Abismo

Capítulo 47

                           Daniel.

Flash Back.

—Tienes que ayudarme, por favor— pide Georgina desesperadamente.

—¿Qué es lo que pasa exactamente?

Bufa frustrada, se levanta del sofá y camina un poco hacia mí, pero dejando un espacio entre ambos.

Lleva un rato pidiéndome ayuda, pero sin decirme cuál era el problema. La desesperación estaba reflejada claramente en su rostro.

—¿Te acuerdas de aquel chico que me sacó una foto desnuda la vez que me emborraché en aquella fiesta?

Asiento, recordando a la perfección aquel día. Recuerdo que lo golpeé sin parar, ella era mi mejor amiga en ese entonces y la cuidaba lo mas que podía.

—Ahora me está amenazando, que si no le doy dinero sube las fotos a internet. Tienes que ayudarme.

Mis ojos se abren en sorpresa cuando la veo llorar.

Él me prometió que no volvería a acercarse a Georgina y hasta borró la foto delante de mí.

—Pero vi cuando borró la foto— digo confundido y desesperado porque Natalia me está esperando abajo.

—Tiene la foto aún, no la borró y justo ahora me está esperando en el mismo bar de aquella vez para que le de el dinero. Si me acompañas quizás lo espantes definitivamente.

—Georgina, tengo que salir con mi novia, hoy es nuestro aniversario.

—Será algo rápido, vamos al bar y vuelves aquí por ella. Por favor Daniel, te lo suplico. Ese tipo es capaz hasta de violarme.

Dios mío. Estoy entre la maldita espada y la pared, odio sentirme de esa forma, soy un tipo relajado, capaz de manejar una situación a mi antojo, pero ahora me siento atrapado. Por un lado está mi novia esperándome y por el otro Georgina, una amiga en problemas. Joder, mil veces joder.

—Te acompañaré. Voy a orinar, en breve salgo.

—Ese es mi mejor amigo— chilla abrazándome.

La aparto.

—No confundas las cosas, Georgina, hace mucho que ya no somos mejores amigos.

En su cara se refleja la incomodidad en seguida.

—Iré a decirle a Natalia— dice antes de desaparecer.

En cuanto salgo del departamento veo a Georgina a un lado del ascensor.

—¿Y Natalia?— pregunto mirando hacia ambos lados.

—Ella ha entendido— sonríe— Dice que esperará.

—¿Dónde está?

—Creo que ha entrado al departamento.

—Bueno, vamos a salir de esto rápido.

Desde que nos subimos al ascensor el teléfono de Georgina suena, su rostro se descompone mientras mas pasa el tiempo.

—Es... Está bien— tartamudea colgando.

—¿Que pasó?— pregunto preocupado.

—Espera que esté allí en treinta minutos o sino sube la foto.

Salimos del edificio corriendo hasta el auto. En cuanto estamos dentro acelero todo lo que puedo.