Cap 53

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En cuanto recibo la llamada de Bryan me voy directo al hospital, mamá ha decidido ir conmigo, nos vamos en su auto ya que yo no me sentía tan bien para manejar el mío. Todo el camino al hospital lo hicimos en total silencio hasta que llegamos.

Sonrío cuando encuentro a Bryan dándole sopa a Fabiola con sus propias manos, se ven tan jodidamente bien juntos, lástima que ambos estén locos y se centran en otras cosas aparte de la hermosa relación que podrían formar ambos.

—Daniel.

Pego un respingo cuando mi madre pronuncia mi nombre, no me di cuenta en que momento me quedé parado a mitad de la habitación, dejando a mi madre a mis espaldas. Fabiola mira en nuestra dirección.

—Hola— dice con una sonrisa débil.

Mi mamá es la que decide dar el primer paso para acercarse a ella.

—Hola cielo, no te conozco bien pero sé que eres muy amiga de Natt y lamento mucho todo lo que ha pasado.

Y en ese momento entablan una conversación, Bryan se acerca hasta donde estoy aún parado y me palmea la espalda. Ni siquiera sé porque diablos me he quedado estático aquí, pero simplemente no sé que decir o hacer. Por un lado sentía la esperanza de que me estuviesen jugando una mala broma y que Natalia también estuviese en esta habitación, pero el llegar y no verla ha sido un golpe duro.

—Va a aparecer— me susurra Bryan leyendo mis pensamientos.

No respondo a eso y más bien decido acercarme a Fabiola. Me sonríe cuando me pongo a su lado.

—¿Cómo te sientes?— pregunto.

Se encoge de hombros.

—Terriblemente mal.

Asiento entendiendola a la perfección.

Tomo un poco de aire antes de preguntar:

—¿Que fue lo que pasó?

Fabiola se toma unos segundos largos antes de responder a mi pregunta.

—Ella tenía antojo de chocolate— por un momento me imagino a Natalia haciendo una de sus extrañas muecas y pidiendo cholate. Sonrío— Y empezamos a hablar y tocaron la puerta, pensábamos que era una enfermera y cuando abrí la puerta habían dos tipos apuntándome con  un arma, uno rápidamente me tomó de la cintura y llevó el arma a mi cabeza, ambos entraron a la habitación y uno de ellos empezó a mantener una conversación con Natalia, al parecer ya se conocían de antes...

—¿Cómo era ese hombre?— la interrumpo rápidamente.

—Era alto, un poco más alto que tú, tenía unos años ya encima...

—¿Iba vestido formal?— vuelvo a interrumpirla.

—Si, llevaba un saco azul y camisa blanca, si no me equivoco.

—¡Lo sabía!— exclamo llevándome las manos a la cabeza.

—Efectivamente es el padre de Nicole—afirma Bryan en mi lugar.

—Claro que lo es, yo lo sabía, mataré a ese desgraciado.

Cuando me dirijo a la puerta Bryan se interpone en mi camino, mi madre sostiene mi brazo con fuerza y me hace girar para que le de el frente.

—No vas a hacer absolutamente nada, tenemos que dejar esto en manos de las autoridades.

Ruedo los ojos.

—Estoy harto de escuchar lo mismo ¿Cuando entenderán que la policía nunca hace nada?

Mi madre se cruza de brazos.

AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora