Nunca Me Dejes ||Libro 2|| Trilogía Nunca ✔

Capitulo 28: Carta

–Para ti no soy Isabella –responde mi madre con voz aún más dura y da un paso al frente –,soy la señora Montgomery o Smith pero jamás vuelvas a llamarme por mi nombre. Pues con respecto a la petición de tu "novio" lamento decirte que has venido en mal momento, ahora mismo solo pueden estar presentes los miembros de la familia.

–Madre –advierto pero ella me ignora como siempre –intenta ser tolerante.

–Lo lamento –interviene mi tía Majo, genial –pero tu madre tiene razón Ethan, esta reunión es solo familiar y la muchacha no es nada de la familia. Creo que será mejor que te retires cariño, no tiene nada que hacer aquí.

–Lo hare solo si Ethan me lo pide –responde Kenia.

Mi madre da otro paso adelante y siento a mi lado a Kenia estremecerse, se lo intimidante que puede llegar hacer mi madre y ahora mismo Kenia lo está comprobando por sí misma, tomo a Kenia de la cintura y la pego más mi cuerpo. Mi madre me mira y con una simple mirada sé que esto puede terminar muy mal, pero si ella cree que me podrá intimidar está equivocada, este juego lo podemos jugar los dos.

Mi tía Majo toma a mi madre del brazo y hace que retroceda los paso que ha dado porque casi estaba cerca de nosotros, mi tía le susurra algo y luego ella asiente pero que ellas hagan esas cosas me pone los pelos de punta, las conozco y se cuándo planean algo y ahora mismo lo están haciendo. Ambas le lazaron una mirada a sus esposos de advertencia y ellos levantaron las manos como si un pelotón los estuvieran apuntando, a veces creo que a mi padre y tío les hacen falta un par de pelotas nuevas.

–Mira niña –comienza a hablar mi madre con desdén –la casa en la que estas era de mi madre y ella jamás aprobó la relación que tienes con mi hijo, en realidad nadie aprueba su relación y no lo hacemos porque nosotros aun queremos que él regrese con su esposa.

–Madre no...

–Ethan ella tiene que saber a qué se enfrenta –interviene mi tía Majo –esta niña tiene que saber que jamás podrá ocupar un lugar en nuestra mesa familiar, tiene que saber si algún día tú la llevas a alguna reunión familiar, ella jamás podrá encajar porque allí estará Megan y tus hijos. Además ¿nena tú no te quieres? Porque ser la querida de un hombre casado es no quererse mucho.

–¡Basta! –grito y veo como mi hermana y primos se asustan –ambas deténganse porque les guste o no Kenia y yo estamos juntos, con respecto a Megan lo nuestro no funciono así superen que no vamos a volver. Ahora Kenia es mi futuro y deberían estar felices por mí, ella es parte de la familia porque está conmigo ahora y ella se quedara porque así lo dispongo yo.

–¡Ella no es nadie! –grita mi madre exaspera –ella no escuchara la última voluntad de mi madre por así lo dispongo yo y tú no puedes contradecirme porque ella era mi madre.

Me quedo unos minutos en silencio porque no quiero que las cosas tomen un rumbo del cual después no voy a poder dar marcha atrás, suelto un suspiro y cuando estoy a punto de responder la voz de los niños hace que mi mirada se desvié a la puerta y allí parada esta Megan y April. Megan va vestida con un vestido ceñido a su cuerpo color gris, es largo hasta por debajo de las rodilla y llevas unas converse blancas a juego, esta espectacular pero en cuando me doy cuenta de su vientre mi realidad me golpea y desvió mi mirada.

Toda mi familia la saluda con calidez, todo lo contrario que hicieron con Kenia y creo que ella se da cuenta porque me toma del brazo y lo presiona pero no le prestó atención, los gemelos hacen algunos cometarios chistosos y oculto mi risa, luego Rita hace un comentario que nos deja a todos helados pero mi tío Zack se encarga de hacernos reír nuevamente por su comentario sobreprotector. Estoy mirando por la venta de la sala y siento a Kenia cerca mio y luego de las miradas que Rita nos lanzó a Megan y a mí me puse algo nervioso pero intente no demostrarlo, Megan no me quita los ojos de encima y entonces paso un brazo por la estrecha cintura de Kenia y deposito un casto beso en sus labios.