Capítulo 15: La madre de Leo

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Debía extremar las precauciones con mi hermano. Ahora que habíamos pasado a ser algo parecido a una pareja estaban en peligro mi virginidad y la cordura de nuestros padres si nos pillaban. Además Leo no me daba ni un minuto de descanso, en cuanto que mamá y Will miraban hacia otro lado ya estaba encima de mí, quizás debiese ponerle una orden alejamiento. Mi única salvación era la obsesión de Will por hacer cosas en familia, en esta semana habíamos ido los cuatro al cine dos veces, a cenar, al parque de atracciones… la verdad es que era muy divertido, ellos estaban inmensamente felices y yo podía mantener controlado a Leo mientras estuviesen delante.

-¡Oh, casi se me olvida!- dijo Will durante la cena de esa noche-No hagáis planes para éste domingo ¿Vale? María va a venir un par de días y quiere comer con nosotros.

-No me ha dicho nada- respondió Leo molesto.

-Ya te llamará, parece ser que lo decidió de improvisto hace un rato ya sabes cómo es.

Yo miré alternativamente a Will y a Leo.

-María es mi madre- dijo él sin darle importancia- Vive en Estados Unidos ahora.

Yo me quedé sorprendida, Leo nunca había hablado de su madre. Pensé que tendría mala relación con ellos pero si iba a venir a comer a casa quizás estuviese equivocada. Leo se dio cuenta de que tenía curiosidad y se levantó de la mesa tirando de mí.

-Estamos cansados nos vamos a dormir- les dijo a nuestros padres.

Mamá y Will nos desearon buenas noches y yo le seguí por las escaleras hacia mi cuarto.

-Nunca me hablaste de tu madre- le recriminé cuando estábamos solos.

Él se tumbó en mi cama como de costumbre.

-No hay nada que contar, nos dejó cuando tenía cinco años. Esa mujer es imprevisible y no sabe estarse quieta en un sitio. Aparece por aquí un par de veces al año y el resto del tiempo normalmente no sabemos ni dónde está.

-¿Tienes mala relación con ella entonces?- le pregunté sentándome a su lado.

-No… simplemente ya me da igual.

Yo suspiré exageradamente.

-¿Puedo dormir aquí?- me dijo de pronto.

-Ya te he dicho que no.

-Pero estoy cansado.

-Tu cama está a tres pasos.

-Eso es muy lejos.

Estúpido Leo siempre tiene que salirse con la suya. Yo cogí el bate de béisbol y lo puse en la cama entre los dos.

-Distancia de seguridad- le dije muy seria- Están nuestros padres abajo.

Él soltó una carcajada y me mordió el labio inferior.

-Vas a tener que reforzar la seguridad aquí- dijo aun riendo.

-¡Oye lo digo en serio!- grité amenazándole con el bate.

Él suspiró y me soltó al fin.

-Eres peligrosa con eso- dijo sonriendo- de acuerdo, me portaré bien.

Me recosté a su lado aún en tensión, él me abrazó y cerró los ojos y dormimos juntos de nuevo.

Nos despertamos escuchando golpes en mi puerta.

-¡May que vas a llegar a tarde!- decía mi madre del otro lado- ¿Por cierto sabes a dónde fue tu hermano?

Nos habíamos quedado dormidos.

Estoy enamorada de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora