Capítulo 19

Mulai dari awal
                                    

No me lo decía, ese nivel de crueldad no iba con ella, pero hubiera preferido que lo hubiera hecho, así tal vez se hubiera librado de todos esos demonios que la estaban apagando. Porque en el proceso también lo iba haciendo yo. Por más que intentara seguirle el paso a la vida sentía que me estaba arrollando.

Cuando los pensamientos negativos se repetían una y otra vez sin piedad y mis ganas de seguir sonriendo se agotaban, cerraba los ojos e imaginaba que todo cambiaría, que solo era cuestión de tiempo. Tenía que aguantar.

Estudiaría la universidad, conseguiría un buen empleo y lograría entonces que ella estuviera orgullosa de mí. Llegaría el momento en que me lo diría sin sentir que al hacerlo se traicionaba a ella misma.

La lluvia no cesó, me sorprendió no tenerlo presente en todo el día hasta que nos avisaron que mañana podíamos volver a casa

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

La lluvia no cesó, me sorprendió no tenerlo presente en todo el día hasta que nos avisaron que mañana podíamos volver a casa.

Pasé la tarde entre las personas que le contaban historias a una Susana curiosa que andaba de mi mano de un lado a otro. Su actitud despreocupada puso de buenas a mamá que se concentró en ayudar en algunas cosas que se necesitaban.

Incluso Susana logró conquistar a la mujer que servía la comida, supongo que eso fue por maña, que terminó sirviéndonos antes que todos el plato de fideos junto una extensa conversación de la situación que ella tendría que enfrentar. La charla me puso a pensar en cuántas personas estarían destinados a cambiar su vida a partir de mañana, ¿sería yo uno de ellos?

Y si no era yo alguien cercano pasaría por algo similar cambiando su vida de una y otra manera.

Repasé los rostros de todos. Mis tíos, mi primo, Bernardo, Azucena, Don Tito, Manuel, Isabel. ¿Estarían bien?

No había visto a Manuel en el albergue y eso que lo había recorrido entero. Recordé su viejo y pequeño cuarto. ¿Estaría seguro? ¿Algo le había impedido llegar?

También pensé en Isabel. Imaginarla en casa y segura, me hizo sentir más tranquilo. Sonreí inconscientemente al pensar que nos volveríamos a ver, pese a lo tonto que eso resultara. Un poco de paz para dormir a gusto la última noche que pasé en el albergue, antes de enfrentarme a la realidad que me esperaba afuera.

 Un poco de paz para dormir a gusto la última noche que pasé en el albergue, antes de enfrentarme a la realidad que me esperaba afuera

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.
La chica de la bicicletaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang