Para Ya, Es Peligroso.

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-Perdón- dije y me aparté, luego me levanté de la silla, sentía toda mi cara roja- yo solo creí que...

-Eso te quería decir también, me gusta Megan y le iba a pedir de que fuese mi novia- una cuchilla atravesó mi corazón.

-Qué bien- dije tratando de esbozar una sonrisa pero no pude, sentía que las lágrimas recorrían mis mejillas, fui corriendo a la puerta- adiós, Thomas.

-Laila- dijo tratando de alcanzarme pero yo ya estaba muy adelante.

La lluvia corría por todo mi cuerpo, mi pelo estaba sumamente mojado y mi ropa se me pegaba a la piel, mis lagrimas y la lluvia se disolvían como si fuesen iguales. No tenía rumbo, no quería ir a mi casa y que Thomas apareciera, o lo que era peor, que nunca lo hiciera. A mi izquierda y más adelante un auto se estacionó y abrió su puerta delantera, cuando llegué y vi quien estaba en el asiento del conductor me sorprendí.

-¿Vas a subir o qué?- dijo Mason, subí rápidamente y cerré la puerta- ¿Qué haces caminando debajo de la lluvia?

-Nada- dije y miré por la ventana, sentía mis ojos muy hinchados.

-¿Quieres que te lleve a tu casa?

-No, por favor- dije y él asintió, arrancó el auto y fuimos hasta su casa.

El viaje fue muy tranquilo, no me hizo ninguna pregunta, sabía que no le iba a contestar. Cuando llegamos a su casa él me abrió la puerta y me ayudó a bajar, luego cerró la puerta y entramos a su casa.

-Mi padre llegará en una hora aproximadamente, si quieres puedes bañarte- lo miré con una ceja levantada- está bien, eso ya lo hiciste, te daré ropa seca.

Me dio una remera enorme y unos pantalones de fútbol, que también me quedaban grandes. Me puse todo y fui hasta la cocina, él me había preparado un té.

-Qué conste que no soy tan malo.

-Sí, que bien- dije dando un sorbo.

-¿Puedes decirme que ocurrió? O, ¿es privado?

-Thomas es un imbécil, al fin te entiendo- dije y él rió.

-¿Qué pasó?

-Pues, estuvimos hablando sobre algunas cosas y yo lo besé y él no quería, porque le gusta la muy... hermosa y buena Megan... y eso, mi vida da asco.

-No te preocupes, suele pasar, además Megan es un cinco de diez- lo miré mal- Bueno eso no te importaba, está bien. Pero, suele pasar, yo diría que te tomes un té.

-Sí, gracias.

-Te contó sobre Bárbara, ¿no?- dijo apoyando sus brazos en la mesa.

-¿Cómo lo supiste?- dije mirándolo asombrada.

-Tienes la mirada.

-Así que, mi querido Mason se enamoró de alguien, que cosa rara.

-¿Enamorado? Estaba loco por ella, pero la vida hizo que yo saliera perdiendo.

-No seas humilde.

-No lo soy, es en serio. Sufrí mucho por ella.

-Y, ¿seguís hablando con ella?- pregunté.

-No, ya no es nada para mí.

Sabía que no tenía que hacerlo pero debía preguntar, aunque no me dijera la verdad.

-¿Es la chica 457?- Mason me miró impactado y luego rió.

-No le daría ese lugar a una chica que no me interesa, piénsalo bien Laila.

-¿Me vas a contar la historia?

-No, ya la sabes, vi a mi mejor amigo con la chica que más amaba, fin- dijo y luego agarró su celular, alguien lo estaba llamando.

Luego de cinco minutos esperando a que terminara de hablar me di cuenta de que era muy tarde y tenía que volver a mi casa. La lluvia había parado un poco pero mi ropa seguía mojada.

-Perdón, era mi padre, llega más tarde.

-Está bien, creo que ya es hora de irme- dije, él asintió.

Subimos a su auto y él me llevó a mi casa, no había nadie en la entrada. Miré a Mason y le sonreí.

-Gracias, fue muy cortes de tu parte. ¿Cuando me dirás tu secreto?- subió su ceja.

-La paz se ha terminado Fidelman, ya te conté demasiado de mí, no esperes saberlo todo- me reí y bajé del auto- aunque, te daré una pista, es de la escuela.

Lo despedí y él arrancó el auto a toda velocidad, cuando llegué a la puerta vi una nota en el suelo, era de Thomas.

-¿Laila? ¿Estás ahí?- dijo mi madre de adentro de la casa, abrí la puerta y la vi con unas cajas en las manos- ayúdame, esto está muy pesado.

Dejé la carta en la mesa y ayudé a mi madre con las cajas, estás tenían adentro mis fotos y juguetes de niña.


Hola! Espero que les guste mucho. He recibido una gran cantidad de comentarios de apoyo, juro que los quiero mucho por comentar.

Denle me gusta, compartan y comente se los agradecería.

¡Nos vemos muy pronto!
Y tal vez a Barbara también.

La chica 457Where stories live. Discover now