Qué pasa? –Loki ya estaba comenzando a perder la paciencia por la actitud de su hermano quien solo tenía una expresión de sorpresa.

-Es que no puedo creer que ustedes se hablen. Si tu eres... -Miró de pies a cabeza a su pequeño hermano.

-¿Qué? –Mostró su molestia en su rostro.

-Eeehh... -No sabía cómo decirle a su hermanito que era un chico simple y aislado.

Strange TalesWhere stories live. Discover now