A dos cuadras.

nueve

—¿Eres idiota o qué?—Jihyo golpeó su frente, y negó repetidas veces.

—¿Disculpa?—Nayeon se hizo la ofendida, y golpeó el hombro de su mejor amiga.—¿Por qué? ¿Qué estuvo mal?

—¿Es en serio, Im?¿Qué estuvo mal?

—Eso pregunté.

—Bien, como ya me quedó más que claro que tienes un grave retraso mental te explicaré lentamente todo lo que estuvo mal—la menor sonrió dulcemente, pero Nayeon sentía un miedo irracional por como pudiera actuar su amiga, no quería llamar la atención de los demás estudiantes de esa manera.—Hay dos chicas muy guapas, hiciste planes con ambas, primero quedaste con una que acabas de conocer, sin embargo sientes cierta atracción, ¿hasta ahí vamos bien?

—No me siento atraída, es que-...—Nayeon se detuvo cuando Jihyo ensanchó aún más su sonrisa, pareciera que se le iban a salir sus ojos.—Sí, vamos bien.

—Justo después, llega la otra chica que conoces desde pequeña, con quien tienes una relación bastante extraña, e igual quedas con ella. Le dices que la apoyarás, y ella claro que acepta, porque es más que obvio que te quería ahí, te necesitaba a su lado, ¿ajá? Bueno, y después de eso, ¡ah, le cancelaste porque habías olvidado tu primer compromiso! ¡Y ahí termina otro episodio más de las estupideces de Im Nayeon protagonizadas por Im Nayeon!

—Bueno, ¿y qué querías que hiciera? Sí, fue estúpido haber olvidado que saldría con Jennie, pero con sólo ver a Momo me hizo olvidarlo.

—Sé que Jennie hizo planes contigo primero, pero Momo llegó primero a tu vida, no estás ni comprometida y obligada con nadie, pero...no sé, igual no tengo que atormentarte con eso, ya ocurrió—comenzó a hablar de una manera más calmada, sobó la cabeza de Nayeon y juntas se dirigieron al salón de clases que les correspondía.

Cuando las dos amigas estaban sentadas en lo más alejado del pizarrón del salón, entró el grupo incompleto que Nayeon consideraba molesto.

—¿Y la pareja?—preguntó Sana, sentándose junto a Jeongyeon.

—Pensé que estarían con ustedes— respondió Jihyo, después de saludar tímidamente a la pelicorto.—Te vez linda hoy, Jeong.

—Tú siempre, Jihyo— sonrió en respuesta, pero su encanto se arruinó cuando la tinta de su pluma explotó.—Diablos.

—Parece que pronto habrá otra pareja—murmuró la japonesa, Nayeon sólo rió.

Poco a poco los asientos se iban llenando, el resto del grupo comenzaba a llegar a excepción de Momo y Mina, a todas les parecía extraña la impuntualidad de la menor; de Momo...eso era normal.

—Hey, Chaeng, ¿viste a Momo de pura casualidad?—preguntó Jeongyeon, impulsandose hacia enfrente para alcanzarla.—Chaeyoung despierta.

—No hubo tarea— exclamó, pero al ver que era su amiga y no la maestra de física, se tranquilizó.—Oh, buenos días Jeong, ¿ya es el descanso?

La mayor rió, y dio un suave golpe a la frente de la más pequeña.—Buenos días Chaeyoung, es la primera hora apenas.

—Dijo que iba hacia el gimnasio, creo, no entendí porque fue corriendo con Mina por los pasillos— Dahyun, una chica con la que hablaban pocas veces pero era querida por ellas, estaba dibujando con Sana en la parte trasera de su cuaderno.—Aunque no creo que lleguen a esta clase.

—Esa hormona anda muy alterada—rió Jeongyeon, tratando de no imaginar lo que pudiesen estar haciendo las dos japonesas solas.

—Espera, ¿por qué irían al gimnasio?— preguntó Nayeon confundida.