I Will Show You | KookGi

If You

"Él se está marchando, y no puedo hacer nada, el amor está marchándose. Como un tonto estoy parado aquí sin comprender." 

Despertar por las mañanas aferrado al cuerpo cálido que parecía pertenecer a mis brazos se hacía cada vez menos frecuente. Porque él estaba conmigo, pero realmente no se sentía así. 

Lo tenía de nuevo junto a mí, podía besarlo, hacerlo mío... aunque la única verdad dentro de esas cuatro paredes era, que él ya no me pertenecía. 

Parecía incluso irónico que después de rogar el perdón, clamar por volver a sentir la pureza y dulzura de su amor; él se convirtiera en mi condena. 

Escucharlo decir "te amo" sonaba tan vacío, tan frío, tan forzado. Sentirlo rechazar mi toque, verlo esquivar mi mirada sin corresponder el gran esfuerzo que me suponía tratar de arreglarlo todo... me mataba el alma con tortuosa lentitud. 

Su indiferencia dolía, sus caricias, sus manos rozando mi piel, el tacto de sus labios, todo, eran espinas clavándose sin piedad alguna sobre mí. 

¿A caso ya estaba pagándolo todo? 

Amarlo ahora... por no haberlo amado cuando él me amó. 

El precio que debes pagar por cada uno de tus errores es una suma obscenamente alta, que al final das por perdida. 

" Lo miro alejándose, él se convirtió en un pequeño punto y luego se esfumó. ¿Esto desaparecerá con el pasar del tiempo? 

Recuerdo los viejos tiempos, te recuerdo..." 

En este momento te observo mientras duermes, justo cuando acabamos de hacer el amor... más bien, cuando acabé de entregarte de mí todo de nuevo, porque yo te hice el amor, tú sólo estabas sobre la cama esperando a que todo terminara. 

Uno a uno los mensajes llegan a tu celular, y yo como el idiota iluso en el que me convertí para tenerte de nuevo, tan sólo escucho como el pequeño aparato suena, iluminando la oscuridad de nuestra habitación.

Pero mis manos ansiosas, la curiosidad que está asesinándome, inundan ese estúpido sentido de mi razón, ahogándolo en la necesidad de comprenderte. 

Y cuando menos lo espero ya estoy contestando el teléfono. 

- ¿Yoonnie? - escucho la voz rasposa del otro lado, aprieto mis manos que sostienen las sabanas; porque no quiero aceptarlo.- ¿Ya está dormido? Oh cariño no tienes idea de lo mucho que te extrañé hoy, me haces tanta falta.- 

Dejo que la única lágrima que soy capaz de soportar, caiga mojando la palidez de tus piernas desnudas adornadas por mis marcas. 

Esas que me demostraban sólo a mí, que tú eras mío, mi novio, mi todo. 

Pero mi amor, tú ya no eras sólo para mí. 

Ahora también eras de él. 

De Jung HoSeok. 

Cuelgo el teléfono y sonrío. 

Sonrío porque es hipócrita de mi parte llorar, ¿no es así?