—Bueno, mi vida sexual no tiene nada que ver con tus problemas.- frunzo el ceño apuntándola- Me eh mantenido en silencio con todo, el puto reloj, quien es el padre de ese bebé, siempre fiel a ti, Marina.

—Se nota, hombre, que mientras me muero de miedo tú estás revolcándote con el becado y esa parejita.- me empuja por los hombros- Están enfermos, joder.

—¿Y tú qué? Que no eres una santa, meterte con ambos hermanos, Marina, créeme no eres mejor que yo.

—Siempre queriendo ser la niña inocente que todos protegen, ¿no?- sonríe cínica- Acurrucándote en los brazos de cualquier hombre mientras yo tengo problemas de verdad.

—¿Problemas de verdad? Mis huevos.- me rio sarcástica- Esos putos problemas son en los que tú solita te metiste y quieres arrastrar a todos contigo, por que solo te importas tú, solo quieres tocarle los cojones a tus padres y ser la puta rebelde misteriosa de la que todos hablan, ¿no?

Si escuchar su respuesta salgo enojada, siento como las lagrimas mojan mis mejillas.

—¿Primor?- la mano de Varela me detiene

—¿Tessie, estás bien?- los ojos de Carla me inspeccionan- ¿Qué ha pasado?

—Nada, estoy bien.- limpio mi cara fingiendo una sonrisa- Tengo que irme.

—Ni de coñá que te dejo ir así.- me envuelve en sus brazos- Vamos, las invito a comer.

—Yo no puedo, tengo un asunto familiar que resolver.- la rubia acaricia mi cabello- Pero, muñequita, cualquier cosa que necesites, estoy para ti. Sé que aún no me perdonas pero quiero que sepas que en verdad te quiero y me pone mal verte así.

—Gracias.- la abrazo sorbiendo por mi nariz - ¿Puedo dormir hoy en tu casa?

—Claro que si.

Christian me guía hasta su moto y conduce a un lindo restaurante.

—¿Aquí trabaja Samu?

—Así es, me hacen descuento por guapo.- golpea su barbilla- Y trayéndote a ti seguro es gratis.

Me lleva de la mano a una mesa libre y abre la silla para mi.

—¿Tess? hola.- nos ve sonriente - ¿Qué van a querer?

—Una hamburguesa y..¿preciosa?

—Lo que sea esta bien, no tengo mucha hambre.- aprieta mis labios

—¿Estas bien?- los ojos negros de Samuel se llenan de preocupación.

—Cuéntanos, ¿qué pasó?- el moreno aprieta mi mano

—Tuve una pelea con Marina, nunca habíamos pelado tan fuerte.- sollozo- Me dijo muchas cosas, sobre nuestra relación.- nos señalo y con la mirada le doy a entender que sabe sobre el cuarteto- Y yo dije cosas hirientes, se salió de control todo.

—Marina está cambiando últimamente.- apoya García- Puede que nuestra relación se acabo y todo se fue a la puta.- intenta sonreír soñando mi espalda- Pero estoy seguro que su amistad es más fuerte que esta mierda.

Le agradezco con una sonrisa, la comida estuvo realmente deliciosa, Varela intentaba hacerme reír y lo logró un par de veces, al terminar se ofreció llevarme al hogar de Caleruega pero le he dicho que prefería estar con él, ahora estamos en un parque frente a la tienda de los Shana.

—Voy a hablar con Omar, ahora vengo.- el moreno me ve confundido pero igual asiente-¡Omarcito!

—Tess, ¿que tal?- me ve bastante sonriente

—Pues bien, en lo que cabe.- hago una mueca- Preguntaría lo mismo pero por tu cara creo que no hace falta.

—Si, vengo de lo de Ander, gracias por no decir nada.- me abraza ligeramente- Aún que alguien más lo hizo, está bien.

—No tenía porque hablar, no tengo derecho.- suspiro pensando cómo hacer el pedido.- Yo quería, tú sabes, pedirte hierva.

—¿En serio?- me ve incrédulo- No, mira, me agradas, está vida no te hace bien, aparte de que Ander me mata si se entera.

—Por favor, necesito relajarme y despejar mi cabeza.- ruego juntando mis manos- Te pagó el doble.

—Joder, escucha, es fácil conseguir felicidad con drogas.- soba mis brazos y coloca un mechón de cabello tras mi oreja- Lo difícil es conservarla después, no es la solución.

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