Capítulo 1: Mala hierba.

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Boscastle, Bretaña 16 de agosto, 505

Mi nombre es Amelia Sophia de Boscastle.

El dia de hoy cumplí 7 años, y Eleanor me ha regalado este libro.

Eleanor es mi nana, ella es la persona que pasa todo su dia conmigo y me cuida mucho. Ella dijo que aquí podría escribir lo que se me ocurriera, lo que pase por mi vida y lo que sienta que no puedo decirle a nadie. 

Es algo muy útil, nunca pensé que pudiera escribir mis pensamientos o lo que mi voluntad me dijera. Desde que aprendí a hacerlo, siempre me dijeron lo que debía escribir y lo que debía decir.

Mis padres son el Rey Augusto V y Nicolette II, monarcas de Boscastle, pueblo de Gran Bretaña.  A mi madre nunca la he visto en persona, pero siempre la veo en los desfiles y en pinturas. 
Mi padre viene seguido a verme, él es muy cariñoso conmigo y siempre me dice qué debo ser y qué debo hacer.

Él dice que no debo preocuparme porque un día seré Rey. Lo único que tengo que hacer es hacer todo lo que él me diga y estaré bien. Papá es la mejor persona, y en quien más confío. Lo quiero mucho, incluso cuando me dice que debo actuar como un niño. Él siempre me dice que está muy feliz que yo haya llegado a su vida, y que soy la niña más linda que alguna vez hayan visto sus ojos. También dice que le encanta mi cuerpo, y me doy cuenta por la forma en que jugamos cuando nadie nos ve. Se ve que lo disfruta mucho. Y me hace muy feliz que él sea feliz.

El único problema es que aveces me duele mucho, no me gusta mucho que siempre que viene a verme tenemos que jugar a lo que él quiere, pero igualmente haría todo por el. Lo escribo aquí porque Eleanor me dijo que podría escribir mis secretos y papá siempre me dice que es un secreto solo de nosotros dos.

Aunque papá me confunde mucho. A pesar de que cuando estamos solos le gusta mucho que sea una niña tan linda y bien parecida, en público siempre me dice que debo actuar y vestirme como un niño. Él ha intentado explicarme pero no logro entenderlo del todo.

Dice que lo que más lo haría feliz es que cuando yo crezca y me vuelva mayor, herede el trono y me convierta en Rey de Boscastle. Pero para eso tengo que ser un niño, las niñas no pueden ser reyes. Y papá dice que aunque sea una niña, sí hago todo lo que él diga, seré un gran rey.

En realidad no me importa mucho, pero si el lo dice, es porque está bien. Entonces el reino y todas las personas piensan que soy un niño. Es un poco divertido, es como tener otra vida.

Mi nombre legal es Liam Joseph. No vivo con mis padres en el castillo, vivo en el sótano junto con Eleanor. Papá dice que es mejor para que nadie se entere de quien soy realmente.

Las únicas personas que conocen a Amelia son Mi madre, papá y Eleanor. Es un secreto y nadie lo puede saber.

Boscastle, 8 de diciembre, 513

Han pasado varios años desde que escribí aquí.

No había recordado hacerlo. No pasaba mucho en mi vida en ese entonces. Aunque recuerdo que era un poco más feliz. La vida se ha tornado un poco gris desde aquel entonces. Es un constante ciclo incesante que se repite día a día, simplemente que ha perdido la gracia. Desde que cumplí diez años de edad he estado participando mucho de la vida pública; saliendo a festivales, desfiles y eventos reales. Gracias a eso pude conocer a mi madre, hasta parecemos una familia; pero eso no es más que un cascarón. Mi padre siguió con los años.

Juegos inocentes se convirtieron en maltratos y abusos. Me hace cosas que no me gustan y me lastiman, pero no puedo detenerlo. Desde el día que le dije que no quería hacerlo más con él, todo se volvió peor. Ahora lo hace a la fuerza, ya no me habla, solo me busca, me toca y se va.

Ahora tengo quince años y en unas semanas seré coronada Rey. Las personas me quieren mucho. Cada vez que salgo al pueblo intento hablar con ellas, escucharlas y saber lo que piensan. He estado estudiando mucho durante estos años y he pensado todo lo que haré cuando por fin sea rey.

