A dos cuadras.

ella quince.

Sin mucha resistencia, pasó, sintió como Mina la miraba seriamente, no quería dejarse incomodar.—Y-Yo, no sabía cuál emoción elegir, sólo dibujé esto—mostró la imagen de un gran lazo rojo, y detrás de este muchos lazos más.—fue lo primero que pensé.

La maestra asintió.—Quizás es una emoción dificl de explicar, realmente todas lo son, por eso sólo se sienten, no hay necesidad de describirlas cuando lo bello es vivirlas. Muy bien, los veré la siguiente clase—todos recogieron sus cosas y cada uno salía del salón a su propio ritmo, todos estaban a fuera excepto Jihyo, Nayeon, Momo y Jeongyeon.

Jihyo comenzó a dar pequeños brincos, después tomó una gran bocanada de aire y lo soltó con fuerza.—Si necesito que me salves, haré la señal de siempre—se veía bastante concentrada, desconcertado a Nayeon.

—¿Salvarte? ¿Qué vas a hacer?

—Una idiotez—caminó con pasos firmes hacia la mesa donde las dos amigas estaban sentadas. Nayeon miraba desde su lugar con mucha sorpresa y confusión.—Hola Momoring, ¿podrías darme un momento para hablar con Jeong?

La japonesa miró por un segundo a su amiga, y después le sonrió a Jihyo.—Claro.

Sintió sus manos sudar cuando ella caminaba hacia donde estaba, actuaba con más naturalidad que ella.—Nabongs, quedó lindo tu dibujo.

—Gracias—sonó más feliz y emocionada de lo que quería. Aclaró su garganta, haciendo que su voz saliera en un tono más grave.—Me gusta cómo quedó tu cabello.

—Gracias, ya quería algo nuevo—instantáneamente tocó su cabello.

—Sí, te ves menos infantil.

—¿Cómo? ¿Me veía infantil antes?

—B-Bueno, infantil joven—al parecer había arreglado su tropiezo.—Tus comportamientos son otra cosa.

—¿Qué?

Nayeon ahora estaba roja, quería salir por la ventana.—Te ves bien...

Frunció el ceño cuando miró como Jihyo movía ambos brazos como si fuese los muñecos que promocionan farmacias. La miró con extrañeza, mientras que ella tenía sus ojos más abiertos de lo común, ¿por qué tenía una amiga tan loca?

Y después de mucho tiempo lo entendió. —¡La señal!—dejó a Momo y corrió hacia donde estaban ellas.—Jihyooo—alargó el nombre para poder pensar en que hacer.—Una emergencia, debemos ir a pintarme el cabello—Jeongyeon la miró confundida, la expresión de Jihyo era seria, sabía que la crucificaría después de eso.—Lo siento, me siento mal, debemos ir al baño.

Tomó su mano y salieron corriendo de ahí.—¿Pintarte el cabello? ¿Es en serio?

—Lo lamento, no podía pensar con claridad.

—Claro, sólo por estar con Momo tus únicas dos neuronas se desconectan. Por eso no podías ver mi señal y tuve que recurrir a la señal de emergencia.

—¿Esa era la señal de emergencia?

—Estuve como seis horas rascándome la oreja derecha como tonta y ella pensaba que tenía mugre o algo así, ¡Y ahora piensa que estoy loca por lo que estaba haciendo ya que tú no me veías!

—¿Es en serio? ¿Esa esa señal de siempre? ¿Cómo se supone que debía saber eso si jamás lo acordamos?

—Vamos Nayeon, ¿por qué cuando se trata de mí jamás estás presente?—dijo con un aire de tristeza la menor.

—¿A qué te refieres?

—Ya sabes, son pocas las ocasiones que me preguntas sobre mí y el tema con Jeongyeon, desde que estás en este drama—Jihyo acariciaba su propio brazo, quedansose atrás poco a poco, arrastrando sus pies.