Aunque al principio quería hacerlo solo por mis padres, he guardado en mi corazón la esperanza de que podría hacer un buen trabajo por el pueblo. Es un arduo camino, y sinceramente no creo poder lograrlo. 

Es tan incesante el hastío que siento cada día, y las ganas de arrancarme las venas una a una por las noches. Pero he intentado sobrevivir el día a día. Es mi única meta.

Siempre fui una mártir.

Boscastle, 6 de Enero, 514 VI

El dia de mi coronación llegó finalmente. Estoy, al parecer, más feliz de lo que yo misma esperaría. Nunca había salido tanto tiempo fuera del castillo.

En la mañana temprano fui debidamente vestida y arreglada. Como un honorable caballero, claro está. Luego hemos ido junto con los reyes ( nótese que he perdido la capacidad de llamarles padres) a dar una vuelta junto con carrozas y carruajes por toda la ciudad.

Justo ahora están todos a la expectativa, en un elaborado almuerzo, donde por cierto, he comido la mejor comida que he probado en toda mi vida. Es una gran recepción, duques, condes, feudales, e inclusive su majestad, el Rey de Bretaña se encuentran aquí.

Aunque tengo clara su existencia, aún me parece increible la idea de la misma.Pues, aunque cada pueblo tiene su rey, él es el rey de reyes, rey de todos los pueblos de Bretaña; incluyendo éste que ahora es mío, Boscastle.

He aprendido a mantener bien mi papel. Luzco, actúo, me veo y parezco como cualquier otro joven del reino. Exceptuando el hecho que soy el rey, por supuesto.

La verdad no sé muy bien cómo sentirme al respecto, pues aunque me he acostumbrado y lo he sabido llevar con los años, persiste éste sentimiento en mi pecho de que estoy literalmente gastando mi vida en alguien que no soy. 

Unos días después de mi coronación, el rey vino a verme. Fue un día como los demás. Y aunque ya debería haberme acostumbrado con los años, aún me duele y me quema como si fuera la primera vez.

Sentir sus manos subiendo por mis muslos, sus labios húmedos corriendo por mi cuerpo, sus piernas entrelazadas bruscamente con las mías, pensar en el hecho que aquel hombre era quien me procreó; simplemente me asqueaba a un punto extremo, me hacía querer quemarme viva cada vez que lo hace, me hace sentir sucia y desgraciada.

Tener que sentirlo entrar dentro de mí, no penetra no solo mi cuerpo, sino que destruye completamente mí alma. Me deja en un estado en el que mí cuerpo está vivo, pero mi mente está perdida en algún lugar que no conozco, pero en el que seguramente escapa para evitar lo que realmente pasa a mí alrededor.

Después de que acabó y me tiró cual sucio trapo, cuando pensé que por fin se iría, me pidió que lo acompañara al edificio principal del castillo. Allí me presentó a un grupo de hombres, los cuales llamó bajo el nombre de "La Real Junta de Gobierno de Boscastle."

Era un grupo de seis personas. El rey es un hombre viejo y enfermo, y cuando muera, estaría a mis anchas de hacer lo que quiera como rey. Lo cual es inaceptable, pues "ya que soy mujer, llevaría el reino a la más nefasta ruina total." Entonces la junta sería quién me diera todas las órdenes como rey a partir de ahora. 

Entre aquellos rostros que me inspiraban temor, destacaban dos en especial: El primero, un viejo hombre llamado Meliodas de Leicester, quien preside la junta y quien más desprecio y desgracia devela con su mirada. El otro era una mirada más agradable, Christian de Montfort, un hombre de unos 28 años aproximadamente, era la única persona que inspiraba confianza.

***

Con los años mi padre finalmente murió.

La junta siguió ordenándome y manteniendo todas las decisiones en su poder.

Entre Christian y yo creció una gran amistad, y en mí crecería por primera vez un cariño profundo y sincero. El es la única persona que siempre me acompaña y me aconseja, quién está ahí para mí cuando lo necesito.

Es la única flor en medio de toda ésta mala hierba.

BADLANDS. Fragmentos de una historia olvidada.Where stories live. Discover now